Por Paige Taylor

Había sido adicta a las drogas y al alcohol durante casi una década.

Había abusado de casi todas las sustancias que se te ocurran. Intenté una y otra vez estar sobria. Fui a rehabilitación, fui a reuniones de 12 pasos, fui a terapia. Algunas de estas cosas me ayudaron a estar sobria por un tiempo, pero siempre recaía.

Hace cinco años, una amiga me invitó a su iglesia

Nunca había sido una persona afecta a asistir a la iglesia, y nunca había escuchado mucho acerca de Dios, aparte de algunas cosas en las reuniones de Alcohólicos Anónimos. Sin embargo, el grupo de adoración en la iglesia fue increíble, y de repente tuve una perspectiva completamente nueva sobre Dios y la iglesia.

Ese día, comencé a tener fe en Jesucristo y he estado sobria desde entonces. Recuperarme no ha sido fácil, pero mi fe en Jesucristo me ha ayudado de muchas maneras:

Katrina Kalinowski

Antes de entrar en materia, quiero aclarar un concepto erróneo común sobre la trata de personas. En los cuatro años que he trabajado con sobrevivientes y escuchado sus historias, nunca escuché a ninguno de ellos decir que fueron secuestrados. Cada mujer con la que he hablado ha tenido algún tipo de “relación” con su traficante. Las redes sociales suelen ser la plataforma que utiliza el traficante. Hoy en día, generalmente publicamos todo sobre nuestras vidas. Esto es lo que buscan los traficantes. Recorren y buscan a los vulnerables. Luego se harán amigos y se ganarán su confianza. Los traficantes son muy hábiles en lo que hacen. En cuestión de días se habrán ganado tu confianza, te habrán convencido de que tienen una vida mejor para ti y de que te quieren. Esta es una de las razones por las que la mayoría de las mujeres tienen dificultades para salir y sanar. Sienten que tomaron la decisión inicial de estar con su traficante, por lo que ahora se merecen lo que reciben.

Mike Cleveland

Voy a compartir contigo cosas muy específicas que he hecho, y que todavía hago, para ganar contra enemigos más poderosos e inteligentes que yo. También, quiero aprender de ti cosas que vas a hacer para dar la mejor pelea y así aprender el uno del otro.

En cualquier batalla, el lado que gana es el más preparado. Se tienen planes; planes de contingencia y un sinnúmero de estrategias, así mismo, debemos estar armados hasta los dientes. Esto es razonable. En la guerra, es la vida o la muerte, y debemos tomar esta batalla espiritual con más seriedad que cualquier otra cosa en nuestras vidas.

Publicado por: Setting Captives Free

¿Por qué los cristianos caen en pecado habitual? Pecados como pornografía, impureza sexual, alcoholismo, drogadicción, glotonería, falta de perdón, chismes, amargura, entre otros. La respuesta a ambas preguntas es la misma: porque no miran a la cruz.

Por Miguel Alcarria

El apóstol Pablo es ampliamente reconocido y admirado actualmente por el nivel de compromiso que mostró en torno a sus convicciones; no obstante, tras su conversión, por nadie fue ni tan reconocido ni tan admirado como lo es ahora. El Saulo celoso de la fe y de las tradiciones de sus padres (Gál. 1:14; Hch. 22:3), que iba casa por casa sacando a rastras a los cristianos para encarcelarlos (Hch. 8:3) y era admirado por todos sus compañeros fariseos; de la noche a la mañana, se convirtió en el apóstol Pablo, un instrumento de Dios para llevar Verdad a judíos y a gentiles (Hch. 9:15; Hch. 20:24).

La primera epístola de Juan, capítulo cuatro, versículo dieciocho, dice lo siguiente: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”.

Estos últimos años pareciera que el temor ha tomado la dirección de las decisiones del mundo y que todas sus acciones han sido condicionadas por el mismo. El ser humano, en particular, ha desarrollado un miedo incomprensible a hablar la verdad, prefiriendo resguardarse en un discurso políticamente correcto. Tememos al qué dirán, al “suicidio” social que conlleva hablar con honestidad y a sufrir por causa de ella. Y esta es una lamentable situación de la cual la iglesia, muchas veces, no está exenta.

Por Mike Cleveland

La palabra de Dios nos dice que si queremos liberarnos de la adicción de cualquier tipo, debemos venir a la cruz de Jesús y experimentar el poder del Espíritu Santo. En verdad, no hay esperanza de que ganemos la batalla contra el pecado habitual por nuestra propia cuenta. Por nosotros mismos, estamos indefensos contra la atracción del pecado habitual. Con nuestras fuerzas y ​​con las mejores intenciones, podríamos tratar de guardar las leyes de Dios, firmar promesas, hacer compromisos de cambio, etc., pero tarde o temprano surgirán dificultades, nos estresaremos o estaremos enojados, para finalmente fracasar. “El Espíritu da vida; la carne no vale para nada…” (Juan 6:63 NVI).

Por: Norma Esquivel

Tanto la homosexualidad masculina como la femenina tienen varias causas. Elizabeth R. Moberly escribió su libro acerca de la identidad de género masculino. En este libro, “Homosexualidad, una nueva ética cristiana”(1983), menciona que las necesidades no suplidas de amor, dependencia e identificación con el padre del mismo sexo pueden producir incertidumbre e inseguridad, y que la persona al ser adulta tiende a llenar ese vacío a nivel inconsciente con otro hombre que le dé su apoyo y su amor.

Por otro lado, la relación del varón con su madre es su modelo para relacionarse con las demás mujeres. Si esto no se da así, porque de niño se identifica con ella en lugar de hacerlo con su padre, se va construyendo un modelaje más fuerte de identidad femenina. Cuando el padre no suple sus necesidades emocionales el niño se identifica más con su madre “copiando” más el modelo femenino que el masculino. Aquí se da una actitud defensiva, un distanciamiento de su padre, aceptando más el modelo femenino.

Reconoce el poder de tu identidad en Cristo

¡Descubre quién eres en Cristo! “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” Juan 8:32

Esta es la promesa de Jesús para ti – la promesa que vivirás en victoria-. Pero ¿Qué te impide realmente caminar en el gozo del Señor? Los poderes de la oscuridad nos atacan a diario, pero el doctor Neil T. Anderson nos demuestra en Victoria sobre la oscuridad, que puedes tener el poder de conquistarlos al saber quién eres en Cristo.

Por Michael Davis

Cuando la adicción sexual se hace presente, lo que todos debemos consi­derar es que somos vulne­rables a llegar a estar vin­culados a aquellas cosas que nos hacen sentir me­jor, más seguros, amados, protegidos, y satisfechos. Llegamos a ser adictos a aquellas cosas que nos dan un sentido de autoes­tima, y que nos ayudan a enfrentar dificultades en nuestra vida.

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