Tips para compartir el evangelio a la comunidad gay
1. Ve a una persona, no a un homosexual. No somos de una campaña de limpieza; somos embajadores de amor. ¿Cómo te acercarías a alguna persona que crees que necesita a Cristo? No hay nada especial sobre la homosexualidad como pecado ante los ojos de Dios. No permitas que lo sea para ti. Los homosexuales están buscando amor, como cualquier otra persona. Jesucristo es la respuesta para esa necesidad.
2. Recuerda que el evangelio significa «buenas nuevas». Asegúrate de presentar a un Salvador, no un código de éticas. Jesús es una persona real, no una vida filosófica. No estés tan interesado sobre un pecado en particular. Dios quiere redimir a la persona completa, no sólo su sexualidad.
3. Conoce lo que estás ofreciendo. Estás ofreciendo a Jesucristo como Señor y Salvador. No estás ofreciendo heterosexualidad. Hay una diferencia entre tener una preferencia homosexual y actuar de acuerdo a un comportamiento homosexual. Cuando una persona hace un compromiso con Cristo, debe estar de acuerdo con Dios de que el comportamiento homosexual es pecado. Estás inicialmente ofreciendo el poder para venir a la abstinencia del comportamiento homosexual —pero los sentimientos no van a cambiar de la noche a la mañana. Esto vendrá con el tiempo, el cuidado e interés de amigos, y la calidad de su propia rendición continua a Cristo.
4. Ama activamente a la persona. Las palabras pueden ser muy vacías. Demuestra tu amor escuchándole, llamándole, confrontándole cuando sea necesario, sentándose juntos en la iglesia. Amor es verbo.
5. No tengas miedo de escuchar algunos detalles «groseros». Algunas personas no saben cómo expresarse sino utilizando el lenguaje de la calle. Escucha con amor y responde mientras buscas el consejo de Jesús. Ámalos en donde se encuentren.
6. No tengas temor de decir, «te amo». No tengas temor de abrazar, tocar, estrechar las manos en oración. Todos necesitamos una afirmación física de amor mutuo. El tocar no es sexo, es amor. Los homosexuales necesitan aprender el lugar del afecto fuera del contexto sexual. No te van a violar. Si tus intenciones son malinterpretadas, explícate, pero no te alejes.
7. Comparte tu vida. Mucha gente que viene de un trasfondo homosexual se sorprende al darse cuenta de que «gente normal» también lucha con tentación, soledad, rechazo, heridas, etc. Eso les ayuda a poner su vida en perspectiva.
8. Presenta todo el evangelio. Jesús quiere liberarlos de la mentira, de la amargura, del orgullo, de la rebelión, etc. El comportamiento homosexual y las fantasías son sólo una parte.
9. No hagas de la homosexualidad el punto central de tu relación. Al mismo tiempo no temas hablar de ella, recuerda que hay muchas otras áreas en la vida de tu amigo que puedes discutir. Y muéstrales a Jesús, como la respuesta a todos sus pecados.
10. Háblales sobre Exodus. Comparte escrituras tales como 1 Corintios 6:11 («…y eso eran algunos de ustedes…») así como testimonios de otros que han salido de la homosexualidad. «La fe viene por el oir…».
© Robbi Kenney. Reimpreso con permiso de Outpost, PO Box 7067,
Minneapolis, MN 55407.
Traducido al español por Pedro Delgado