Venir a Dios como líderes cargados

Por Tim Broach

Cómo ya hemos dicho, hay una conexión entre liderazgo espiritual e intimidad con Dios. Frecuentemente como líderes nos sentimos muy cargados y cansados. Les invito a captar la invitación que Cristo nos hace en el siguiente pasaje.

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de Mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.” Mateo 11: 28-30 NVI

Medita en los diferentes elementos de esta invitación:

  1. Vengan…

¿Cuál es el estado emocional, físico y espiritual que estás viviendo en esta etapa de tu vida? Como líder, ¿estás cansado o cargado?

  • Carguen con mi yugo

¿Qué implica cargar con el yugo de Dios? ¿Estás trabajando en la obra de Dios, totalmente conectado a Él? ¿Estás manteniéndote al paso y ritmo de Él?

  • Aprender al caminar con Cristo,

¿Qué estás aprendiendo? ¿Eres un líder humilde y apacible? ¿Cuáles son las áreas en tu carácter que Dios está formando?

  • Descanso para su alma

¿Tu alma está siendo nutrida lo suficiente?

  • Mi carga es liviana

¿Hay cargas que otros quieren ponerte o que tú mismo has asumido, que aparentemente son “buenas” pero por no ser alineadas con tu llamado son “pesadas”? ¿Cuáles son las cargas que realmente Dios te ha llamado a llevar junto con Él?

¿Qué significa para ti peregrinar “lado a lado” con Cristo?

Lectio Divina de Mateo 11:28-30 (en latín: lectura divina ‘lectura orante’) es una metodología de reflexión y oración de un texto.

Método meditativo en el cual el lector, busca a través de la oración “convertirse” en un personaje de la historia, la cual estás leyendo, para luego ver y esperar, mientras la narrativa se desarrolla, ver lo que te será dicho o incluso requerido de ti. (N. T. Wright).

1. Lectio: Leer el texto por primera vez ¿Qué dice el texto?

Léelo con atención, comprendiendo su sentido.

Memoriza alguna frase que llame tu atención.

 2. Meditatio: Leer el texto por segunda vez: ¿Qué me dice el texto?

Repetir interiormente las palabras o frases que han tocado tu corazón. Pregúntate:

¿A qué me invita el texto leído?

¿Qué es lo que Cristo me pide?

¿Cómo fortalece mi fe, esperanza y caridad?

3. Oratio: Leer el texto por tercera vez: ¿Qué le digo a Dios?

Dejar hablar al corazón.

Componer mentalmente una oración de arrepentimiento, súplica, agradecimiento, alabanza, entrega, etc., según corresponda.

Dejar un momento de silencio para contemplar el amor de Dios, y dejar que la Palabra leída ilumine tu vida.

Toma un tiempo para orar.

4. Contemplatio: Quédate con una frase que te acompañe durante el día para revivir esa presencia de Dios en tu vida.

Vuelve a tus obligaciones diarias pensando:

¿Qué tengo que cambiar en mi vida para imitar mejor a nuestro Señor Jesucristo y aumentar mi amor por Él y por los demás?

¿Qué medios me regala Dios para ello?

Sugiero tomar una hora en silencio, meditando en este pasaje usando los conceptos de “Lectio Divina”.

Cuando aprendemos a meditar, reflexionar y orar en y con la Palabra de Dios, estamos aprendiendo a conocerlo más íntimamente.

LA INVITACIÓN A CONOCERLE MÁS PROFUNDAMENTE

Dios desea una relación de intimidad con Él

Practique Lectio Divina de los siguientes versículos:

 “Te haré mi esposa para siempre, mostrándote rectitud y justicia, amor inagotable y compasión. Te seré fiel y te haré mía y por fin me conocerás como el Señor.” Oseas 2:19-20

“Y la manera de tener vida eterna es conocerte a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo” Juan 17:3.

“Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a Él.” Colosenses 3:10

Oración para que nuestro conocimiento de Dios se amplíe aún más:

Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu. Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en Él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes. Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor. Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios.” Efesios 3:16-19

“Oh Dios, Tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de Ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré.” Salmos 63:1-3

Por tanto es en la intimidad con Dios donde descargamos, todo nuestro peso. Practiquemos Lectio Divina.

Recursos recomendados: