Por Dan Hitz
Al analizar el tema de la homosexualidad y el cristianismo, debemos darnos cuenta de que no todas las personas que se identifican como cristianas ven la Biblia como el escrito divinamente inspirado de la Palabra inmutable de Dios, que es nuestra autoridad final en todos los asuntos de fe y conducta.
Muchos ven la Biblia como un conjunto de buenos principios que han evolucionado con el tiempo y que es posible que, cuando lo escribieron, no se hayan considerado ciertos temas sobre cuestiones culturales, incluida la homosexualidad. Algunos intentarán interpretarla de una manera en la que, le dan cierta autoridad a la Biblia como la Palabra de Dios, pero que, según su entendimiento, también les permite abrazar el estilo de vida homosexual. Nosotros, como cristianos, debemos tener un estándar específico e inmutable para basar nuestras convicciones y aferrarnos al verdadero significado de las Escrituras.