Por Tati Martínez

LOS HECHOS

El abuso sexual es setenta y cinco veces más común que el cáncer pediátrico.abuso-sexual-infantil-ethosvirtual.blogspot.com_

Una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños serán abusados sexualmente antes de llegar a los dieciocho años.

De acuerdo con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, en la Unión Americana hay un abusador por cada milla cuadrada.

Como cristianos, nuestra forma de pensar sobre el abuso infantil debe ser guiada por cómo ve y valora Jesús a los niños:

…y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.
Marcos 9:36-37

En esta poderosa escritura Jesús comunica el valor tan grande que para el PADRE tienen los niños.

Como padres y líderes, nuestro enfoque debe estar en los niños, son el blanco más atacado, ellos son los más indefensos y vulnerables.

Una vieja encuesta elaborada por un ministerio cristiano reveló que había aproximadamente 70 reportes semanales de abusos hechos dentro de las iglesias en contra de los niños, (esto sólo de las iglesias que lo reportaron).

El número actual es mucho mayor que eso. Una agenda oscura –destruyendo a niños vulnerables.

Si tú haces que uno de estos pequeños que confían en mí caiga en pecado, sería mejor que te arrojaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Marcos 9:42 (NTV)

El propósito de satanás es destruir a los niños.

El Centro de Control de Enfermedades y Prevención, encontró que los individuos que sufrieron abuso sexual una o más veces en su infancia tienen una mayor tendencia al alcoholismo, depresión, drogas, parejas violentas, múltiples parejas sexuales, enfermedades de transmisión sexual, cigarro, tendencias suicidas e iniciación temprana al sexo, entre otras cosas.

No sólo eso, sino que se afecta su vida espiritual tremendamente. Sentimientos de culpa, vergüenza, condenación, duda, temor a la muerte, la creencia de un Dios injusto, etcétera.

Por otra parte, es importante saber algunas cuestiones básicas, como las siguientes: la mayoría de los ofensores son personas que nunca sospecharías, no los delata su apariencia ni su estrato social; a menudo los ofensores se aprovechan de los niños y jóvenes que son confiados y vulnerables, ellos pasan mucho tiempo con los niños hasta ganarse su confianza; los ofensores tienen varias víctimas.

PREVENCIÓN

Es vital tener en cuenta que como padres hay que darles a nuestros hijos la confianza de que pueden contarnos todo, enseñarles que si alguna persona, incluso un “familiar” les pide que guardaran ​un secreto, no lo tienen que hacer, y que es sumamente necesario que los padres desarrollen una comunicación abierta con el corazón de sus hijos.

Para la protección del abuso sexual se debe enseñar a los niños algunas cosas:

  • Enseña a los niños que las partes que cubre el traje de baño y/o ropa interior no las puede tocar ninguna persona excepto papá o mamá para bañarlos o cuando van al doctor con la supervisión de los padres. (Ya Basta dispone de un cuento y audio del libro “Secretos Incómodos”, material diseñado específicamente para la prevención al abuso sexual, el audio incluye una canción donde dice que nadie puede tocar sus partes privadas).
  • Enseña a los adolescentes y jovencitos a no estar tan “apegados” a personas adultas que no son sus padres y familiares cercanos de confianza.
  • Educar a los jóvenes sobre cómo piensan y actúan los ofensores.
  • Instruye a los niños de todas las edades sobre qué hacer si han sido tocados de una manera inapropiada o si se sientan incómodos con algunas personas incluyendo compañeros de su misma edad.
  • Explica a los jóvenes la diferencia entre estar pecando y ser víctima del pecado de otros. Muchos chicos (as) guardan este secreto por años ya que lo único que saben es que el sexo fuera del matrimonio es “pecado”. Muchas veces los abusadores atemorizan y controlan a sus víctimas diciéndoles que lo que han hecho es pecado, es por ello que en la mayoría de las ocasiones las víctimas se sienten responsables y con ello acarrean un gran sentido de culpabilidad.

¿QUÉ MÁS DEBO DE SABER?

Sigue la ley para efectos de responsabilidad y protección de los niños. La mayoría de los países tienen leyes que mandan que los ciudadanos reporten tanto la negligencia como el abuso a menores. Los cristianos no estamos exentos de obedecer las leyes. El libro de Romanos capítulo 13 indica claramente que el gobierno civil juega un papel diseñado por Dios para la protección de la sociedad y su gente. El propósito principal de la ley es castigar a todos aquellos que intencionalmente cometen malos actos.

Sé enseñable. Algunas veces son las palabras y/o acciones que pensamos traerán alivio y confort a los que han sido devastados por el abuso sexual, las que más hieren sus vidas. En una ocasión una chica que fue abusada –usando su abusador asuntos religiosos y de fe como medios para vencer su resistencia-, leyó una carta enviada por una mujer que seguramente tenía las “mejores intenciones de traer sanidad a su vida”. Esta mujer comenzó hablando del amor de Dios y al instante que esta chica empezó a leer sus palabras, sus manos empezaron a sudar, a temblar, la respiración le estaba fallando y literalmente se sintió enferma, fue un balde de agua fría recibir su correo ya que ella pensaba:

“¿Tú me estás diciendo que debería de tomar la misma espada (el amor) que algún día usaron para destriparme y que ahora caiga en ella nuevamente?

No puedo hacer eso. Mi amor por Dios, mi fe, mi extraordinario deseo de vivir la voluntad de Dios…esas son las partes de mí que fueron transformadas en armas que ahora me destruyen”.

Hemos creído erróneamente que por el solo hecho de ser cristianos nos convierte automáticamente en expertos para traer alivio y sanidad a los que han sido profundamente heridos.

De manera bien intencionada puedes hablarles del amor de Dios creyendo que eso será usado para su sanidad y es precisamente eso lo que no pueden escuchar ya que alguna vez pusieron su amor y confianza en Dios y se sienten traicionados.

No siempre tenemos que sentirnos con la obligación de darles una palabra de aliento, seamos enseñados por Dios y que Él sea quien nos dirija.

Nunca mencionemos frases como: Yo entiendo o, sé lo que estás pasando, SI TÚ NUNCA FUISTE ABUSADO(A).

Ora. El que pide recibeMateo 7:7

Por los niños, por su protección y cuidado, por valentía y fortaleza para enfrentar la situación, por perdón y sanidad de sus emociones y cuerpos.

Por las familias, por paz y unidad, sabiduría y discernimiento de los padres, sanidad y quebrantamiento de pecados generacionales.

Por los abusadores, que Dios traiga convicción de pecado, arrepentimiento y salvación, que sus planes de perversión sean frustrados, que sean arrestados y procesados justamente.

Por los gobiernos, que desarrollen e implementen leyes justas en contra de los abusadores y programas de prevención del abuso sexual infantil; que se frene la educación sexual explícita en la que se induce a los niños y adolescentes a usar su sexualidad fuera del diseño de Dios; que cese la corrupción y el humanismo; por más cristianos que participen en los gobiernos y la política para ser sal y luz en esos lugares.

Por la Iglesia, que haya unidad para combatir en oración esta situación; que desarrollen programas de ayuda para las personas en riesgo y los que han sido lastimados mediante el abuso sexual; para que prevalezca y las naciones anden a su luz.

Por ministerios como Ya Basta, y otros que están enfocados en la prevención y restauración de los quebrantados sexuales.

¿QUÉ HAGO SI COMO PADRE/MADRE DETECTO ABUSO EN MI HIJO(A)?

Algunos de los síntomas de que un niño(a) que pudiera haber sufrido abuso sexual, son: aislamiento, temor, orinarse en la cama, cambio drástico en su manera de relacionarse, falta de apetito.

La manera como enfrentemos el asunto es muy importante, nuestros hijos son “muy” susceptibles ante nuestra manera de reaccionar.

​1.  Trata de ganar su confianza para que te cuente lo sucedido (recuerda que uno de los mayores problemas de esto, es que el niño ha sido amenazado de no decir NADA).  El padre o madre que siempre está ocupado y ni siquiera nota un cambio en la personalidad del hijo, puede arrepentirse más adelante cuando su hijo sea mayor.

​2.  Si tu hijo(a) te lo cuenta, CRÉELE.

  1. No reacciones con gritos y un llanto desconsolado, NO ENFRENTE DE ÉL, es muy probable que el niño internalice que “él” fue el culpable.
  2. ¡No lo regañes! Él cargará con el peso de la culpa.
  3. Repórtalo a las autoridades.
  4. Es muy importante que en todo tiempo le des tu apoyo y amor incondicional, un psicólogo cristiano será lo más recomendable para su sanidad emocional. No des por sentado que con el solo hecho de sacarlo a la luz recibirá sanidad inmediata.

Utiliza recursos que le ayuden a sanar, el abuso sexual no debería ser tratado sin la ayuda de Dios. Él es la verdadera fuente de protección y de sanidad. (Ya Basta dispone de un programa de 7 semanas llamado “Corazón puro” diseñado especialmente para la sanidad de quienes han sufrido abuso sexual en alguna etapa de su vida).

Curan por encima las heridas de mi pueblo, y les desean: ¡Paz, paz!, cuando en realidad no hay paz.  Jeremías 6:14

 

CONCLUSIÓN

¿Cómo debería de ser la respuesta de los cristianos que han aprendido de este tema? ¿Responderemos como el sacerdote o el levita en la parábola del buen samaritano? (Lucas 10).

El evangelio de Jesucristo nos llama a cada uno de nosotros a tomar acción hacia los HERIDOS motivados por el amor que le tenemos a Dios.

Tomado y adaptado con permiso del libro Protegiendo a nuestros niños. Prevención al abuso sexual dentro de las iglesias.  Autora: Tati Martinez. Derechos reservados. Producción de Ya Basta.

www.yabastausa.org

Testimonio: Anne Paulk

Hay muchas razones por las que pienso que Dios tiene sentido del humor- su sentido de la ironía es una de ellas.

Por ejemplo, ¿quién hubiera imaginado cuando argumenté en la clase de inglés en mi universidad a favor del aborto y de la compatibilidad del cristianismo y la homosexualidad, que me iba a convertir en la mujer que soy hoy en día?

En aquellos días de la universidad, me destaqué en varias cosas, una de ellas era la Lógica, pero eso no significaba necesariamente que mi vida dio el fruto de mi mente lógica. De hecho, ese primer año en la universidad, mi vida estaba llena de confusión.

Yo había sabido durante mucho tiempo que tenía una fuerte atracción romántica por las chicas, aunque traté de ocultarlo saliendo con hombres. Pero fue durante ese dramático primer año que finalmente reconocí que era sin duda “gay”.

Fue una admisión emocionante el ser capaz de identificarme con mis largas luchas reprimidas. La pregunta ahora se convirtió en: ¿Sería capaz de encontrar a esa mujer perfecta para mí? Fue en ese tiempo que también descubrí que me sentía atraída hacia una estudiante en particular de tercer año. “¿Es ella la correcta?”, me pregunté. Cuando comencé a imaginar la vida con ella, también consideré qué pasaría si fuéramos separadas por la muerte, la tragedia o la traición. Yo acostumbraba adelantarme a los hechos, pero esta vez estaba yendo bastante lejos. En mi imaginación, me veía en algún momento de mi futuro sola, devastada y vacía. Entonces, una noche, mientras miraba hacia el cielo y consideraba la permanencia de las estrellas, que ellas existirán durante siglos innumerables, me pregunté,

“¿Hay algo más para mí en la vida?”

Esa pregunta fue respondida de forma inesperada en mi próximo año en la universidad, aunque no por mis clases. Debo decir que, como mujer joven abrazando la identidad “gay” y anhelando las relaciones futuras, veía la idea del Dios Cristiano más como una dificultad que como una ayuda, por lo que en la búsqueda de mi nueva identidad “gay”, me había quitado mi concepto vacilante y desinformado de Dios revelado en la Biblia. Pero entonces, en mi semestre de otoño, mientras estaba abrazando mi homosexualidad empecé a tener sueños controvertidos por la aparición de Jesús. Les confié estos sueños a mis amigos más cercanos quienes eran judíos, y ellos se rascaban la cabeza conmigo en cuanto a lo que podían significar los sueños.

Entonces, un día en una reunión gay en el campus, repentinamente penetró mi entendimiento

– “Tú no vas a encontrar aquí lo que estás buscando”.

¡¿Qué?! ¿No encontraría en la comunidad gay el amor que estaba buscando con una mujer con quien pasaría el resto de mis días? Pero increíblemente, esta “otra voz” me estaba diciendo la verdad y en mi corazón lo sabía. Fue como si una luz atravesara mi alma desde el cielo. Salí de esa reunión sollozando por el dolor de la verdad que me había encontrado. Pero esta nueva verdad no significaba que yo estaba dispuesta a abrazar el cristianismo. De hecho, a pesar de que estaba dispuesta a aceptar la verdad, yo no quería que fuera la verdad cristiana. Sabía lo suficiente de la lectura de la Biblia que el Dios Cristiano no aprobaba las relaciones homosexuales y que si me hacía cristiana, mi esperanza de una vida en pareja femenina se iría para siempre. Algo estaba pasando, pero yo no podía comprenderlo. Así que mi siguiente pregunta fue:

“Si realmente hay un Dios, entonces, ¿quién es el verdadero dios o dioses?”

Con el fin de encontrar la respuesta a esta pregunta, puse a Dios -quienquiera que fuese – a prueba. Pedí que el verdadero Dios se mostrara a mí al responder esta petición – que me conectara con una mujer que hubiera lidiado con la homosexualidad en su propia vida, que tuviera el pelo castaño y corto, fuera atlética y amable-. En pocas semanas se me había olvidado esta lista, pero mi petición fue respondida durante un curso superior en mi clase de contabilidad. Ella sobresalió delante de mí como una especie de chica punk – tenía el pelo castaño y corto y un cuerpo atlético -. Muy pronto nuestros caminos se cruzaron, inexplicablemente, una y otra vez, y finalmente terminamos estudiando juntas, conmigo enamorándome perdidamente de ella. Mientras tanto, ella me explicó que aunque entendía mi lucha personal, Jesús era su “marido”. Esto no tenía sentido para mí.

“Oh no, ¡Jesús otra vez!…”

me dije a mí misma.

Aun así, decidí preguntarles a todos mis amigos y compañeros de dormitorio lo que pensaban acerca de Jesús. Todos ellos tenían respuestas superficiales así que le pregunté a un ministro cristiano en el campus y pronto estaba inscrita en su clase “Entrenamiento Evangelístico”. Fingí encajar con esa gente, pero Dios no se dejó engañar. Una noche, mientras oramos, Dios se reveló a mí en una forma increíble como una Persona con gran autoridad y ternura, que se movió por la habitación mientras los estudiantes oraban. También fue muy claro para mí que donde yo estaba, había un espacio vacío sin esta persona increíble.

¿Existía Dios? Sí…pero no en mi vida. Él me estaba revelando ser el Dios cristiano -y sin embargo yo me seguía enfrentando con el “estira y afloje” entre mis propios deseos por el mismo sexo y esta nueva realidad. Después de eso hablé con el pastor del campus y le conté mi experiencia, entonces él me compartió cómo recibir a Cristo en mi vida y me explicó que, sí, era verdad, la homosexualidad y el cristianismo son incompatibles.

Mientras él me compartía las Escrituras, yo sabía que lo que estaba diciendo era verdad. Dios era real, y Él quería una relación conmigo y había provisto el camino a través de Jesús. Pronto supe que yo cambiaría todo, -incluso la esperanza de tener una pareja de vida femenina- para que este Dios estuviera en mi vida. Por esta razón, Mateo 13:44 ha sido una gran alegría para mí:

“El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre encuentra, y lo esconde de nuevo; y gozoso va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo”.

Mateo 13:44

Desde ese momento, mi vida se llenó de preciosas aventuras y relaciones fraternales sanas con otras mujeres. Sí, algunas luchas también- batallas diarias con mis propios deseos errantes, pero luego vino la victoria al entregar mis dolores, heridas y las percepciones equivocadas a Dios. Se convirtió en un proceso de intercambio de las mentiras que yo había creído por la verdad de lo que Dios dice.

También empecé a enfrentarme a los demonios de mi pasado: abuso sexual a la edad de cuatro años y la percepción resultante de que los hombres eran generalmente peligrosos y no confiables. Empecé a confiar en Dios para que sea mi defensa, lo que suavizó mi corazón y mi mente como una mujer. Con los años, he tenido la ayuda de ministerios cristianos que caminaron junto a mí y me animaron. Aprendí que la lucha homosexual a menudo se basa en las heridas del pasado. Al confrontar y orar acerca de estos rincones oscuros de mi vida, comencé a experimentar una mayor libertad de la fuente de dolor de mi corazón, y como resultado, las garras de la lucha homosexual perdieron fuerza. Encontré esperanza y libertad mientras me movía a lo largo de este camino, incluida la libertad de escoger cómo responder acertadamente a la tentación. Encontré la libertad para deleitarme y disfrutar el ser mujer. Encontré nuevas posibilidades que nunca había pensado me sucederían, la atracción romántica hacia un hombre, después el matrimonio y una familia. Encontré que Dios es capaz de terminar la obra que comenzó en mí, y que Él es capaz y desea alinearme con sus grandes planes que son grandes, correctos, y llenos de belleza no adulterada. También he encontrado en Él, al compañero íntimo que nunca me dejará ni me abandonará. Me he enfrentado a muchos desafíos en el camino, incluyendo la traición de mi marido y nuestro divorcio posterior. A través de todo, he sentido la cercanía, cuidado y deleite de Dios en mí. Desde que me embarqué en este viaje maravilloso, he podido compartir mi esperanza en Cristo Jesús con muchas personas lastimadas a quienes Dios ama. Debido a la bondad de Dios, soy capaz de prosperar a pesar de los altibajos de la vida y seguir compartiendo mi esperanza con los demás. Puedo decir que cambiar mis caminos por Sus caminos fue el mejor trato que he hecho en todos los sentidos.

“Yo soy de mi amado y mi amado es mío”

Cantar de los Cantares 6:3

Anne Paulk es la Directora Ejecutiva y miembro del Consejo de Restored Hope Network, madre de 3 hijos maravillosos, autora y oradora popular en temas homosexuales. Anne ha sido entrevistada en la televisión, radio y en revistas como Oprah Winfrey, Good Morning America, CBS Evening News, Club 700, Coral Ridge Ministerio de D. James Kennedy, Enfoque a la Familia, y la revista People. Ella es la autora de “Restauración de Identidad Sexual: Esperanza para mujeres que luchan con la atracción hacia el mismo sexo”.