NOTA: Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor, y no necesariamente representan la posición de Exodus Latinoamérica.

Mi hija de casi 18 años ha desistido recientemente y, como una forma de lidiar con su angustia mental, le sugerí que escribiera su historia. Aquí está, y espero que ayude a otros a navegar por esto…

Me odié a mí misma desde que tengo memoria. Nunca encajo.
A lo largo de mi infancia, luché a través de años de ser un paria; yo era diferente. Me gustaban algunas “cosas de chicas” y algunas “cosas de chicos”, pero por alguna razón nunca pude llevarme bien con las otras chicas. Quería, de hecho, era todo lo que quería, pero sin importar lo que intentara, por mucho que tratara de presentarme como una chica normal, eventualmente mis verdaderos colores serían expuestos. Mis amigos se daban cuenta de que era “rara” y se escapaban… hasta que comencé a conectarme con amigos varones a través de los juegos. Terraria estaba de moda, y finalmente encontré algunas personas que no pensaron que era rara por disfrutarlo. Iba a casa y jugaba con uno de mis mejores amigos, y esos fueron los últimos momentos verdaderamente felices que puedo recordar.

Por Walt Heyer

Los primeros pioneros en la cirugía de reasignación de género y los estudios clínicos recientes coinciden en que la mayoría de las personas trans sufren de trastornos psicológicos concomitantes, lo que conduce trágicamente a altos índices de suicidio. La ilegalización de la psicoterapia para las personas trans puede ser políticamente correcto, pero muestra una imprudente indiferencia por la vida humana.

4 de octubre de 1966: El New York Daily News en su sección de farándula informó de una chica visitando los clubes de Manhattan y que admitía haber sido hombre en 1965. Había sido sometida a una operación de cambio de sexo en Baltimore en la clínica de género de la Universidad Johns Hopkins.

En 1979, trece años después, suficientes cirugías de género se habían realizado para evaluar los resultados. Ya era tiempo de tener un informe basado en pacientes reales.

Por Denise Shick

Actualmente la cultura está sumergida en la confusión de género. En Estados Unidos, el famoso Bruce Jenner permitió que su transición a mujer fuera transmitida por televisión; la periodista Bárbara Walters ha aparecido como defensora de los niños en transición, al igual que otros como Oprah. Recientemente Jazz, un transexual adolescente, se convirtió en parte de una campaña de publicidad de productos cosméticos para adolescentes, que promoverá esta confusión entre ellos.