Las personas heridas hieren a otras personas

Algunas formas de abuso son más devastadoras de lo que uno se puede imaginar. Y tristemente, la devastación rara vez se detiene en la víctima. Las ondas del primer acontecimiento se extienden mucho más allá de la persona abusada y de la familia de él o ella. A veces esto se llama el ciclo del abuso, y en varias formas esto puede continuar a través de la vida de la víctima. Como dice el dicho, las personas heridas hieren a otras personas. Un periódico local en California, el Lodi Sentinel, informó recientemente de un estudio realizado por el Departamento de Justicia que “pinta retratos de vidas rotas y da claves de por qué el año pasado más de medio millón de personas estuvieron chocando con las autoridades locales”.

Don Schmierer
Adaptado del libro “Sanando Heridas del Pasado”

Todos deseamos ser amados, sentirnos amados, dar y recibir amor. Nuestro deseo humano de amor y de un lugar dónde pertenecer es quizás la mayor búsqueda de la vida, y ocasiona también algunas de las mayores desilusiones en la vida. Cuando nuestro anhelo por el amor se frustra o cuando nuestros seres amados nos demuestran que son menos que perfectos –siendo crueles, críticos, de espíritu mezquino, deshonestos, desleales o aun abusivos –nos encontramos en un mundo de maltrato.

No importa dónde voy, encuentro gente sufriendo. Quizás tú has tenido la misma experiencia. De hecho, puedes estar mirando fijamente a los ojos de una persona herida, cada vez que te miras en el espejo. Si ese es el caso, y deseas encontrar algunas respuestas a tus propias preguntas acerca del dolor y de la sanidad, me gustaría hacerte unas pocas preguntas, antes de empezar. No las tienes que contestar todas ahora mismo, pero piensa en ellas mientras lees y regresaremos a ellas más adelante. Por ahora, apenas pregúntate a ti mismo…