Por Bob Davies
Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Lucas 2:10-11
Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Lucas 2:10-11
Por Sue Bohlin
No existe tal cosa como un dolor sin sentido en la vida de un hijo de Dios. ¡Cómo me ha alentado y fortalecido esto en los valles de sufrimiento y dolor! En este ensayo hablaré sobre el valor del sufrimiento, un elemento desagradable y no negociable de la vida en un mundo caído.
Era el 25 de marzo de 1986 — un día que nunca olvidaré. Toda Heidelberg, Alemania, estaba cargada de vida aquel día con el fresco resplandor de la primavera.
1. Ve a una persona, no a un homosexual. No somos de una campaña de limpieza; somos embajadores de amor. ¿Cómo te acercarías a alguna persona que crees que necesita a Cristo? No hay nada especial sobre la homosexualidad como pecado ante los ojos de Dios. No permitas que lo sea para ti. Los homosexuales están buscando amor, como cualquier otra persona. Jesucristo es la respuesta para esa necesidad.
2. Recuerda que el evangelio significa «buenas nuevas». Asegúrate de presentar a un Salvador, no un código de éticas. Jesús es una persona real, no una vida filosófica. No estés tan interesado sobre un pecado en particular. Dios quiere redimir a la persona completa, no sólo su sexualidad.
3. Conoce lo que estás ofreciendo. Estás ofreciendo a Jesucristo como Señor y Salvador. No estás ofreciendo heterosexualidad. Hay una diferencia entre tener una preferencia homosexual y actuar de acuerdo a un comportamiento homosexual. Cuando una persona hace un compromiso con Cristo, debe estar de acuerdo con Dios de que el comportamiento homosexual es pecado. Estás inicialmente ofreciendo el poder para venir a la abstinencia del comportamiento homosexual —pero los sentimientos no van a cambiar de la noche a la mañana. Esto vendrá con el tiempo, el cuidado e interés de amigos, y la calidad de su propia rendición continua a Cristo.
4. Ama activamente a la persona. Las palabras pueden ser muy vacías. Demuestra tu amor escuchándole, llamándole, confrontándole cuando sea necesario, sentándose juntos en la iglesia. Amor es verbo.
5. No tengas miedo de escuchar algunos detalles «groseros». Algunas personas no saben cómo expresarse sino utilizando el lenguaje de la calle. Escucha con amor y responde mientras buscas el consejo de Jesús. Ámalos en donde se encuentren.
6. No tengas temor de decir, «te amo». No tengas temor de abrazar, tocar, estrechar las manos en oración. Todos necesitamos una afirmación física de amor mutuo. El tocar no es sexo, es amor. Los homosexuales necesitan aprender el lugar del afecto fuera del contexto sexual. No te van a violar. Si tus intenciones son malinterpretadas, explícate, pero no te alejes.
7. Comparte tu vida. Mucha gente que viene de un trasfondo homosexual se sorprende al darse cuenta de que «gente normal» también lucha con tentación, soledad, rechazo, heridas, etc. Eso les ayuda a poner su vida en perspectiva.
8. Presenta todo el evangelio. Jesús quiere liberarlos de la mentira, de la amargura, del orgullo, de la rebelión, etc. El comportamiento homosexual y las fantasías son sólo una parte.
9. No hagas de la homosexualidad el punto central de tu relación. Al mismo tiempo no temas hablar de ella, recuerda que hay muchas otras áreas en la vida de tu amigo que puedes discutir. Y muéstrales a Jesús, como la respuesta a todos sus pecados.
10. Háblales sobre Exodus. Comparte escrituras tales como 1 Corintios 6:11 («…y eso eran algunos de ustedes…») así como testimonios de otros que han salido de la homosexualidad. «La fe viene por el oir…».
© Robbi Kenney. Reimpreso con permiso de Outpost, PO Box 7067,
Minneapolis, MN 55407.
Traducido al español por Pedro Delgado
Para muchos hombres que están saliendo de la homosexualidad, el relacionarse con hombres “siempre heterosexuales” les causa temor. Este artículo persigue ayudar a aquellos que están tratando con algunos de estos temores.
A través de toda mi experiencia cristiana, Dios ha tratado con mis conceptos de amor. Tuve que aprender cómo sentirme cómodo al tener relaciones íntimas, no sexuales con otros varones. A menudo luchaba por mantener un balance. Mientras aprendía a involucrarme en los deportes y a reunirme en las conversaciones como “uno más de la banda”, aún tenía gran dificultad en el área del contacto físico. Muchas veces, me abstuve del abrazo común cristiano o de rodear los hombros de un hermano para confortarlo. Envidiaba enormemente a aquellos que eran libres de expresar el amor de Cristo con tanta espontaneidad.
Llegó el tiempo en que Dios tratara con esta área en mi vida. Había estado ministrando a un joven recién convertido llamado Kenny. Kenny había sido un impetuoso trabajador de la calle y había ocasiones en las que sentía que él no estaba siendo totalmente honesto conmigo. Yo quería romper con su fuerte escudo antiemocional, pero el temor me lo impedía. Kenny tenía un gran parecido con el chico del cual yo había estado enamorado un par de años atrás. Tenía miedo de tener un acercamiento físico demasiado cercano a él. Si fuera yo a romper con esa coraza exterior para ayudarlo a tener un quebrantamiento, ¿Cómo podría consolarlo con el amor de Jesús?
Compartí este problema con un colega en una carta. Su respuesta revolucionó mi vida. “Todas las personas tienen una necesidad de amor y de afecto físico… especialmente quienes vienen de un trasfondo de atracción al mismo sexo. ¿Deberemos ser afectuosos con la gente, incluso si existe el riesgo de enamorarse? ¿No nos forzaría eso a tratar con nuestras voluntariosas emociones?
Mientras meditaba en sus palabras, comencé a darme cuenta cómo había permitido que el problema se tornara mayor. Había un hermano al cual le daba puñetazos en el hombro continuamente, en lugar de abrazarlo. Había dos hermanos cuyas amistades yo evitaba porque me sentía intimidado por su buena apariencia. Cuando comencé a corroborar estas reacciones con otros “ex-gays”, aprendí que este era un problema común.
Supe que era tiempo de “tomar al toro por los cuernos”. Comencé a abrazar a Paul en lugar de golpearlo. Empecé una amistad con Rob y Mark. Y ya no hubo más problemas con Kenny. ¿Puedo decirte que toda mi vida se estremeció por un momento? Tuve que rebajar recuerdos, asociaciones y sentimientos confusos que surgían. Tuve que orar como nunca antes había orado para que Dios me hiciera capaz de mantener estas amistades honestas y puras delante de Él. Y Dios, como siempre, fue fiel. Mi amistad con Rob y Mark se hizo más fuerte en el Señor. En ellos, encontré amigos que fueron incluso para mí más cercanos que Rick, el chico del cual yo había estado enamorado. El amor de Jesús me permitió una confianza, una honestidad, y una apertura enormes.
Mark se fue a casa al final del período escolar, mientras que Rob se quedó. Varios meses después, fuimos a ministrar a su pueblo natal, donde Dios me tenía guardada una interesante lección. Mientras estábamos allí, nuestro grupo se hospedó en el gimnasio de una preparatoria. La sección de varones tenía instaladas regaderas generales. El temor se apoderó de mí mientras descubría que, por primera vez desde mi salvación, sería expuesto a la desnudez masculina. El terror total me invadió mientras me dí cuenta que Rob podía ser uno de los que estuvieran en el cuarto de baño. “Pero Dios”, gritaba en silencio, “¡no estoy listo!” Claro que Dios tenía otro plan.
Mientras era confrontado con esta situación que yo temía más que cualquier otra cosa, el corazón se me quería salir. Entonces, repentinamente, la paz de Dios se afirmó sobre mí con una preciosa revelación. Él es cristiano… tú eres cristiano. El no está en eso… TÚ YA NO ESTÁS en eso. Y más directamente, el simple hecho de que lo veas no significa que te pertenece.
Me di cuenta que el cuerpo de Rob le pertenecía a él y al Señor… que algún día, pertenecería a su esposa. Pero definitivamente no me pertenecía a mí. Como un niño que había sido advertido que se alejara del tarro de galletas, tuve que ser alejado de mi deseo. Con un corazón callado, me di cuenta que había pasado la prueba… y experimentado la grandeza del poder sustentador de Dios.
La historia, sin embargo, no termina allí. En una sesión de oración, se le pidió a Rob que orara por aquellos que tenían necesidades. Al tiempo que me paraba en la fila, miraba mientras él oraba. Abrazaba a cada persona firmemente y lloraba sobre sus hombros. Nuevamente el temor se apoderó de mí. Mientras Rob me abrazaba, me separé. Pensé, “pero que estarán pensando… todos ellos saben que yo gay”.
Más tarde, hablé con Rob sobre esto y oramos. Primero privadamente, y luego en el autobús con unos 55 estudiantes rodeándonos, cuando Rob sintió que esto no había sido resuelto la primera vez. Hubo un alivio genuino esta vez, y ya no me importó lo que pensaran los demás —sólo Dios. Qué hermosa libertad. Regresé a la escuela regocijándome en la sencilla belleza de una amistad en Cristo.
Dos semanas más tarde, la bomba estalló. Si esto te impacta, ¡imagínate como me sentí yo! Vi a Rob en el vestíbulo de la escuela y llegué a una terrible conclusión. Me di cuenta que me sentía enamorado de él. Estaba horrorizado. “¿Y ahora qué, Dios? Imploré. Pensé en simplemente terminar la amistad… huyendo del mal que había temido que apareciera. Pero luego escuché la suave voz de Dios de nuevo. “Hijo, no quiero que te encierres por el pecado, pero tampoco quiero que te encierres por el temor. Por tanto, párate pronto en la libertad que Cristo te ha concedido, y no estés enredado nuevamente con el yugo de la esclavitud. Enfréntalo hijo, trata con esto”.
Encontré a Rob y simplemente le dije que Satanás estaba tratando de robarme la victoria que había recibido en el viaje. Unimos nuestras manos en oración y el poder de Dios vino para verme libre. Los resultados de estos episodios para mí fueron los siguientes: me había dado cuenta que Dios me permite tener tentaciones y pruebas de tal forma que pueda compartir la verdad de Su poder y victoria sobre toda circunstancia. Porque había puesto mi cara como un pedernal y estaba determinado a tener victoria sobre los temores e inseguridades de mi pasado, tenía que luchar esta batalla final. Estoy seguro de que has oído que no hay victoria sin una batalla.
Había tenido tres temores principales como cristiano: el temor de ver la desnudez masculina, el temor de caer sexualmente con un hombre, el temor de enamorarme de otro hombre. Dios no permitió que permaneciera encarcelado por esos temores, por tanto Él me confrontó con cada uno de ellos y me trajo a la victoria.
Hoy día, soy libre debido a estas “lecciones de la vida”. Rob y Mark son aún amigos especiales, incluso cuando la distancia nos separa. Y ahora está abierta la puerta para una amistad con mayor calidez en Cristo. He cosechado muchas bendiciones a través de estas verdades que el Señor ha obrado en mi vida.
Ed Hurst es el autor del librito, “Homosexualidad: Cortando de Raíz”. Este artículo originalmente apareció en la publicación OUTPOST, Junio, 1979.
Reproducido con permiso
Traducido del inglés por Pedro Delgado
Rebelión —un asunto que conozco muy bien. Habiéndome considerado la oveja negra de la familia (siempre me sorprendían haciendo algo malo), me sentí confortablemente calificado cuando se me pidió dar una parte de mi testimonio referente a ese tema. Ser un rebelde fue parte de mi fuerte personalidad individualista —una parte de «quien yo era». Obviamente, esto no siempre se mezclaba muy bien con mi caminar cristiano. Me involucré con Desert Stream como participante de su programa de Living Waters en el otoño del ’89. Mi ruptura sexual, tanto en el área homosexual como en el área heterosexual, habían estado siendo barridas bajo la alfombra cuando llegué a convertirme en primavera de 1986. Era mi esperanza que nunca tuviera que tratar con ello otra vez, ahora que esto había sido cubierto bajo el manto de Dios. Tenía algunas cosas que aprender…
Puedo ver ahora que era acosado por heridas que no habían sido sanadas y por límites brumosos con la gente, llegué a hacer amistad con un vecino que compartía mi pasión por lo «creativo», y quien por otra parte era un haragán de la playa de Santa Mónica. A medida que la amistad crecía y mi protección se desvanecía, poco a poco e ingenua y tontamente me entregué a un avance sexual una mañana cuando mi vecino tocó a mi puerta. Una relación de compromiso pendiente con una mujer rápidamente se deshizo y me inscribí en Living Waters.
Esta fue mi primera exposición a la adoración y el Señor lavó mi alma adolorida con hermosas melodías y letras. Experimenté una gran sanidad medular y me enamoré del Espíritu de Dios mientras a medida que se revelaba en el personal de Desert Stream y en sus enseñanzas. Acabé siendo el líder de un pequeño grupo año siguiente. Mi caminar en la soltería resultó ser más fácil de lo que yo creía. Como Desert Stream enseña, continué estando involucrado en la cobertura de un pequeño grupo de varones del cual yo había estado siendo parte durante más de dos años.
PÉRDIDA DE LAS PRIORIDADES ESPIRITUALES
Mi situación cambió sutilmente, ahora me doy cuenta, cuando empecé a trabajar más tarde en la oficina de mi condado de Orange (90 millas de viaje redondo diariamente), y empecé a faltar más y más a mis reuniones de oración semanal con los muchachos. Comencé a vivir en el condado de Orange durante la semana para disminuir mis viajes, pero como resultado esto también me alejó de mi bien establecida comunidad de amigos de apoyo. Estaba en control de mi vida (o al menos eso creía) y lidiando juntamente con sus constantes demandas de tiempo. Había estado asistiendo a La Iglesia en el Camino durante cuatro años, enseñando en la Escuela Dominical y ayudando en Living Waters los martes por la noche. Ni siquiera me había desconcertado el que había tenido que dejar escapar una de mis más importantes prioridades espirituales —el compañerismo y la oración con mi grupo íntimo de amigos varones.
Había estado comprometido con una joven en ese tiempo durante cinco meses. Una noche, alcanzamos la cima de la frustración en lo que yo consideré ser una pobre comunicación y una creciente falta de compatibilidad. Encima de todo esto, Sharon y yo acabábamos de regresar de un enfadoso viaje de negocios y unas cortas vacaciones. Yo estaba cansado y enfurruñado por haber perdido un valioso artículo personal en el aeropuerto. No hablé con ella durante todo el camino a casa. Todas estas señales debieron haber sido banderas rojas de alerta para detenerme, pero no las consideré. Después de llegar a casa esa noche, en vez de dirigirme directamente del estacionamiento a mi departamento, elegí cometer un acto de desafío (a Dios) y un rápido remedio a mi frustración de no ser capaz de «conectarme» con una mujer. Tiré un guijarro a la ventana de mi vecino, repitiendo un viejo patrón. Suficientemente seguro, él me encontró en su puerta. Mi remedio rápido estaba en su departamento y yo iba por él.
CONSECUENCIAS DOLOROSAS
Las consecuencias fueron más que allá de lo espiritual. Sabía que tenía que decírselo al personal de Desert Stream. Esas eran las reglas. Me reuní nerviosamente con Jody Spinuzza, sabiendo que tenía que bajar de mi liderazgo. Se me puso a prueba, y me dijeron que posiblemente podría ser asistente de líder de grupo en el grupo de Living Waters en el otoño de 1991 (si podía controlar mi situación). No se me permitió asistir al grupo de apoyo de varones de liderazgo de Desert Stream mientras estaba a prueba. El engaño de Satanás y mi propia voluntad me impidieron ser el vaso de sanidad que yo quería que Dios utilizara.
El Señor tenía una profunda sanidad por hacer y yo necesitaba comprometer toda mi atención a ello. Esto fue doloroso y triste a veces, pero el Señor continúa conmigo a lo largo del camino.
Un mes más tarde, aproximadamente, caí con mi vecino en una secuencia los viernes por la noche. Ahora sabía lo que significaba ser un adicto sexual. Estaba temeroso y confundido y realmente contemplaba el hecho de alejarme del Señor durante este período de obscuridad. ¡Con qué rapidez podemos ser engañados cuando participamos en comportamiento pecaminoso!
PROFUNDO ARREPENTIMIENTO
En ese tiempo, Shawn Corkery, a quien estaba ayudando a dirigir un pequeño grupo, estaba fuera del país. Tuve que confesarme con el «principal», Andy Comiskey. Hablé con él por teléfono, en ese momento hice confesión y oramos, y luego él me pidió que confesara delante de mis compañeros de mi pequeño grupo de líderes durante nuestro tiempo regular de oración, antes de que comenzara el programa de Living Waters ese martes por la noche. Eso fue duro. Allí estaba mi pequeño grupo de líderes, algunos para quienes incluso yo había sido su líder de grupo en años anteriores. Estaba turbado y avergonzado y mi orgullo estaba tratando de impedirme hacer esto.
Tenía una opción. Un viejo dicho de Desert Stream me vino a la mente… «Yo podría, o tener la apariencia de ser restaurado e íntegro, o buscar realmente la restauración y la integridad». Y Andy me había ofrecido permitirme continuar en el programa ese año como participante (en lugar de líder). Me humillé a mí mismo, lloré delante de mis hermanos y hermanas, y confesé mi pecado. Su calidez e interés genuino tocaron mi corazón. Jody me aseguró que no había sido en vano toda la restauración que ya había experimentado hasta ese punto. Dios imprimió en mí que este era el camino correcto a seguir, en vez de retroceder y refugiarse en el aislamiento y ocultamiento. Lo siguiente es que mi pequeño grupo de varones tenía que ser informado. Ahora tenía que pedirles permiso para unirme a su grupo como participante, bajándome de mi liderazgo. Una vez más, la compasión de Dios fue expresada a través de las palabras de estos hombres. El proceso de restauración había comenzado, con la confesión, como regularmente empieza. El Señor tenía una profunda sanidad por hacer y yo necesitaba comprometer toda mi atención a ello. Esto fue doloroso y triste a veces, pero el Señor continúa conmigo a lo largo del camino.
CONFESIÓN PARA CRECIMIENTO
Hoy estoy más fuerte en Él y tengo una gran sobriedad sobre la seriedad de mis prioridades espirituales que me ayudan a mantenerme en Su senda recta y estrecha. Esto incluye participar en pequeños grupos de cobertura, y un sano y continuo compañerismo con mis hermanos. Para mí, esto ha significado unirme a una iglesia más pequeña e íntima donde verdaderamente puedo llegar a conocer lo que es ser parte de una comunidad ¡Y amo esto!
Gracias al liderazgo de Desert Stream por apoyarme en el proceso de sanidad. Amo este ministerio y lo que Dios está haciendo a través de él.
Jay Nuzser
Hace no mucho tiempo, me encontré con una vieja amiga quién aún está en el estilo de vida homosexual. Compartió conmigo las cosas que ha estado haciendo. Yo le compartí cómo Jesús ha estado sanándome y cómo Él me ha sacado fuera de ese estilo de vida. Ella no quería oír que Dios puede cambiarla ni que hay sanidad de la ruptura sexual. Aun así, yo puedo escucharla y en su conversación había una obscuridad de rebelión que la sobre cubría tratando de convencerme de que ella era feliz. Habiendo tomado cada quien nuestro camino, sucedió que a veces me sentía y me siento aún propensa a ser rebelde a la voluntad de Dios.
EL COSTO Y EL DOLOR DE LA REBELIÓN
Mirando retrospectivamente hacia mi sanidad, estoy sorprendida de cómo Dios me buscó en medio de mi rebelión. Una y otra vez, Dios mostró su misericordia y amor, aun así, la obscuridad en la que uno cae cuando abrimos la puerta a la rebelión es muy costosa y dolorosa. Es muy costoso porque la relación con Dios es obstaculizada. Y es doloroso porque te sientes como si la mano de Dios fuera quitada de ti y no sientes Su cobertura y bendición sobre ti. Como ves, hace no mucho tiempo pensaba que sabía todo y que había recibido toda la sanidad que necesitaba. Pensaba que Dios había hecho todo conmigo y que había terminado con toda la consejería que necesitaba mi alma. Ahora sé que Él apenas había comenzado.
CONFIANZA EN UNO
En otoño de 1990, mi vida parecía muy saludable. Habían pasado cuatro años desde mi último encuentro homosexual. Pensaba «no hay nada más que necesite ser sanado», aun así, Dios puso a dos mujeres sabias en mi vida que me estuvieron diciendo que aún necesitaba más terapia. Sin escuchar a mi pastor y a Jody, me negué a buscar más sanidad. En invierno del ’91, caí en pecado con una mujer a quien Dios había sacado del satanismo. Ella también había sido rebelde hacia la gente que la había llamado a estar bajo su cobertura.
Mientras veía atrás, me daba cuenta de que mi confianza no descansaba sobre Dios por las cosas que yo había hecho para mi sanidad. En vez de eso yo confiaba en las formas en que yo había buscado sanidad. No me mal interpreten —Dios nos da herramientas, programas y gente para ayudarnos en nuestra sanidad. Pero cuando uno pierde de vista de QUIEN es el ÚNICO que nos da su gracia para ir a través de todas las cosas, uno llega a estar centrado en uno mismo, cansado y rebelde. Cuando lo pierdo de vista, sé que estoy en problemas, porque Él es el Padre amoroso que nos llama a ser obedientes y a estar bajo su cobertura y bajo la cobertura de otros.
Creo que Dios siempre proveerá gente que esté deseosa de caminar contigo en tu proceso de sanidad, así como lo hizo por mí. Escucha el consejo de hombres y mujeres santos porque ellos han ido antes que tú. Porque ellos ven cuánto ha hecho Dios en tu vida, ellos quieren alentarte a recibir más de Aquel que verdaderamente sana, de Jesús.
María Cárdenas
Tradujo: Pedro Delgado
Por Rusty Wright
¡Oigan, chicos! ¿Quieren leer un material realmente genial sobre el amor y el sexo que tal vez nunca escuchen de sus padres? ¡Presten atención! (Pero . . . traten de no escuchar durante los próximos segundos).¡Oigan, padres! ¿Quieren saber cómo hablar a sus hijos sobre el sexo de una forma que entiendan y con la que se sientan identificados? Sigan leyendo.{1}
Está bien, chicos. Pueden volver a escuchar.
“Una vida amorosa satisfactoria. ¿Cómo puedo tenerla? ¿Cómo puedo sacar lo máximo del sexo?”. Los estudiantes universitarios de todo el mundo hacen estas preguntas. Al hablar en sus universidades, he intentado ofrecer algunos principios prácticos, porque creo que tanto el placer como la satisfacción emocional son aspectos importantes del sexo. Estos principios tienen que ver con los adolescentes también. Adolescentes de todas las edades.
El sexo ocupa nuestras mentes frecuentemente. Según dos psicólogos de la Universidad de Vermont y la Universidad de South Carolina, el 95% de las personas piensa en el sexo al menos una vez por día.{2} Usted podría preguntarse: “¿Quiere decir que el 5% no lo hace?”.
¿Por qué existe el sexo? Uno de los principales propósitos del sexo es el placer. Piense en lo que un sabio llamado Salomón escribió. Escribiendo a veces con terminología “para ver acompañado con los padres” (pero no “prohibida para menores de 18 años”), dijo:
Bebe el agua de tu propio pozo,
el agua que fluye de tu propio manantial.
¿Habrán de derramarse tus fuentes por las calles
y tus corrientes de aguas por las plazas públicas?
Son tuyas, solamente tuyas,
y no para que las compartas con extraños.
¡Bendita sea tu fuente!
¡Goza con la esposa de tu juventud!
Es una gacela amorosa,
es una cervatilla encantadora.
¡Que sus pechos te satisfagan siempre!
¡Que su amor te cautive todo el tiempo! {3}
El antiguo soneto de amor de Salomón, el “Cantar de los Cantares”, es uno de los mejores manuales de sexo escritos jamás. Detalla la belleza de la relación sexual en el matrimonio y es una descripción sumamente franca de la intimidad sexual marital. Tal vez quiera leerlo usted. (¿Le sorprende saber que está en su Biblia? Puede marcar las mejores partes.)
Otro propósito del sexo es desarrollar una totalidad o unidad. Mil quinientos años antes de Cristo, Moisés, el gran liberador israelita, escribió: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.{4} Cuando dos personas se unen sexualmente, se vuelven “una sola carne”.
Un tercer propósito del sexo es la procreación. Por supuesto, así fue que llegamos aquí. Aprendemos esto en el primer año de biología, ¿no es cierto?
De acuerdo, así que el sexo es para el placer, la unidad y la procreación. Pero ¿cómo pueden las personas obtener lo máximo del amor y el sexo?
Cómo tener la vida amorosa más satisfactoria
Una forma de no tener una vida amorosa satisfactoria en el matrimonio es concentrarse exclusivamente en la técnica sexual. Ciertamente no hay nada de malo en aprender las técnicas sexuales -especialmente las básicas-, pero las técnicas por sí solas no son la respuesta.
Las cualidades que contribuyen a una vida sexual exitosa son las mismas que contribuyen a una relación interpersonal exitosa. Cualidades como el amor, el compromiso y la comunicación.
Piense en el amor. Como señala el popular conferencista y autor Josh McDowell, esas románticas palabras, “Te amo”, pueden ser interpretadas de diferentes formas. Un significado es: “Te amo si -si sales conmigo . . . si estás de buen humor . . . si te acuestas conmigo”. Otro significado es: “Te amo porque -eres atractivo/a . . . fuerte . . . inteligente”. Ambos tipos de amor deben ser ganados.
El mejor tipo de amor es incondicional. Dice: Te amo, punto. Te amo aun cuando aparezca alguien mejor parecido/a, aun cuando cambies, aun cuando tengas mal aliento por la mañana. Pongo tus necesidades por sobre mis propias necesidades”.
Una joven pareja comprometida tenía la popularidad, inteligencia, buena apariencia y éxito atlético que parecían augurar un brillante futuro. Entonces la mujer sufrió un accidente esquiando que la dejó paralizada de por vida. Su prometido la dejó.
Esta historia verdadera -retratada en la popular película “Una ventana al cielo”- era ciertamente compleja. Pero ¿era su amor por ella “amor, y punto”? ¿O era amor “si”, o amor “porque”? El amor incondicional (o “menos condicional”, porque ninguno de nosotros es perfecto) es un bloque constructivo esencial para una relación duradera.
El amor incondicional, con cariño y aceptación, puede ayudar a una relación sexual en un matrimonio. El sexo, visto de esta forma, se convierte, no en un desempeño centrado en uno mismo, sino en una expresión significativa del amor mutuo.
El compromiso es, también, importante para una fuerte relación y el sexo satisfactorio. Sin el compromiso mutuo, ninguno de los cónyuges podrá tener la confianza máxima de que la relación es segura.
La buena comunicación es esencial. Si surge un problema, las parejas necesitan hablarlo y perdonarse, antes que cocerse en su propia salsa. En palabras de un profesor de sociología, “la estimulación previa sexual involucra una relación de 24 horas”.{5}
Los estudiantes suelen preguntar: “¿Y qué de la actividad sexual antes del matrimonio?”. Hablaremos más sobre ese tema polémico a continuación.
¿Por qué esperar?
Después que hablé en una clase de sexualidad humana en Arizona State University, un estudiante dijo: “Usted está hablando del sexo dentro del matrimonio. ¿Y el sexo prematrimonial?”. Tenía razón. Yo estaba diciendo que la relación sexual había sido ideada para funcionar mejor en un matrimonio feliz, y recomendaba esperar hasta el matrimonio antes de experimentar el sexo.
Este punto de vista es, por supuesto, muy polémico. Usted tal vez esté de acuerdo conmigo. O podría pensar que soy de otro planeta, y respeto su derecho a sentir de esa forma. Esta es la razón por la que yo esperé.
Primero, es una razón moral. De acuerdo con la perspectiva que represento, el Dios bíblico claramente dice que esperemos.{6} Algunas personas piensan que Dios quiere hacerlas infelices. En realidad, Él nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Hay razones prácticas para esperar.
El sexo prematrimonial puede atentar contra una fuerte relación y una vida amorosa gratificante. Demasiado a menudo, es meramente una experiencia auto gratificante. Luego de un encuentro sexual íntimo, un integrante de la pareja podría estar diciendo: “Te amo”, mientras el otro piensa: “Lo amo”.
Muy a menudo, al sexo prematrimonial le falta un compromiso total y permanente. Esto puede crear inseguridad. Por ejemplo, mientras la pareja no está casada, persiste el pensamiento recurrente: “Si él/ella ha dormido conmigo, ¿con quién más podría haberse acostado?”. Luego de casarse, piensan: “Si estuvo dispuesto/a a quebrar una norma conmigo antes de estar casados, ¿lo hará con otra persona después de casados?”. La duda puede minar su relación.
El sexo prematrimonial puede inhibir la comunicación también. Cada uno podría preguntarse: “¿Cómo me comparo con los demás amantes de mi pareja? ¿Les dice a ellos/ellas cómo soy en la cama?”. Cada uno puede volverse menos abierto; la comunicación puede deteriorarse, así como la relación. El sexo prematrimonial puede reducir las posibilidades de que las personas experimenten unidad y placer. No estoy afirmando que el sexo prematrimonial le impida tener buen sexo en el matrimonio. Pero digo que puede introducir factores que pueden ser difíciles de vencer.
Una joven mujer que acababa de casarse me habló de su perspectiva luego de una conferencia en Sydney University, de Australia. Dijo: “Realmente me gusta lo que usted dijo sobre esperar. Mi novio y yo teníamos que tomar la decisión y decidimos esperar” (cada uno había estado sexualmente activo en relaciones anteriores). Continuó diciendo: “Con todas las demás tensiones, las decisiones y la presión del compromiso, el sexo hubiera sido solo una preocupación más. Esperar hasta nuestro matrimonio antes de tener sexo fue la mejor decisión que tomamos jamás”.
Palabras sabias. Yo esperé porque Dios lo dijo, porque había muchas ventajas prácticas y porque ninguno de los argumentos que había escuchado a favor de no esperar eran lo suficientemente fuertes.{7}
La dimensión vital
Hasta ahora hemos considerado los temas “¿Por qué el sexo?”, “Cómo tener la vida amorosa más satisfactoria” y “¿Por qué esperar?”. Considere ahora la dimensión vital en cualquier relación.
Hay poderosos factores emocionales que pueden hacer que les resulte difícil a los adolescentes esperar hasta el matrimonio para tener relaciones sexuales o dejar de tenerlas. El anhelo de estar cerca de alguien o el ansia de expresar amor pueden generar intensos deseos de intimidad física. Muchos solteros hoy quieren esperar, pero carecen de la fuerza interior o de autoestima. Tal vez teman perder el amor si postergan el sexo.
A menudo, el sexo trae vacío antes que la totalidad que la gente busca en él. Como me dijo una productora de televisión: “Francamente, creo que la revolución sexual ha tenido un efecto contrario al buscado. Es degradante ser tratado como un pedazo de carne”. La noche anterior su amante había justificado la decisión de él de dormir con otras personas diciéndole a ella: “Hay suficiente de mí para todos”. Lo que sospecho que quiso decir es: “Hay suficiente de todos para mí”. Se sentía engañada y sola.
Le expliqué a ella y a su audiencia televisiva que la sexualidad involucra también lo espiritual. Un sabio maestro espiritual entendió nuestra soledad y anhelos de amor. Reconoció las necesidades emocionales humanas de estima, aceptación y totalidad, y ofreció un plan para suplirlas. Su plan ha ayudado a las personas a ser personas “flamantes” por dentro.{8} Prometió amor incondicional a todos los que lo pidieran.{9} Una vez que sabemos que somos amados y aceptados, podemos tener una mayor seguridad para ser vulnerables en las relaciones y una nueva fuerza interior para hacer elecciones sabias para una vida segura.{10}
El maestro dijo: “Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”.{11} Millones de personas dan fe de la seguridad que Él puede brindar en las relaciones. Su nombre, por supuesto, es Jesús de Nazaret. Si bien yo había sido un escéptico, puse mi fe en Él personalmente durante mi primer año en la universidad. Mediante una simple actitud del corazón, dije: “Jesús, creo que moriste y resucitaste por mí. Te pido que entres en mi vida, me perdones y me des la nueva vida que prometiste”. Me perdonó todas mis defectos -y tenía (y tengo) muchos. Dijo que su propia muerte y resurrección -una vez que aceptaba su perdón- borró mi culpa.{12} ¡Esas eran buenas noticias!
El matrimonio en el cual participa Jesús puede ser como un triángulo, con Dios en el vértice superior y los dos cónyuges en los vértices inferiores. Al acercarse cada cónyuge más a Dios, también se acercan entre sí. La vida no se vuelve perfecta, pero la amistad de Dios puede aportar una dimensión vital a toda relación.
Padres e hijos
Una encuesta en todo el país preguntaba: “Cuando se trata de tus decisiones respecto del sexo, ¿quién tiene más influencia?”. Cuarenta y nueve por ciento de los adolescentes que contestaron dijeron que eran sus padres. La respuesta que más se acercaba era “los amigos” (16 por ciento). Once por ciento dijo que los medios de comunicación eran los que más influían en sus decisiones acerca del sexo. Solo el 5 por ciento dijo que era su pareja romántica.{13} Chicos, muchos de sus pares creen que es importante tener en cuenta cómo se sienten sus padres con relación al sexo.
Y los adolescentes sienten que hablar con sus padres acerca del sexo puede facilitar importantes decisiones sexuales. En una encuesta nacional posterior, los adolescentes expresaron abrumadoramente que ellos podrían posponer la actividad sexual más fácilmente y evitar quedar embarazadas si solo pudieran hablar de estos temas más abiertamente con sus padres.{14}
Pero existe un problema. Demasiados padres no son conscientes de la importancia que tiene lo que ellos piensan acerca del sexo para sus adolescentes. Los padres suelen pensar que los amigos de sus hijos son la influencia más fuerte en las decisiones sobre el sexo. Sin embargo, los adolescentes no consideran que sus amigos sean remotamente tan influyentes como piensan que lo son sus padres.{15}
Y, mamá, ¡usted es muy, muy importante!
Un informe importante basado en dos estudios de la Universidad de Minnesota que involucran datos nacionales encontró que los adolescentes que tienen relaciones estrechas con sus madres tienen una mayor probabilidad que los adolescentes que carecen de estas relaciones de demorar su primera relación sexual. Los autores del informe notan que “estudios anteriores han mostrado que las madres tienden a tener una mayor influencia que los padres sobre las tomas de decisiones sexuales de los adolescentes”.{16}
¿Qué puede hacer un padre o una madre para ayudar a que sus hijos adolescentes desarrollen actitudes y comportamientos sexuales saludables? Estas son algunas ideas:
* Desarrolle relaciones estrechas y cariñosas con sus hijos desde que son pequeños.
* Sea modelo de los tipos de comportamiento y las actitudes que usted quiere que imiten.
* Escúchelos y trátelos con respeto.
* Hable del sexo, de sus propios valores y por qué los sostiene.
* Ayude a su hijo adolescente a pensar en sus metas para la vida, incluyendo la educación, y cómo la actividad sexual podría afectar sus sueños.
* Discuta qué tipos de medios de comunicación son adecuados para el consumo de su hijo o hija.
Tomar decisiones sexuales puede ser duro para los adolescentes hoy. Los padres y los adolescentes pueden ayudarse mutualmente siendo buenos amigos y comunicándose. No siempre es fácil, pero las recompensas pueden ser significativas.
Notas
1. Partes de este artículo están adaptadas de Rusty Wright, “Dynamic Sex: Unlocking the Secret to Love,” Every Student’s Choice, 1996,
2. Kathleen Kelleher, “Entertaining Fantasies? Don’t Worry, Everyone’s Doing It,” Los Angeles Times, August 15, 1995, E1. Ella cita a Harold Leitenberg de la Universidad de Vermont y Kris Henning, “ahora en la Escuela Médica de la Universidad de Carolina del Sur”.
3. Proverbios 5:15-19.
4. Génesis 2:24.
5. Emily Dale, Ph.D., Department of Sociology and Anthropology, Illinois Wesleyan University, Bloomington, Illinois, 1975.
6. 1 Corintios 6:18; 1 Tesalonicenses 4:3.
7. Para un resumen de los argumentos a favor de sexo prematrimonial, con respuestas, ver Wright, “Dynamic Sex: Unlocking the Secret to Love,” op. cit.
8. 2 Corintios 5:17.
9. Juan 3:16; 13:34, 35; 17:20, 23, 26; 1 Juan 4:7-21, 5:14, 15.
10. Hechos 1:8; Efesios 5:18; Gálatas 5:16-24; 1 Corintios 6:18-20.
11. Juan 8:32.
12. Lucas 24:44-47; Colosenses 2:12-14.
13. “Faithful Nation: What American Adults and Teens Think About Faith, Morals, Religion, and Teen Pregnancy,” The National Campaign to Prevent Teen Pregnancy, September 2001, p. 5;
14. “With One Voice 2002: America’s Adults and Teens Sound Off About Teen Pregnancy,” The National Campaign to Prevent Teen Pregnancy, December 2002, pp. 2, 26, 27;
15. Ibid., pp. 2, 22-23.
16. “Teens’ Closeness With Their Mothers Linked to Delay in Initiation of Sexual Activity, Study Says,” Kaiser Daily Reproductive Health Report, September 5, 2002,
www.probe.org/docs/dynamicsex.html; y Rusty Wright, “Safe Sex?”, Cross & Crescent LXXXI:4, Winter 1994-95, pp. 19-21, www.probe.org/rusty/docs/safesex.html. Volver Volver Volver Volver Volver Volver Volver Volver Volver Volver Volver Volver www.teenpregnancy.org/resources/data/pdf/keeping.pdf. Volver http://www.teenpregnancy.org/resources/data/pdf/WOV2002_fulltext.pdf. Volver Volver http://www.kaisernetwork.org/daily_reports/print_report.cfm?DR_ID=13275&dr_cat=2. Las palabras citadas son las del resumen del Kaiser Report de lo que comunicaron los autores de la investigación de la Universidad de Minnesota. Volver
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Traducción: Alejandro Field
Acerca del Autor
Rusty Wright, un escritor y orador asociado a Probe Ministries, es un conferencista internacional y galardonado autor, periodista y columnista especializado que ha dado conferencias en seis continentes. Es licenciado en Psicología de Duke University y tiene una Maestría en Teología de Oxford University. Se lo puede contactar en RustyWright@aol.com. Por favor indique a qué artículo se está refiriendo.
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Por Dr. Ray Bohlin
A los 16 años, John tuvo relaciones con Andrea. Solo una vez. Disfrutó de la experiencia, pero se sintió culpable y decidió que el riesgo de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y de un embarazo era simplemente demasiado grande. No volvió a tener relaciones hasta nueve años después, cuando se casó con Cindy, que era virgen. Tres meses después de casarse, Cindy comenzó a tener síntomas de dolor. Sin saberlo, John, que nunca había tenido ningún síntoma de la enfermedad, había traído dos ETS a su matrimonio. Pero John y Cindy tuvieron suerte; ambos respondieron al tratamiento y están saludables hoy. Muchos otros, sin embargo, no son tan afortunados. Hoy, las ETS han alcanzado una proporción epidémica sin precedentes. Treinta años de revolución sexual está pagando dividendos desagradables, y los que corren el mayor riesgo son los adolescentes. Esto es cierto, en parte, porque los adolescentes son más activos sexualmente hoy que nunca antes, pero también porque las mujeres adolescentes son más susceptibles a las ETS que los varones o que las mujeres adultas.
Si bien algunas ETS pueden ser transmitidas fuera de los actos sexuales, todas son transmisibles mediante el intercambio de fluidos corporales durante el contacto sexual íntimo. Quiero hablar de la gravedad del problema, así como de lo que debe hacerse si queremos salvar a la mayoría de la próxima generación de la vergüenza, la infertilidad y, a veces, la muerte, que pueden ser producto de las ETS.
Si usted no está familiarizado con algunas de las estadísticas que siguen, entonces prepárese para ajustar su cinturón de seguridad, porque lo que tengo que informar no es agradable. La información que estoy por compartir viene de datos recogidos del Instituto Médico de Salud Sexual de Austin, Texas.{1} Todas estas estadísticas están fácilmente disponibles en revistas médicas y científicas acreditadas.
Hoy existen unas 25 ETS. Unas pocas pueden ser fatales. Algunas son relativamente inofensivas, pero todas son humillantes. Muchas mujeres viven atemorizadas por lo que podría deparar su futuro como resultado de la infección de una ETS. Se estima que 1 de cada 5 estadounidenses entre 15 y 55 años está hoy infectado con una o más ETS virales, y 12 millones de estadounidenses se infectan cada año. ¡Eso es aproximadamente el 5% de toda la población de EE.UU.! De estas infecciones, el 63% involucra a personas de menos de 25 años.
Esta epidemia es un fenómeno reciente. Algunos jóvenes tienen padres que pueden haber tenido múltiples parejas sexuales con una impunidad relativa y concluyen que ellos también están a salvo de la enfermedad. Sin embargo, la mayoría de estas enfermedades no estaban aquí 20 o 30 años atrás. Antes de 1960, había solo dos enfermedades de transmisión sexual predominantes: la sífilis y la gonorrea. Ambas fácilmente tratables con antibióticos.
En la década de 1960 y 1970, esta situación relativamente estable comenzó a cambiar. Por ejemplo, en 1976, apareció por primera vez la clamidia en cantidades cada vez mayores en EE.UU. La clamidia, especialmente peligrosa para las mujeres, es ahora la ETS bacteriana más frecuente en el país. En 1981, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que causa el SIDA, fue identificado. A principios de 1993, entre 1 y 2 millones de estadounidenses estaban infectados con VIH o SIDA, más de 12 millones estaban infectados en todo el mundo, y más de 160.000 habían muerto en EE.UU. solo. Entonces se agregó el herpes a la mezcla. Esta ETS infecta ahora a 30 millones de personas.
En 1985, el virus del papiloma humano (VPH) comenzó a aumentar dramáticamente. Este virus puede producir verrugas venéreas y a menudo conduce a cánceres mortales.
Para 1990, cepas resistentes a la penicilina de la gonorrea estaban presentes en cada uno de los cincuenta estados, y para 1992 la sífilis había alcanzado el valor más alto en 40 años. A partir de 1993, la enfermedad pélvica inflamatoria (EPI), que es causada casi siempre por la gonorrea o la clamidia, afectaba a 1 millón de mujeres adicionales cada año. Esto incluye entre 16.000 y 20.000 adolescentes. Esta infección puede producir dolor pélvico e infertilidad, y es la principal causa de hospitalización para mujeres de entre 15 y 55 años, aparte del embarazo.
La enfermedad pélvica inflamatoria puede producir cicatrices en las trompas de Falopio que bloquean el paso de un huevo fertilizado. Por lo tanto, éste no puede pasar al útero, y el embrión en crecimiento provocará la rotura de las trompas. Entre 1960 a 1990 hubo un aumento del 400% de embarazos ectópicos, la mayoría de los cuales fueron causados por ETS. Para colmo de males, el 80% de los que están infectados con una ETS no lo saben, e infectarán involuntariamente a su próxima pareja sexual.
Los hechos médicos de las ETS La sífilis es una infección terrible. En su primera etapa, la persona infectada puede tranquilizarse y pensar que no hay mucho que esté mal, porque la pequeña llaga desaparecerá en 2 a 8 semanas. La segunda y tercera etapa son cada vez peores, y pueden terminar por causar daño al cerebro, al corazón y los vasos sanguíneos si no se diagnostica y se trata. Lo más triste es que la sífilis es curable en un 100% con penicilina, pero hay ahora más sífilis que a fines de la década de 1940, y está creciendo rápidamente.
La clamidia, una enfermedad que solo se volvió común a mediados de la década de 1980, infecta entre el 20 y el 40% de algunos grupos sexualmente activos, incluyendo los adolescentes. En los hombres, la clamidia puede causar esperma infértil, una condición reversible con antibióticos. En las mujeres, sin embargo, la infección es devastadora. Una infección aguda de clamidia en las mujeres produce dolor, fiebre y daño a los órganos femeninos. Una infección silenciosa puede dañar las trompas de Falopio de una mujer sin que ella lo sepa jamás. Un único episodio de EPI por clamidia puede producir una probabilidad de infertilidad del 25%. Con una segunda infección, la probabilidad de infertilidad sube al 50%. Este es el doble del riesgo de la gonorrea.
El tratamiento con antibióticos no siempre es exitoso. Un estudio informó que el 18% mostró una recurrencia de la infección dentro de las 3 semanas. Tanto como el 14% de los adolescentes no responden al tratamiento y terminan por requerir una histerectomía. Es una carga abrumadora para una niña de 18 o 19 años tener que enfrentar el hecho de que nunca podrá tener un solo hijo.
El virus del papiloma humano (VPH) es una ETS sumamente frecuente. Un estudio informó que, en la Universidad de California, Berkeley, el 46% de los estudiantes de ambos sexos sexualmente activos estaban infectados con VPH. Otro estudio informó que el 38% de las mujeres sexualmente activas entre 13 y 21 años de edad estaban infectadas.
El VPH es una causa importante de llagas venéreas, que son sumamente difíciles de tratar y pueden requerir procedimientos costosos como una cirugía láser. El VPH puede producir un pre-cáncer o cáncer de los órganos genitales. Al causar cáncer del cuello del útero, este virus está actualmente matando a más mujeres en este país que el SIDA, más de 4.600 mujeres en 1991. El VPH también puede ocasionar relaciones sexuales dolorosas durante años luego de la infección, aun cuando hayan desaparecido otras señales visibles de la enfermedad.
Y, por supuesto, está el virus de la inmunodeficiencia humana, o VIH, el virus que causa el SIDA. Los primeros pocos casos de SIDA se descubrieron solo en 1981; ahora, solo en EE.UU., hay entre 1 y 2 millones de personas infectadas con esta enfermedad. Hasta donde sabemos, todas estas personas morirán en los próximos diez a quince años. A principios de 1993, unos 160.000 ya habían muerto.
En 1991 un estudio no aleatorio en la Universidad de Texas, en Austin, mostró que 1 de cada 100 estudiantes a quienes se les sacó sangre por cualquier razón en el centro de salud de la universidad estaban infectados con VIH.
Si bien el avance de la enfermedad es lento para muchas personas, todos los que la tienen estarán infectados por el resto de su vida. No existe cura, y muchos investigadores están empezando a perder esperanzas de descubrir una cura o una vacuna alguna vez (como ocurrió finalmente con la polio). En 1992, 1 de cada 75 hombres estaban infectados con VIH, y 1 de cada 700 mujeres. Pero la cantidad de mujeres con SIDA está creciendo. En los primeros años de la epidemia, menos del 2% de los casos de SIDA eran mujeres. Ahora el porcentaje es de 12%:
Los adolescentes tienen mayores riesgos de ETS Una de las estadísticas que he mencionado es que los adolescentes son especialmente susceptibles a las ETS. Este hecho es alarmante, ya que hay más adolescentes sexualmente activos hoy que nunca antes. Toda una generación corre riesgo, y lo más triste de esto es que la mayoría de ellos no son conscientes de los peligros que enfrentan. A los adolescentes se les debe dar información correcta para ayudarlos a darse cuenta de que guardarse sexualmente para el matrimonio es la única forma segura de mantenerse saludables.
Las razones médicas de la alta susceptibilidad de los adolescentes a las ETS se relacionan específicamente con las mujeres. El cuello del útero de una adolescente tiene un revestimiento (ectropión) que produce mucosa, un excelente medio de crecimiento para los virus y las bacterias. Al llegar a los 20 años o al tener un bebé, ese recubrimiento es reemplazado por un recubrimiento más fuerte y resistente. También, durante los dos primeros años de menstruación, el 50% de los períodos ocurren sin ovulación. Esto produce una mucosa más líquida que también es muy favorable para el crecimiento de bacterias y virus. Una niña de 15 años tiene una probabilidad de 1 en 8 de desarrollar una enfermedad pélvica inflamatoria simplemente por tener sexo, en tanto que una mujer de 24 años solo tiene una probabilidad de 1 en 80, en la misma situación.
Los adolescentes no siempre responden al tratamiento antibiótico para la enfermedad pélvica inflamatoria, y en ocasiones estas adolescentes requieren una histerectomía. La infertilidad es un problema creciente en nuestra sociedad. Se estima que entre la cuarta y la tercera parte de todas las infertilidades en el matrimonio son producto de ETS.
Los adolescentes son también más susceptibles al virus del papiloma humano, VPH. Las tasas de infección por VPH en adolescentes pueden llegar al 40%, en tanto que, en la población adulta, la tasa no llega al 15%. Los adolescentes también tienen mayor probabilidad de desarrollar crecimientos precancerosos como resultado de una infección de VPH que los adultos. Estos crecimientos precancerosos en los adolescentes tienen también una mayor probabilidad de convertirse en un cáncer invasor que en los adultos.
Aparte del mayor riesgo de ETS en los adolescentes, el embarazo adolescente ha alcanzado niveles sin precedentes también. En 1985, había más de 1 millón de embarazos adolescentes; 400.000 de estos terminaron en aborto. El aborto no es un procedimiento saludable para nadie, pero esto es especialmente cierto para un adolescente. No quedar embarazada en primer lugar es mucho mejor. Los anticonceptivos orales no son tan eficientes con las adolescentes, principalmente porque son más propensas a olvidarse de tomar la pastilla. A lo largo de un período de un año, tanto como entre el 9 y el 18% de las adolescentes que usan anticonceptivos orales quedan embarazadas.
Finalmente, cuando los adolescentes comienzan a practicar el sexo más temprano en su vida, tienen una probabilidad mucho más alta de tener múltiples parejas sexuales, un comportamiento que los hace correr un mayor riesgo de tener ETS. Cuando los adolescentes se vuelven sexualmente activos antes de los 18 años de edad, el 75% de ellos tendrán más de 2 parejas y el 45% tendrán 4 o más parejas. Si la actividad sexual comienza antes de los diecinueve años, solo el 20% tendrá 2 o más parejas, y solo el 1% tendrá 4 o más parejas. (Estas son estadísticas de los Centros de Control de las Enfermedades, luego de entrevistar personas de entre veinte y treinta años de edad.)
¿Es el sexo seguro realmente la respuesta? Ahora debo mirar detenidamente el mensaje del sexo seguro que está siendo enseñado a los adolescentes en la escuela y a través de los medios.
Algunas personas creen que, si les puede enseñar a los adolescentes cómo usar la anticoncepción y los condones eficazmente, las tasas de embarazo y de infección por ETS se reducirán dramáticamente. Pero el sentido común y las estadísticas nos dicen otra cosa. En Rutgers University, las tasas de infección de los estudiantes con ETS variaron poco según la forma de anticoncepción usada. Por ejemplo, entre el 35 y el 44% de los estudiantes sexualmente activos estaban infectados con una o más ETS, sea que no usaran ningún anticonceptivo, un anticonceptivo oral, el diafragma o condones. Es significativo notar que el condón, el héroe del mensaje de sexo seguro, no brindó prácticamente ninguna protección de las ETS.
¿Previenen los condones la infección del VIH, el virus que causa el SIDA? Si bien es mejor que nada, lo fundamental es que los condones no son confiables. Un estudio de Florida consideró parejas en las que un integrante de la pareja era VIH positivo y el otro, negativo. Usaron condones como protección durante las relaciones sexuales. Luego de 18 meses, el 17% de los compañeros previamente no infectados eran VIH positivos. Esta es una probabilidad de uno en seis, la misma que la ruleta rusa.
Los condones ni siquiera brindan una protección del 100% en el propósito para el cual fueron diseñados: la prevención del embarazo. Un estudio de la Clínica de Planificación Familiar de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania informó que el 25% de los pacientes que usan condones para el control de la natalidad concibieron a lo largo de un período de un año. Otros estudios indican que la tasa de embarazo accidental de relaciones protegidas por condones es de alrededor del 15% para parejas casadas y del 30% para parejas no casadas.
Los condones son inherentemente poco confiables. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dice que tanto como uno en 250 son defectuosos. Los condones suelen ser almacenados y despachados a temperaturas no seguras, y esto debilita la integridad de la goma de látex, lo cual causa roturas y desgarros. Los condones se rompen el 8% de las veces y se salen el 7% de las veces. Hay tantos peligros en el uso de los condones que uno simplemente no puede esperar que adolescentes inmaduros los usen correctamente. Y, aun cuando lo hagan, siguen corriendo riesgos.
Los estudios están empezando a mostrar que la educación sexual basada en la escuela que incluye el uso de condones como su mensaje central no funciona. Un estudio en una revista pediátrica importante concluyó que la evidencia disponible indica que hay poco o ningún efecto de la educación sexual basada en la escuela sobre la actividad sexual, la anticoncepción o el embarazo adolescente.{2} Este estudio evaluó los programas que enfatizaban los condones. Además, los programas que enfatizan los condones tienden a dar un falso sentido de seguridad a los estudiantes sexualmente activos y hace que los estudiantes que no tienen relaciones se sientan anormales.
La lista de daños por la actividad sexual adolescente fuera del matrimonio es ciertamente larga. Aparte de la amenaza a la salud física y a la fertilidad, existe el daño a las relaciones familiares, la autoconfianza y la salud emocional, la salud espiritual y las oportunidades económicas futuras debido a un embarazo no planeado. La educación sexual basada en los condones no funciona.
Guardar el sexo para el matrimonio es la solución de sentido común La epidemia de enfermedades de transmisión sexual está proliferando en este país y en todo el mundo. Enfermedades como la clamidia, el virus del papiloma humano, herpes, hepatitis B, tricomonas, enfermedad pélvica inflamatoria y el SIDA se han unido a la sífilis y la gonorrea solo en los últimos 30 años. No hay duda de que los frutos de la revolución sexual han sido devastadores. También he demostrado cómo nuestros adolescentes corren un mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual que los adultos, y que la educación sexual basada en el uso de condones es ineficaz y engañosa. Hay un solo mensaje que ofrece salud, esperanza y alegría a los adolescentes de hoy. Tenemos que enseñar a los solteros que guarden las relaciones sexuales para el matrimonio.
El sexo es un regalo maravilloso, pero si no se lo controla tiene una gran capacidad para el mal, así como para el bien. Nuestros cuerpos no fueron hechos para tener múltiples compañeros sexuales. Prácticamente todo el riesgo de las ETS y los embarazos fuera del matrimonio pueden evitarse guardando las relaciones para el matrimonio. Y puede hacerse.
Las estadísticas muestran claramente que en las escuelas que enseñan un programa de educación sexual que enfatiza guardar las relaciones sexuales para el matrimonio, la tasa de embarazos adolescentes cae dramáticamente en un tiempo tan breve como un año. En San Marcos, California, una escuela secundaria usó un programa financiado federalmente (“Teen Aid”) que hace énfasis en guardar las relaciones sexuales para el matrimonio. Antes de usar el programa, había 147 embarazos entre 600 niñas. En el transcurso de dos años, la cantidad de embarazos cayó a pique a 20 de 600 niñas.{3} Al año 1992, San Marcos todavía estaba usando este programa y seguía satisfecho con él. En Jessup, Georgia, al instituir el programa “Respeto sexual”, la cantidad de embarazos entre 340 estudiantes mujeres cayó, en años sucesivos, de 17 a 13 a 11 y a 3.
Demorar las relaciones sexuales hasta que los adolescentes sean mayores no es una propuesta ingenua. Más del 50% de las mujeres y el 40% de los varones entre 15 y 19 años no han tenido relaciones sexuales. Son una prueba viva de que los adolescentes pueden controlar sus deseos sexuales. Entre los que han tenido una experiencia sexual, el 20% tuvo sexo en el pasado, pero no estaban sexualmente activos actualmente. Por lo tanto, hay una minoría de estudiantes que están sexualmente activos.
Los programas de educación sexual basados en los condones les enseñan básicamente a los adolescentes que no pueden controlar sus deseos sexuales, y que deben usar condones para protegerse. No es un salto demasiado grande para personas que no pueden controlar sus deseos sexuales ser incapaces de controlar su odio, avaricia, ira o prejuicio. ¡Este no es el mensaje correcto para nuestros adolescentes!
Los adolescentes están dispuestos a disciplinarse por aquellas cosas que quieren y desean, y que están convencidos de que son beneficiosas. Las mujeres se levantan temprano para entrenarse para el equipo. Los varones se entrenan fuera de temporada con pesas para ser más fuertes para las competencias atléticas. Nuestros adolescentes pueden ser disciplinados en su vida sexual si tienen la información correcta para hacer elecciones lógicas.
Guardar el sexo para el matrimonio es la solución de sentido común. De hecho, es la única solución. No dudamos en decir a nuestros hijos que no usen drogas o marihuana, y la mayoría no lo hace. Decimos a nuestros hijos que es insalubre fumar, y la mayoría no lo hace.
Es normal y saludable no tener relaciones sexuales hasta el matrimonio. Las ETS son tan frecuentes que no es una exageración decir que la mayoría de las personas que tienen relaciones sexuales regularmente fuera del matrimonio contraerán una enfermedad de transmisión sexual. Nuestra sexualidad debería florecer dentro de los límites de una relación monógama mutuamente fiel. Necesitamos reeducar a nuestros hijos no solo en lo que es saludable, sino en lo que es correcto.
Notas Gran parte de la información del artículo anterior es sustancialmente idéntica y ha sido tomada de materiales y seminarios presentados por el Instituto Médico para la Salud Sexual (MISH) y su presidente, el Dr. Joe S. McIlhaney, Jr., y se usa con su permiso. MISH es una organización 501(c)3 financiada por completo con contribuciones privadas, y está dedicada a recolectar, proveer y presentar verdad médica relacionada con enfermedades de transmisión sexual, anticoncepción y temas relacionados. Para más información, usted puede contactar a MISH en P.O. Box 162306, Austin, Texas 78716-2306, o llamarlos al 1-800-892-9484. Su sitio Web está en
© 1993 Probe Ministries. Todos los derechos reservados. Reproducido con permiso.
Traducción: Alejandro Field
Acerca del autor
Raymond G. Bohlin es el presidente de Probe Ministries. Se graduó de University of Illinois (B.S. en zoología), North Texas State University (M.S. en genética de la población) y University of Texas at Dallas (M.S., Ph.D. en biología molecular). Es uno de los autores de The Natural Limits to Biological Change (Los límites naturales del cambio biológico), sirvió como editor general de Creation, Evolution and Modern Science (Creación, evolución y la ciencia moderna), y ha publicado una gran cantidad de artículos periodísticos. El Dr. Bohlin fue designado como becario de investigación en 1997-1998 y 2000 en Discovery Institute’s Center for the Renewal of Science and Culture. Si usted tiene algún comentario o pregunta sobre este artículo, envíelo por favor a espanol@probe.org. Por favor indique a qué artículo se está refiriendo.
¿Qué es Probe? Probe Ministries es un ministerio sin fines de lucro cuya misión consiste en ayudar a la iglesia a renovar las mentes de los creyentes con una cosmovisión cristiana y equipar a la iglesia a reclutar al mundo para Cristo. Probe cumple su misión a través de nuestras conferencias Mind Games [Juegos para la Mente] para jóvenes y adultos, nuestro programa radial diario de 3 1/2 minutos, y nuestro extenso sitio Web en www.probe.org.
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“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”. Isa. 43:18-19
Dejar la homosexualidad es mucho más que dejar cierto comportamiento. Incluye asuntos más profundos, uno de los cuales es la identidad de la persona. Para muchos hombres y mujeres en el estilo de vida gay, su “orientación sexual” es la parte medular de la identidad que perciben de sí mismos. Cuando vienen a Cristo, la falsa imagen debe ser confrontada.
Por Frank Worthen
“¿Quién soy?” es una de las preguntas más básicas que podemos hacernos. La respuesta a esa pregunta determina el concepto que tenemos de nosotros mismos, la forma en que nos percibimos. La respuesta es básicamente la etiqueta que hemos aceptado en nuestra vida. Existen buenas etiquetas y etiquetas malas, aun así, adoptamos aquella que parece más cercana a la realidad.
Escuchamos a personas etiquetándose: “soy alcohólico” o “soy fumador”. Pero ¿son estas etiquetas la verdad? A menudo son tan grandes que la gente no puede ver más allá de aquellas etiquetas que ellos mismos han establecido y se han adherido. Con seguridad el fumador hace otras cosas además de fumar, y el alcohólico tiene otras facetas de su vida que están separadas de su forma de beber.
Sin embargo, todos aceptamos etiquetas porque es la forma más fácil y rápida de identificarnos. Pero las etiquetas conllevan un peligro oculto. Bloquean el cambio en nuestra vida; y estorban la fe y el crecimiento.
“La gente se puede recuperar de los síntomas de la enfermedad mental, pero no se recuperan de una etiqueta”, dijo Karl Menninger.
La mayoría de las etiquetas nos roban y están lejos de la verdad. Solo definen una faceta en nuestras vidas y niegan la existencia de otras. Cuando estemos en la presencia de Dios y nos pregunte qué hicimos con nuestra vida, ¿quién querrá responder, “fui un fumador”? ¿Quién querrá que su obituario diga algo como “Fumador empedernido muere en San José?”
Al pensar en la etiqueta gay, hay preguntas que debemos hacernos. ¿Cómo fue que adquirimos esa etiqueta por primera vez? ¿Por qué podemos estar luchando en deshacernos de esa etiqueta? ¿Fue por inseguridad que decidimos aceptar alguna etiqueta? ¿Hubo alguien que colocó estas etiquetas en nosotros y las aceptamos y las creímos? ¿Está ahora tan incrustada que pensamos que sería deshonesto desecharla?
Quizá la verdad es que se requiere una identidad a fin de que, todas las demás piezas flotantes y partes de nuestra vida tengan algún tipo de ancla. Es interesante que aquellas personas que son seguras, rara vez piensan acerca de su identidad, mientras que la gente insegura está a menudo protegiendo las etiquetas que ellos mismos han elegido.
¿Que se necesitará para romper la etiqueta homosexual en nuestras vidas? Requerirá nada menos que el poder transformador del Espíritu Santo. Las Escrituras nos dicen que somos nuevas criaturas. Leemos esto y podemos decir “¡Amén!” Pero sabemos que lo viejo muere con dificultad y que lo nuevo es siempre desafiado.
“Nada está cambiando”, nos quejamos cuando estamos siendo tentados, y nos sumergimos en la depresión. “Los métodos de Dios no funcionan”. Aquellos que están en el extremo opuesto dicen “he sido completamente transformado, nada en mí es lo mismo”. Desafortunadamente, esta valiente declaración es a menudo una negación de continuas luchas.
La verdad se encuentra en un punto intermedio: el cambio es un proceso a largo plazo. Todos los que buscan al Señor se encontrarán en el camino del cambio. Hay pocos atajos. Dios permite que pasemos por pruebas y derrotas. Cada lucha está diseñada para ayudarnos a crecer en algún área de nuestra vida.
El día que aceptamos a Jesús como Señor y Salvador, no acabamos con nuestro viejo estilo de vida. Sus efectos aún continúan; los viejos patrones no mueren de la noche a la mañana. Pero conforme pasan los días y los años, un nuevo estilo de vida va surgiendo. Lo viejo morirá en efecto y lo nuevo lo reemplazará.
¿Qué tan lejos podemos llegar? Quizá una mejor pregunta sería, ¿Qué tan lejos llegarás?” Podrás progresar en el camino del cambio tanto como permitas a Dios conducirte. El disfrutar de vida nueva requiere una nueva forma de relacionarte con Dios. No podemos recibir de un Dios distante, sólo de un Padre, de un amigo.
Al tiempo que crezca nuestra confianza en Dios, rindiendo nuestras expectativas y permitiéndole cambiar nuestras vidas en su tiempo y de acuerdo con sus propósitos, vendrá una nueva vida. En tanto que nos alejamos del punto de partida, podremos con total certeza desechar la etiqueta homosexual de nuestras vidas. No estaremos en negación, evitando los hechos. El cambio será real y será una experiencia de vida totalmente nueva. El tiempo que tome puede variar de persona a persona, pero generalmente lleva años.
El tiempo podría ser más corto, pero la mayoría de nosotros arrastramos nuestros pies por el camino. A veces tenemos a Satanás a nuestro lado diciéndonos que ignoremos lo que Dios ha hecho y que nos concentremos en algún problema inmediato. Nuestra convicción se consume juntamente con nuestra victoria. Siempre es más fácil mirar atrás, volver a los antiguos caminos que mirar hacia adelante hacia lo desconocido.
El enemigo toma ventaja sobre nosotros. Es parte de la naturaleza humana ver las cosas negativas e ignorar las positivas. Esa es la razón por la que Dios pidió a los israelitas que escribieran todo lo que Él había hecho por ellos en los postes de sus puertas e incluso sobre sus ropas.
Aunque Israel fue testigo de poderosos milagros, anhelaban volver a Egipto. Esta es nuestra batalla. Debemos evaluar correctamente nuestra situación y darle la gloria a Dios por lo que Él ya ha hecho.
¿Hay algo que debemos hacer o es Dios quien nos transforma sobrenaturalmente? ¿Hay algunas palabras mágicas que hacen que el proceso de cambio comience a moverse y que lo mantiene en constante movimiento? La respuesta a estas preguntas es esta: Dios efectúa el cambio. 1a Pedro 5:10 claramente nos muestra que Dios hace la obra.
“Y después que hayan sufrido por un poco de tiempo, el Dios de toda gracia –Quien imparte toda bendición y favor– Quien les ha llamado a Su (propia) gloria eterna en Cristo Jesús, Él mismo les haga completos y haga de ustedes lo que deben ser, les afirme, plante con seguridad, y fortalezca (y establezca)”.
Observa la frase “y después que hayan sufrido por un poco de tiempo“. Satanás tiene planes para devorarte. Para resistirlo, debes estar firmemente enraizado en fe, permanecer fuerte, inamovible y determinado. Por tanto, hay una parte importante que también nos corresponde hacer. Nunca podemos cambiarnos por nuestra propia cuenta, pero debemos pararnos en las promesas de Dios, y no rendirnos ante los ataques del enemigo.
Gran parte del sufrimiento es acarreado por nosotros mismos. Satanás nos trae una palabra de desánimo y la tomamos completita. Satanás dice, “nada está ocurriendo, no has cambiado nada“. Y nos repetimos esas mismas palabras a nosotros mismos y a otros, “nada está sucediendo en mi vida. Dios no está trabajando en mi vida, no estoy cambiando”. Deberíamos tomar bien a pecho el último versículo de Hebreos 3:
“Así que vemos que no pudieron entrar (en Su descanso) debido a su falta de disposición de adherirse y confiar y basarse en Dios –la incredulidad fue lo que les negó la entrada”. Versión ampliada en inglés
La fe nos demanda tener un entusiasmo sobre lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. La fe nos conduce a una vida nueva. La fe no opera en un estado de negación. Nunca es deshonesta, distorsionando los hechos o ignorando problemas urgentes. La fe es aceptar lo que Dios dice en Su Palabra.
A veces, debemos cuestionar nuestros sentimientos y emociones. No podemos permitir que tengan el control sobre nuestras vidas. Viene un tiempo en el que debemos hacer lo que es correcto aun cuando nuestros sentimientos nos están diciendo algo totalmente diferente. La verdad está siempre del lado de Dios. Cuando los sentimientos y emociones vienen en conflicto con la verdad, entonces Dios debe prevalecer.
Tenemos la responsabilidad de separarnos de nuestra antigua identidad. No podemos continuar funcionando en el estilo de vida homosexual de ninguna manera y pensar que el cambio va a suceder automáticamente, independientemente de lo que estamos haciendo.
Pablo enseña esto claramente en 2 Timoteo 2:22 y 23:
“Así que cualquiera que se limpie a sí mismo de lo que es innoble y sucio –que se separe a sí mismo del contacto con cosas que lo contaminan e influencias que le corrompen –entonces será una vasija apartada y útil para propósitos nobles y honorables… Apártense de las sensualidades de juventud y huyan de ellas, y aspiren la justicia… y busquen y persigan la fe…” Versión Ampliada
No puede haber una firme identidad nueva hasta que la vieja identidad y todo lo que está asociado con ella sea cortado y desechado. Esta es la forma en que cooperamos con Dios en el proceso de cambio. Dios nos dará gratuitamente la sabiduría para construir un nuevo estilo de vida y una nueva identidad.
Hace algunos años, un restaurante de comida quería tener una nueva imagen. En un comercial que estuvo televisándose durante varios meses, dinamitaban la caja de sorpresas que los estuvo representando y que se exhibió por años en las puertas de sus establecimientos. Realmente, esto fue muy efectivo y fueron capaces de presentar una nueva imagen actualizada al mundo. Nosotros también debemos destruir todo lo que contenga el pasado. Sí, puede requerir sacrificio, pero a menos que estemos dispuestos a recorrer todo el proceso con Dios, podremos recibir totalmente todo lo que Dios tiene para nosotros y no caer en la tentación de decir: “Dios no está obrando en mi vida”.
Conforme la identidad comienza a cambiar, a menudo llegamos a la tierra de nadie, donde somos extranjeros y estamos en un territorio que no nos es familiar. No pertenecemos más al mundo gay, aun así no nos sentimos cómodos en el mundo heterosexual. En este punto, nuestra identidad parece estar perdida. No hay palabra para describir quiénes somos y dónde estamos.
Una vez acuñé el término “stray” (ni straight [heterosexual] ni gay) para describir ese período perturbador de transición. A menudo se me pregunta si este es un estado normal en el proceso de cambio. Pienso que le sucede a la mayoría de la gente que hace cambios radicales ya sea que involucre la homosexualidad o no. Lo desconocido es siempre incómodo. Es precisamente en este período que debemos descansar en nuestra fe para atravesar toda esta situación.
La mayoría de los ex-gays atraviesan un período donde se sienten como homosexuales célibes. El temor puede hacerles perder esperanza de ir más allá, ser tentados y llegar a sentirse cómodos en este lugar de medio camino. Pero a Dios le duele ver a la gente que se niega a continuar, abandonando la obra del Señor y dando fin a su crecimiento a la mitad de su proceso de transformación. (Fueron rebeldes e hicieron enojar Su Santo Espíritu. Isaías 63:10). Él tiene provisión para una nueva vida que viene a reemplazar toda la vieja identidad homosexual.
Desde antes de que nacieras, Dios tenía un plan para tu vida. Él nunca consideró la posibilidad de que fueras un homosexual célibe; Él tenía en mente mucho más que eso. El amor de Dios por nosotros es un amor redentor, un amor que trae cambio. Siendo suyos, somos “participantes de su naturaleza divina” (2 Pedro 1:4).
Dios ha dicho que debemos vivir una vida digna del llamado que hemos recibido, ese llamado de pertenecerle (Efesios 4:1). Si todo parece difícil, descansa en la promesa de Dios que encontramos en Levítico 2:8: “Yo soy Jehová, el que os santifico”.
Si nuestra identidad no está más vinculada en la homosexualidad, ¿Entonces cuál es nuestra nueva identidad? Nuestra nueva identidad está en Cristo. Si necesitamos una etiqueta, entonces debe ser de “cristianos”. Dios no nos etiqueta por nuestro pecado ni tampoco nosotros debemos hacerlo. A primera instancia, “cristiano” no parece ser una identidad suficiente. Pero, en realidad, es más que suficiente.
Vivir la vida cristiana no es algo fácil y habrá una gran cantidad de desafíos, pero vivir una correcta relación con Dios nos proveerá de todo lo que necesitamos en cada área de nuestra vida. El Señor nos hizo y Él conoce nuestras necesidades más de lo que nosotros las conocemos.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Fil. 4:19
Traducción: Pedro Delgado
Por Bill Hernández
Desde la caída del ser humano, nuestra seguridad interna perdió tamaño debido al pecado y por nuestra separación de Dios. La culpa y la alienación que resultó de este hecho continúa hoy día socavando nuestras vidas y se refleja en nuestra imposibilidad de desarrollar relaciones apropiadas con los demás. El motivo interno que nos hace relacionarnos con otros, sean estas relaciones de hombre y mujer, homosexuales o heterosexuales, puede ser el deseo de tener una seguridad interna, y es esto mismo lo que hace peligrar la relación. El deseo de sentirnos seguros emana de nuestra necesidad de sentirnos aprobados y aceptados, además de nuestra necesidad de sentirnos como seres libres. Entramos en una relación dependiente en espera de que esta relación supla la necesidad de estimación y aceptación propias. (Con esto no estoy sugiriendo que nos convirtamos en solitarios independientes. En Cristo, nosotros somos uno y somos interdependientes.) El problema al que me refiero es el de fijarnos en otra persona en busca de nuestra seguridad propia.
En esencia, hacemos a otra persona responsable por nuestra seguridad al decir: “Deseo su vida para yo poder vivir”. Esto incapacita la relación resultando solamente en la posesividad la cual ilumina la libertad que es la base del verdadero amor piadoso. Ponemos nuestra esperanza en la otra persona, sólo para descubrir que la otra persona está haciendo lo mismo con nosotros. Es semejante a dos personas que están abrogándose y tratan de aferrarse una de la otra para salir a la superficie. Es un ciclo interminable de continuo conflicto. Los elementos destructivos en una relación como esta son la amargura, la ira y el odio que llega cuando la necesidad profunda de seguridad personal no es satisfecha. Esta situación se resuelve cuando dejamos ir la relación dependiente y encontramos algo verdaderamente seguro: el verdadero Salvador, Jesucristo.
La dependencia es la verdadera causa que rompe las relaciones homosexuales. Algunos podrán discutir que algunas relaciones homosexuales son estables, pero yo digo que los amantes homosexuales permanecen juntos no por sentirse satisfechos, sino por un miedo mutuo de estar solos. Esta es una característica de la relación dependiente en general, y no sólo de la homosexual. Conformarnos con el segundo lugar es otra característica de esta relación: comprometemos nuestros valores personales y forzamos a la otra persona a comprometerse, todo para mantener nuestra seguridad personal.
En la relación con mi ex-amante, yo comprometía mis valores morales y mi expresión personal para mantener mi seguridad. Mi manera de relacionarme con esta persona era superficial y pasiva, y no expresaba mis verdaderos sentimientos. Yo no era temeroso, mediocre y dominado. Me sentía solo ya que no sentía seguridad dentro de mí. Me sentía deprimido y ansioso. Sabía que debía correr, pero tenía miedo de abandonar esta réplica razonable de la seguridad.
Dentro de esta relación de falsa seguridad, me sentía frustrado. Traté de que esta otra persona se abriera, pero nada de lo que él hacía era suficiente para mí. Cuando nuestra relación se hizo sexual, no puedo decir que esto me ayudó en ninguna forma, y sólo sirvió para crear más lujuria. Siempre deseaba más abrazos y halagos; siempre quería más, y entre más mejor. No podía aceptar lo que ya había logrado hasta ahí. Me sentía rabioso y amargado contra mi ex-amante, pero ocultaba estos sentimientos dentro de mí, y por fuera era sólo sonrisas y camaradería. Cerca del fin de nuestra relación, mi contrariedad y resentimiento comenzó a afectar mi salud emocional y entonces comencé a darme cuenta que pasaría vacío el resto de mi vida. No importa con quién estuviera, los otros me arrebatarían mi existencia, y yo haría algo similar con ellos.
Esta clase de relación aquí descrita es conocida comúnmente como “el abrazo del ahogado”, que logra destruir las personalidades de los participantes ya que uno al otro se imponen condiciones; y si uno de ellos no las cumple, la relación se pone en peligro. La relación dependiente encasilla a las personas. No existe libertad para crecer o para ser uno mismo. La identidad personal se hace cada vez más borrosa. Es una relación de amor y de odio en la que los participantes se oprimen y suprimen mutuamente. Las condiciones impuestas por uno y otro, son cada vez más exigentes que las anteriores (que generalmente no fueron cumplidas) y si lo fueron, se imponen nuevas condiciones que nunca serán alcanzadas. Cada uno se considera superior al otro.
En cuanto más progresé en relaciones dependientes, más me esclavicé a mis propias necesidades. Me estaba perdiendo a mí mismo en un esfuerzo por salvar mi vida. Nunca puede escapar al hecho de que mi inseguridad comenzó con mi pecaminosidad y mi separación de Dios. Lo primero que hace la persona separada de Dios es buscar un sustituto para Dios, y yo lo creí encontrar en las relaciones homosexuales. El fracaso que experimenté al buscar mi seguridad en otra persona me enseñó lo inútil que es tratar de llenar mi vacío interior con otra cosa que no sea Dios. Desde que regresé al Señor, he aprendido a satisfacer mis necesidades de seguridad en Dios, y he ido ganando victoria sobre mi conducta dependiente.
Al dejar a mi ex-amante para regresar al Señor Jesús, aprendí algunos pasos para resolver la relación dependiente. El primer paso es determinar si su estimación propia y aceptación propia se basan en la actitud de otros hacia usted. Si esto es así, usted se sentirá culpable y se condenará a sí mismo por no llenar las expectativas de otros. Habrá también frustración y sentimientos de ira y amargura hacia la otra persona, pues la necesidad de seguridad no se ha llenado.
El próximo paso es examinarse a uno mismo y nuestra relación con los demás. A veces fallamos al no ser sinceros acerca de lo que sentimos, nos hace falta firmeza y nos volvemos pasivos. Debemos reconocer que la pasividad, a menudo, enmascara sentimientos negativos y puede ser una forma de mentir, engañar y manipular. Si podemos reconocer que nuestra necesidad más profunda de seguridad no podrá ser satisfecha a nivel humano, el arrepentimiento y el compromiso con Cristo traerá la solución al problema de la seguridad. Él es el único que puede salvarnos de nuestra soledad y nuestra separación.
Si nos apoyamos en Cristo, encontraremos que el dejar ir a la otra persona, aunque es doloroso, estaremos ungidos de la fuerza y la gracia de Dios para hacerlo. Nuestra habilidad de ser honestos y genuinos con otra persona no dependerá de su reacción hacia nosotros, sino en el amor y la aceptación de Dios. La relación incorrecta tendrá su fin y aquella que esté tensa experimentará la reconciliación, Nuestra relación con otros se hará creativa y no destructiva conforme propagamos el amor y el perdón que recibimos de Dios. “Nosotros le amamos a Él porque Él nos amó primero” (1 Juan 4:19). El elemento destructivo en la relación dependiente es el hacer a otra persona responsable por la forma en que nosotros nos sentimos. Solamente Jesús aceptó voluntariamente la culpa por nuestros pecados, aliviando así nuestra inseguridad. Él es el único camino hacia una seguridad absoluta y profunda en el Padre.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en la gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19)
Bill Hernández nació en San José, California, se graduó de la Universidad de California en Berkeley. Bill estuvo en el ambiente homosexual desde 1974 hasta que llegó a nuestro ministerio “Amor en Acción” en abril de 1978. Él ahora está encargado de la correspondencia de este ministerio y participa también en la consejería y da charlas sobre el tema homosexual.