Acompañando a las personas en su jornada de recuperación
¿Se ha puesto a pensar cuál podría ser la situación de una persona cuando llega a nuestras oficinas pastorales buscando ayuda? Tal vez se dejó de su pareja, perdió el empleo a causa de sus conductas de riesgo, tal vez perdió a su familia inmediata, se siente sola, está cansada de vivir su vida, o anhela verdaderamente conectarse con Dios a través de Jesucristo. Este proceso restaurador comienza cuando la persona herida reconoce que su vida se ha salido de control y necesita ayuda.