Por Víctor T

Las personas con quebrantamiento mencionan a menudo que una de las cosas que más dolor les causó en los primeros años de vida, y que se prolongó a la adultez, fue la relación con su padre. El anhelo de vivir en plenitud y libertad se ha visto interrumpido dramáticamente por la ausencia de una de las personas más importantes en el desarrollo, nuestro padre.

La escasa o nula presencia, o la equívoca participación e involucramiento en los años formativos puede causar mucho daño. A través de los años Éxodus Latinoamérica y muchos otros involucrados en los temas de quebranto sexual y relacional, han planteado que la figura paterna es un eslabón importante en la cadena de la formación de identidad.

Cuento preventivo al abuso sexual infantil

“Hay secretos buenos y secretos malos. Los secretos buenos son para sorprender a alguien, como cuando se hace una fiesta sorpresa para un cumpleaños.

Los secretos malos son los que te ponen triste o nervioso, o te hacen sentir mal o incómodo. Los secretos malos no deben guardarse, deben confesarse”

Manual de consulta sobre la sexualidad y las relaciones

Consejos sabios acerca de temas sexuales y de relación

Este Manual de consulta sobre la sexualidad y las relaciones brinda a pastores, consejeros y creyentes en general, la información que necesitan para poder ayudar a los miembros de sus iglesias, a sus aconsejados y a sus amigos sobre los problemas más íntimos tales como…

Consejería Bíblica Tomo 2

Manual de consulta sobre el matrimonio y la familia

Todos conocemos a familias o matrimonios en crisis.

Pero, cuando quienes padecen estas circunstancias acuden a nosotros en busca de ayuda, ¿dónde podemos encontrar las respuestas? Consejería Bíblica, Tomo 2: Manual de Consulta sobre el Matrimonio y la Familia nos ofrece las respuestas..

Este manual de la A a la Z ofrece a pastores, consejeros y creyentes en general la información que necesitan para ayudar a miembros de sus iglesias, clientes y amigos en sus relaciones personales más cruciales. Entre los muchos temas tratados están:

  • las aventuras sentimentales y el adulterio
  • la comunicación en el matrimonio
  • el fortalecimiento del matrimonio
  • la crianza de los hijos
  • la rivalidad entre hermanos

Cada uno de los cuarenta temas tratados en el manual sigue un esquema útil en siete partes que identifica los síntomas y patrones típicos, definiciones e ideas claves, preguntas concretas, pautas para la conversación, pasos prácticos, ejemplos bíblicos y oraciones.

CONSEJERÍA BÍBLICA 2 – Manual de consulta sobre el matrimonio y la familia

Autor: Tim Clinton/John Trent

288 páginas

Editorial: Portavoz

$ 270 MXN

$   14 USD

Consejería Bíblica 2

Victoria sobre los problemas familiares

“Dios sana el corazón quebrantado cuando le damos todos los pedazos”.

Él usó el dolor que experimentó June Hunt en su propia familia, para desarrollar en ella compasión por otros. Ahora entiende cómo el dolor emocional puede paralizar la vida de una persona y ha decidido hacer una diferencia positiva en la de aquellos que más lo necesitan.

Por: Dan Hitz

En este artículo de la serie sobre la comunicación con nuestros adolescentes, veremos sobre cómo hablar con nuestros hijos sobre los temas difíciles de la vida. Usted sabe… esas conversaciones que comienzan cuando eran más jóvenes con preguntas sencillas como “¿De dónde vengo?”. Como padres fieles tenemos que tratar temas como las drogas, el alcohol, la pornografía, el sexting[1], y la moral sexual conforme nuestros hijos se hacen mayores.

Por Dan Hitz – Director de Reconciliation Ministries

Familia Emocionalmente Saludable

Este artículo se centra en algunas maneras que puede construir y mejorar la relación con su hijo. Lo comunicacion-padres-e-hijos-aletheiamejor sería empezar a utilizar estas ideas desde que nuestros hijos son pequeños. Sin embargo, si su hijo es mayor, no es demasiado tarde para comenzar. Dese cuenta de que se necesitará más tiempo construir o reparar una relación cuando su hijo ya es mayor. A veces es posible que necesite un poco de ayuda exterior como la de un consejero o un pastor. No importa la edad que tenga su hijo, podemos confiar en el Señor para que nos guíe en la crianza que les damos a nuestros hijos.

La mayoría de la gente desea una amistad agradable, mutuamente satisfactoria con esa persona tan importante en la vida: nuestra madre.

Sin embargo para algunas mamás significa conflictos o problemas.

Dios le dio una mamá para que lo criara, protegiera y convirtiera en adulto. Su mamá o alguna persona en ese papel, estuvo allí en el mismo centro de su transformación en lo que ahora es.

Pero muchas veces, la realidad no llega a lo ideal. Puede experimentar una gran variedad de problemas con su madre, tal vez sienta que no puede comunicarse con ella, que no respeta sus elecciones y valores, que rechaza a su familia y amigos, que no tiene libertad para tener una vida aparte sin perder su amor, tiene dificultad en decirle no y confrontarla, que tiene que esconder su verdadero yo y ser perfecto, o siente culpabilidad cuando ella quiere que la cuide y no lo hace, o  por no cumplir sus expectativas y deseos, y otros más.

Sin embargo, como amamos profundamente a nuestra madre, tenemos dificultad en hablar de nuestros sentimientos problemáticos con ella, y podemos preguntarnos:

¿Cómo puedo tener una relación mejor hoy en día con mi madre o con la de alguien más?

¿Cuál de mis problemas en mis relaciones o trabajo pudo haber sido influido por mi madre?

¿Qué fue lo bueno y lo malo en mi crianza maternal, y cómo puedo pasar por encima de mis problemas de crianza y seguir adelante?

¿Cuál es la mejor forma de criar a mis hijos?

Hacerse estas preguntas no es deslealtad a nuestra madre. Dios decretó lo especial e importante de la crianza maternal. “Honrarás a tu padre y a tu madre”, es un tema repetido a través de la Biblia. Pero también necesitamos ser honestos, decir la verdad, sanar, perdonar y lamentar, y al mismo tiempo honrar a mamá.

¿QUÉ HAY EN CUANTO A MAMÁ?

La calidad de la relación con su madre no sólo dicta como irán las cosas entre ustedes dos, sino que impacta drásticamente todos los ámbitos de su vida. En esa relación se aprenden normas de intimidad y relación,  y  también  como manejar fracasos, emociones conflictivas, expectativas e ideales, el dolor y la pérdida, y muchos otros componentes del “coeficiente intelectual emocional”, esa parte de nosotros que garantiza si seremos o no exitosos en el amor y el trabajo.

En resumen gran parte de nuestro desarrollo emocional es determinado por dos realidades: cómo nos crió mamá y cómo respondimos a esa crianza.

Ilustraremos con un ejemplo: David aprendió en su proceso de crianza que el acercamiento podía ser peligroso, cuando estaba herido o con miedo, su madre se ponía ansiosa y lo mimaba al extremo de sofocarlo; como resultado cuando su esposa se le acercaba en forma emocional, David levantaba sus barreras, y se protegía contra un excesivo comprometimiento  emocional. Se encontró en una situación perdida, aunque no le gustaba apartarse de su cónyuge, no le gustaba estar cerca tampoco. De cualquier manera la dejaba insatisfecha. Hasta que David tratara con sus temores de intimidad, esa pauta continuará.  La lucha de David refleja nuestro tema: lo que aprendimos en relación con nuestra madre, afecta profundamente cada aspecto de nuestra vida.

No obstante, esta situación no tiene que perpetuarse. Así como los planes de Dios para que aprendiéramos formas de relacionarnos con la madre pueden terminar en destrucción de nuestras vidas adultas, también su plan de restauración puede traer  cambio y crecimiento.

Mucha gente sufre bajo el engaño de que su madre es el verdadero problema y varios enfoques psicológicos promueven de alguna manera esta postura; pero pensar que la solución vendrá de culpar a los padres, tratando de que cambien, o continuar procesando los sucesos del pasado, pasan por alto las modificaciones de carácter necesarios que llevan a la cura verdadera.

DOS CONSIDERACIONES

Hay dos puntos muy importantes que deben resolverse en nuestra relación con la madre. El primero trata de cómo nos sentimos hoy con respecto al pasado, y el segundo trata de cómo repetimos las pautas del pasado.

El primer punto es comprender los sentimientos que tenemos hacia nuestra madre, los daños que sentimos fueron ocasionados por ella, y las necesidades que no suplió. En este punto debemos identificar sentimientos reprimidos de enojo, desconfianza, de ser controlado, dominado, etc. De no ser resueltos estos sentimientos serán llevados a todas las áreas de nuestra vida principalmente al matrimonio, mediante el fenómeno que los psicólogos llaman “transferencia”,  que es la tendencia de orientar sentimientos hacia personas en el presente –muy comúnmente al cónyuge-, cuando deberían ser dirigidos hacia individuos en el pasado. Si alguien nos maltrata, y fallamos en resolver esos sentimientos heridos, vamos a desbaratar  futuras relaciones que pueden parecerse en carácter, con las que fuimos maltratados.

Si tenemos sentimientos sin resolver hacia nuestra madre necesitamos tratar con esa relación, mediante el proceso del perdón. El perdón implica ver sinceramente los problemas y las relaciones; enfrentarlos, soltarlos y llorar nuestras pérdidas. Nos libera del pasado. Mencionamos lo malo que sucedió, lo miramos, experimentamos los sentimientos, y los soltamos. La meta es llegar al lugar donde “terminamos con la madre”, preparados para ver a las personas como son.

El segundo punto, tiene que ver con el entendimiento de las dinámicas y pautas de comunicación e interacción que aprendimos en nuestra relación con mamá. Necesitamos mirar hacia los patrones que aprendimos en la relación materna. Pautas de prevención, control, sumisión, autoridad, pasividad, agresividad y demasiado control, desconfianza, etc. Eso es lo que la crianza significa: interiorizamos las costumbres de nuestros padres, y luego vivimos de acuerdo a ellas.

Estas pautas de relación son como mapas desplegados en nuestro cerebro: ellos determinan como actuaremos en diferentes tipos de relaciones. La Biblia nos dice que nosotros repetimos modelos de relación no sanos, hasta que nos apoderamos de ellos y trabajamos a través de ellos (ver Marcos 7:8-9).

Nuestra relación con mamá necesita más que perdón: requerimos conocer la dinámica y las pautas aprendidas para separarnos de ellas,  y  cambiarlas a otras más útiles.

EL PROCESO DE CRIANZA MATERNAL Y SU RESTAURACIÓN

Una buena madre hace esto: escucha y acepta lo negativo, se contiene, y ayuda a su hijo a no sentirse abrumado; se siente confortable con las imperfecciones del pequeño. Este último toma ese consuelo de ella dentro de su personalidad, y contribuye a que su madre se sienta también cómoda con esos defectos. El proceso maternal de aceptación, forma al niño.

Algunas personas, sin embargo, no reciben esa empatía y comprensión de sus madres, por lo tanto fracasan en proporcionárselos a sus hijos.

Dios diseñó varios ingredientes dentro del proceso de crecimiento que una “madre suficientemente buena” provee. Sin embargo aunque usted no haya recibido todo lo que necesitaba de su mamá, puede en su vida adulta recibir esos ingredientes de otra persona, para que su vida pueda funcionar correctamente, restableciéndose así su proceso de crianza maternal.

Es decir, necesitamos obtener de otros, como por ejemplo de un buen amigo, lo que no recibimos completamente de nuestra madre; en realidad es así como las amistades actúan unas por otras, todos los días.

Para que nos volvamos enteramente confortables con nosotros mismos, necesitamos a alguien con quien podamos ser lo que somos. Necesitamos aceptación y comprensión, para poder refrenar e integrar todas nuestras partes.

Por lo tanto, no sólo necesitamos resolver las cosas con una persona de nuestro pasado, sino que debemos obtener de otros lo que no recibimos de nuestra madre.

En el siguiente boletín, trataremos los diferentes tipos de mamás: la mamá fantasma, la mamá muñeca de porcelana, la mamá controladora, la mamá trofeo, la mamá aún jefa y la mamá “American Express”; los resultados de cada tipo de crianza así como los pasos hacia la reconciliación.

Tomado del libro Factor Mamá por  Dr. Henry Cloud y  Dr. John Townsend,  Editorial Vida,  2002.

Si desea más información sobre cómo puede adquirir este libro por favor escriba a ventas@exoduslatinoamerica.org