1. Cerrar las puertas traseras
Un hombre o mujer fluctuante no descubrirá la libertad que Jesús realmente ofrece. Cerrar la puerta a nuestra vida pasada de pecado es vital y toma una determinación audaz. Jugar con pensamientos de pecado o suspenderse en deseos pecaminosos nos impide alcanzar la meta de la libertad.
Lucas 9:62 “…Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios“.
Santiago 1:8 “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos“.
2. Permitir que otros te ayuden
Nunca fue el propósito de Dios que vivamos esta vida solos. Nunca fue su propósito que debamos cambiar sin la ayuda de otras personas. Él ha provisto una vía de escape la cual casi siempre involucra a otros para que nos ayuden. La raíz que causa la homosexualidad generalmente involucra el aislarse de relaciones santas hacia gente de nuestro mismo sexo. La solución radica en la restauración de lo que se perdió o estuvo ausente.
Hebreos 10:25 “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca“.
Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho“.
Proverbios 15:22 “Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman“.
3. Someterte a tu autoridad incluso si ellos cometen errores
La sumisión es una de las cosas más difíciles de comprender y aplicar en nuestras vidas. Cuando alguien ha experimentado el abuso de autoridad impropia, no es de sorprenderse que luchen con la sumisión. Porque Dios ha venido a restaurar lo que estuvo roto o perdido, esta herramienta es uno de las más vitales de todas. Dios es un Dios de orden. Su plan para nosotros de caminar con autoridad protectora y guiadora es de más valor de lo que nos damos cuenta.
Romanos 13:1-3 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella”
Hebreos 13:17 “Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría y sin quejarse, pues esto no os sería provechoso“. (RVA)
4. Perdonar a otros: familiares, amigos, y figuras de autoridad
Los pecados que dominan nuestras vidas tales como la homosexualidad siempre involucran un elemento de amargura y falta de perdón. Perdonar a otros puede liberar el poder para superar el pecado. La falta de perdón puede mantenernos atrapados.
Recuerda, el perdón no es un sentimiento. Es un mandamiento.
Mateo 6:14-15 “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.
Marcos 11:25 “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas“.
Colosenses 3:13 “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros“.
5. Humíllate cuando seas confrontado
Acepta la confrontación y está dispuesto a decir que lo sientes. La confrontación casi siempre involucra un elemento de verdad. No serás herido por admitir tus errores y humillarte admitiendo la verdad. Al hacer estas cosas descubrirás que las relaciones llegan a ser más valiosas y menos amenazantes.
Dios nos muestra en Su Palabra que la humildad es el camino a Su conocimiento y libertad.
Salmo 25:9 “Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera“.
Proverbios 18:12 “Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, y antes de la honra es el abatimiento“.
Proverbios 22:4 “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová“.
6. Cuando se te haga una sugerencia o instrucción — ¡Hazla!
Dios ha prometido que proveerá a la persona arrepentida con una multitud de consejo. Escucha este consejo, da la oportunidad para que opere. Después de todo, ¿a dónde te han conducido los planes que tenías para tu propia vida?
Proverbios 5:11-14 “Y gimas al final cuando se consuma tu carne y tu cuerpo, y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón menospreció la reprensión; no oí la voz de los que me instruían, y a los que me enseñaban no incliné mi oído! Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación“.
Gálatas 6:9 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos“.
7. La restauración no es un destino, es una jornada
Dios no quiere tu homosexualidad —te quiere a ti. No servimos al Señor para nuestra restauración; le servimos porque tenemos vida eterna con Él. Una relación con Dios no está basada en nuestra necesidad de consejo o restauración sino para glorificarlo en todo lo que hacemos.
Efesios 1:18-21 “Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y señoría, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero“.
8. Cambia tus etiquetas. Eres cristiano, un hijo de Dios
¿Quién eres? Tu identidad no es tu pecado, o tu pecado pasado. Tu identidad está basada sobre lo que eres en Cristo, no sobre lo que piensas que eres, basada sobre tu comportamiento. La homosexualidad es un comportamiento, no una identidad.
Proverbios 27:19 “Como en el agua el rostro corresponde al rostro, así el corazón del hombre al del hombre“.
1 Corintios 6:11 “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios“.
9. Abraza el mundo del hombre y la mujer heterosexual. No esperes que ellos vengan a ti
En mis luchas con la homosexualidad yo ansiaba tener el compañerismo de otros varones. Gran parte de esa hambre se debía a un sentido de separación entre ellos y yo. Lo que conduce a la restauración involucra una necesidad de compañerismo con otros de tu propio sexo que no están luchando con cuestiones de homosexualidad.
Gran parte de nuestra restauración proviene de estas relaciones. La separación está basada en temor y vergüenza. El confesar tu pecado y llegar a ser sensible puede abrir nuevas puertas. ¡Ve por lo que necesitas! No esperes que los demás vengan a ti.
1 Juan 1:6, 7 “Si decimos que no tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado“.
10.Vence tus temores. Esfuérzate para romper con los temores y haz cosas que no se te faciliten
Algunos de nosotros hemos acusado a gente de ser homofóbicos o de rehusarse a relacionarse con nosotros porque venimos de un trasfondo homosexual.
Si fuéramos honestos, veríamos que muchos de nosotros hemos luchado con el temor hacia los heterosexuales, permaneciendo alejados y en confusión y sin comprenderlos como un grupo de gente. ¿Somos tan “heterofóbicos” como los acusamos de ser homofóbicos?
Salmo 27:1 “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”
1 Pedro 3:14 “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis“.
1 Juan 4:18 “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor“.
11.Un “fracasado” es aquel que abandona, no aquel que intenta y descubre que es difícil lograrlo
Dios nunca te va a abandonar. No lo dejes tú a Él. Puedes ir siempre hacia adelante, no importa qué tanto luche a lo largo del camino. El mensaje del evangelio es uno de nuevos comienzos.
Lucas 22:31-32 “…Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos“.
Proverbios 24:16 “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal“.
12.Debes aprender que tu esperanza está en el Señor y tu futuro está con Él
Gracias a Dios que tu esperanza no se detiene con tu vida terrena. Sin la esperanza de vida eterna con el Señor, ¿qué sentido tendría continuar? Espera el gran evento, y vive con la mira en tu vida eterna.
Salmo 25:21 “Integridad y rectitud me guarden, porque en ti he esperado“.
Salmo 37:9 “Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová ellos heredarán la tierra“.
Romanos 9:33 “…el que creyere en Él, no será avergonzado“.