Por: Living Hope Ministries

Mi nombre es Kevin. Tengo 35 años de edad. El hombre que soy hoy en día no es el hombre que siempre he sido. Mi vida ha cambiado radicalmente. Pero voy a hacerte un poco de historia para que ubiques mi escenario: Cuando tenía tan sólo dos años, mis padres se divorciaron. Mi mamá siempre me ha amado y me ha apoyado en todo. Ella siempre ha sido mi mejor amiga y lo sigue siendo en la actualidad. Mi padre realmente nunca estuvo presente mientras yo crecía, pero cuando estaba, él era muy abusivo verbal y físicamente, y, a veces, sexualmente. Decía que era su manera de enseñarme a ser un hombre.