Consejería Bíblica 1

Victoria sobre las emociones

“Dios sana el corazón quebrantado cuando le damos todos los pedazos”.

Él usó el dolor que experimentó June Hunt en su propia familia, para desarrollar en ella compasión por otros. Ahora entiende cómo el dolor emocional puede paralizar la vida de una persona y ha decidido hacer una diferencia positiva en la de aquellos que más lo necesitan.

El llamado a seguir a Cristo es una llamada a la aventura, inconveniente, imperiosa e irresistible

Lidia Gutiérrez de Baker(del libro, “Encontrando a Dios en El Señor de los Anillos”)

Mi nombre es Lidia Gutiérrez de Baker. Nací en Guatemala, pero me criaron en El Salvador donde viví por muchos años. Recibí a Cristo cuando tenía 17 años. En ese tiempo, el saber que tenía vida eterna era suficiente para mí. Tenía planes para mi futuro y no quería que Dios los cambiara. Pero, un año mas tarde, cambié de opinión cuando Dios me permitió  compartir el Evangelio a alguien y a consecuencia de ello, él recibió a Cristo. Eso impactó mi vida porque supe que Dios podría usarme en la vida de otros y hacer una diferencia. En ese preciso momento adquirí una visión de que había un propósito más grande en mi vida – Dios me estaba invitando a seguirle. Quise servir a Dios como misionera así que estudié en el Seminario Bautista de mi iglesia por 3 años y entonces fui enviada como misionera a Honduras. Luego fui a Guatemala y finalmente después de 11 años regresé a El Salvador, muy satistecha de mí misma, ya que había compartido con muchos acerca de Jesús y pude ver fruto en la obra. Pero, había olvidado quién me había enviado, quién merecía relamente la gloria por mis logros.

El amor del Padre – Steven

Esa noche hice cinco cortes en mi muñeca izquierda, esa misma noche estaba sentado en frente a una analista del centro médico quien decidiría si internarme en el hospital psiquiátrico era lo mejor para mí, en realidad no tenía temor de ser internado, en otras ocasiones por mi cuenta y a causa de mis crisis de ansiedad y mi depresión había asistido; la razón por la cual me sentía atemorizado era por no querer escuchar esa frase que cada médico que me atendía me decía cuando contaba que la razón de mi depresión era el no querer vivir una vida de homosexualidad…– tranquilo, sea feliz y acéptese como es.