Un manual para padres con hijos pródigos

Qué hacer cuando tu hijo se desvía…

A menudo todo comienza con una llamada telefónica: quizá sea un oficial de policía, maestro, pastor, amigo, reportero de prensa o incluso tu hijo o hija. Sea quien sea, te dicen algo que nunca hubieras deseado escuchar, algo que te debilita causando conmoción, incredulidad y consternación:

“Me voy de casa. No puedo aguantarte ni a ti ni a tu religión”.

“Estoy embarazada”.

“Estoy viviendo con mi novia”.

“Su hijo ha sido arrestado por vender drogas”.