Esly Carvalho
La iglesia impone presiones y exigencias casi sobrehumanas en el liderazgo. Las expectativas de lo que deben hacer no son realistas, y los que intentan alcanzar esas expectativas caen, se desaniman o mueren (literalmente) por el camino.
Creo que las ovejas también tienen culpa de esa crisis de transparencia del liderazgo. Esperan un modelo perfecto, lo que es imposible. No saben cómo lidiar con los errores humanos de sus dirigentes. Así, imponen al liderazgo una carga que más parece maldición y que Dios jamás intentó que cargasen sus líderes.