Por Frank Worthen
“Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano” Salmo 32:3, 4
En algún momento Martín parecía tenerlo todo. Pero esa fase de su vida se había esfumado. Ahora se encontraba en medio de una severa depresión.
“No sé qué es lo que pasa conmigo”, me dijo en una sesión de consejería. “¡Parece como si me fuera a romper en pedazos!” Aunque no había practicado la homosexualidad, Martín tenía un gran interés en el estilo de vida homosexual. Se encontraba a una corta distancia de sus límites, como una mariposa revoloteando alrededor de la flama.