Cuando alguien a quien tú amas es homosexual

CASO No. 1.

Susan y Carol habían sido amigas por muchos años. Debido a su relación íntima, no era un secreto que Carol y su marido tenían problemas maritales. Un día, mientras almorzaban juntas, Carol admitió que ella tenía algo importante que confesar. Susan percibió la aprehensión en la voz de Carol: “un divorcio -pensó Susan- ella se está divorciando”.

Respirando hondo, Carol comenzó: “Me asusta tener que decirte esto, pero lo tengo que hacer. Yo no puedo seguir aparentando lo que no soy. No deseo que esto afecte nuestra amistad. Tú eres como una hermana para mí”. A través de la mesa Susan tomó la mano de su amiga y dijo: “¿Qué es Carol?, es acaso tu matrimonio? Lo que sea me lo puedes decir…”

Las lágrimas empezaron a inundar los ojos de Carol. “Susan, no es mi matrimonio, eso sería más fácil, creo yo. Se trata de mí. Yo…yo soy homosexual. Soy lesbiana…”

CASO No. 2.

Mientras ella pasaba por el cuarto de su hijo, notó un pedazo de papel blanco pegado a la mitad de la puerta. Era una nota de Marcos. Ella sabía que había algo malo. Se llevó la nota a la cocina, se sentó y empezó a leer:

Queridos mamá y papá,

Como ustedes ya saben que soy homosexual, he decidido que será mejor para todos que yo me mude de aquí. Sé cómo ustedes se sienten, y no quiero empeorar las cosas. Yo me estaré quedando con algunos amigos por un tiempo. Creo que esto quiere decir que el colegio tendrá que esperar también, pero, por favor, traten de no preocuparse por mí. Yo triunfaré. Realmente siento que les he defraudado. Lamento la gran pelea de la otra noche. Yo no deseaba que ustedes lo supieran de esa manera, pero creo que después de todo era bueno que lo supieran. Sobre todo, lamento que ustedes no me entiendan. Me mantendré en comunicación con ustedes.

Los ama, Marcos

Ella puso la nota a un lado. “¿Será posible que esto esté sucediendo?” pensó ella. “Todo parece tan extraño, hace sólo algunos días todo era normal. “¡Tenía que ser yo quien encontrara esa revista sucia…y esas cartas! ¡Tenía que ser yo la que lo confrontara y lo impulsara a que me dijera la verdad! ¿Por qué tuve que decírselo a su padre? Y ahora -se preguntó ella a sí misma- ¿volverá todo a ser normal para nosotros?”.

NO PREPARADOS

Un evento para el cual muchas personas no están totalmente preparadas es el descubrir que alguien muy allegado a ellos es homosexual. Ya sea que la confesión de homosexualidad venga de un hijo o hija, esposo o esposa, o amigo íntimo, la reacción es casi siempre la misma: “Y ahora qué les digo a ellos? ¿Cómo puedo ayudar?” y, a veces, “¿podría yo ser culpable en parte por esta situación?”.

El impacto de saber que alguien muy allegado a uno es homosexual puede ser tan grande como si esa persona hubiera muerto. Repentinamente sus esperanzas en cuanto a su futuro no se verán realizadas. Frecuentemente una variedad de emociones comunes al proceso de aflicción sale a la superficie. Primero viene la conmoción, negación e incredulidad, seguido de un torrente de vergüenza, coraje y lágrimas. La depresión y hasta síntomas físicos de angustia pueden también resultar. Casi siempre hay tremendos sentimientos de culpa (¿Dónde me equivoqué?) especialmente en los padres y cónyuges de los homosexuales. La ira y resentimientos se pueden convertir en rencor (¿Cómo me hiciste eso a mí?), si es que se da albergue a la falta de perdón. El proceso de angustia disminuirá en su intensidad, especialmente si tú le cedes tu dolor y lucha a Dios, confiando en que Él te ayudará.

El propósito de este tratado es ayudar a los amigos y familiares de homosexuales a luchar con sus propias reacciones a la homosexualidad, y ayudarles a responder a los homosexuales en forma positiva y cristiana. HAY ESPERANZA

En primer lugar, hay esperanza para ti. Aparte de la necesidad de tu ser querido homosexual, Dios desea ayudarte a luchar con esta situación. Dios no desea verte vencido por la frustración y desesperación. Tenemos las promesas de Dios. Aplícalas a tu situación. Dios dice que, si nos humillamos y buscamos obedecerle, no importa a lo que nos enfrentemos, Él nos proveerá el poder para hacer lo que es correcto. El promete darnos sabiduría si la pedimos. El promete confortarnos y fortalecernos en tiempo de necesidad. El promete que su gracia nos guardará de ser abrumados por nuestras circunstancias. Su gracia también nos provee de la fe que necesitamos para confiar a nuestro ser querido al eficaz cuidado de Dios. Él nos puede dar la paciencia para esperar que Él trabaje en nuestra vida. Él puede proveernos de la capacidad para perdonar y demostrar amor hacia aquellos que nos hieren y nos avergüenzan. Dios puede enseñarnos a ver las circunstancias desde su perspectiva, y entonces vemos que todas las cosas son posibles para Dios. “Todas las cosas” incluye la liberación de la homosexualidad. Entonces veremos que hay esperanza.

Este es el segundo punto. No tan sólo hay esperanza para ti, también hay esperanza para el homosexual. Hay una salida de la homosexualidad para aquellos que la desean. Así como todo pecado es condenado, también la conducta homosexual es condenada consistentemente a través de las Escrituras (véase las referencias al final). Pero también, la Biblia nos habla de personas que fueron libradas de la homosexualidad (1 Corintios 6:9-11). Recuerda, cuando Dios requiere que cambiemos para obedecer a sus normas, Él tiene el poder para hacer ese cambio posible en nuestras vidas. Esto es verdad para el homosexual, como es verdad para la prostituta, el adicto y todos los que necesitan de Jesús.

Aunque tu amigo o ser querido esté envuelto en la homosexualidad, eso no quiere decir que siempre lo seguirá siendo. Muchos hombres y mujeres alrededor del mundo han sido, y están siendo, liberados de la homosexualidad. Dios no tiene favoritos.

Tu ser querido puede ser liberado también, pero eso tal vez no suceda de la noche a la mañana. El Espíritu de Dios es quien debe atraerlo. Por lo tanto, tu única esperanza está en el poder de un Dios sin límites.

PASOS QUE TU PUEDES SEGUIR:

  1. CONTROLA TUS EMOCIONES. Después que la bomba se ha lanzado en tu falda, puede ser difícil que mantengas el control tu reacción emocional (especialmente en una confrontación). Aunque las reacciones emocionales son parte del ser humano, trata de no permitir que tus sentimientos estén fuera de control. En tu ira no peques. Trata de limitar tu reacción inmediata a reducir la tensión en tu relación con el individuo homosexual. Si ya has tenido una explosión de ira, tú puedes aún tratar de lograr una reconciliación.
  2. PERDONA. Libera tu coraje, sufrimientos y vergüenza a través del perdón. Esto evita que la amargura se establezca y acelera tu sanidad y tu relación con la persona homosexual. Además de perdonar a quienes te han lastimado, pídele a Dios que te perdone por cualquier cosa en tu pasado que pudiera haber contribuido a esta situación. Con el perdón de Dios no necesitas permanecer prisionero de culpa y condenación. Una vez que hayas recibido su perdón por cualquier fracaso de tu parte, anota la fecha en tu calendario. Cuando sentimientos de culpa o condenación empiecen a regresar a ti, apunta hacia la fecha en el calendario. Recuerda a ti mismo y al diablo que en esa fecha tú sabes que Dios te perdonó por tus errores pasados.
  3. TOMA LA PERSPECTIVA DE DIOS. Pon tu actitud en línea con la Palabra de Dios. Tener un ser querido homosexual no es el fin del mundo. La homosexualidad es un pecado. No es un pecado más malo que los otros. No es incurable. Dios tampoco odia al homosexual. Como cuestión de hecho, El le ama y desea redimirlo. El ve su necesidad de amor, aceptación e identidad, y ansía cubrir sus necesidades. Jesús no condenó a la prostituta, al traidor, a la adúltera, al ladrón o al asesino. En vez de ello El les ofreció otra oportunidad en la vida.
    Jesús les mostró la manera en que podían agradar a Dios. El ofrece esta vida nueva al homosexual. Como mencionamos anteriormente, “todas las cosas” son posibles para Dios, incluyendo liberación de la homosexualidad. Hay testimonio bíblico de homosexuales que han sido cambiados por el poder de Dios. Comparte esta esperanza con tu amigo o ser querido homosexual.
  4. MANTÉN LINEAS DE COMUNICACIÓN ABIERTAS. Usa el buen juicio al compartir con la persona homosexual. Nuestras palabras pueden construir o derrumbar. No hagas de cada visita o conversación un sermón sobre el pecado. Evita argumentar, sé un oidor. El homosexual necesita saber que él por lo menos puede hablar contigo, especialmente cuando él está sufriendo. Ora por sabiduría en comunicar las normas de Dios. Estimula al homosexual a que vea a Jesús en un plano positivo, como una persona que ama, se preocupa y desea ayudar.
  5. DEMUESTRA AMOR Y ACEPTACIÓN. a veces nuestro amor debe ser firme. El cristiano no puede entrar en componendas con las normas de Dios ni condonar el pecado. Sin embargo, es vital que el amigo o ser querido homosexual entienda que tu desaprobación de su conducta pecaminosa NO es un rechazo a él. El mantener las normas de Dios a veces nos coloca en la posición de señalar los límites a la persona debido al pecado. Esto puede ser doloroso y necesario en algunos casos. Pero podemos aún demostrar amor y preocupación por la persona homosexual en muchas maneras prácticas. Estar dispuesto a hablar y a escuchar. No tengas temor de abrazar o tocar. No excluyas al homosexual de tu vida y actividades. El homosexual puede percibir tu oposición inclemente hacia el pecado, y se puede aislar o alejarse de ti. Sin embargo, tú no debes ser el que le dé la espalda. Tú puedes ser un eslabón importante entre ese individuo y Dios, si no ahora, quizás más tarde. Así es que guarda tu testimonio. Mantén las normas de Dios, pero ama al homosexual también.
  6. DÉJALO IR. De todos estos pasos uno de los más difíciles es tener que confiar a Dios el cuidado de tu ser querido. Déjalo ir. Tú no puedes salvar a esa persona. Tú no puedes impedir que ella continúe en la vida homosexual. Tú no tienes el control, Dios sí lo tiene. Debes aprender a confiar en que Dios atraerá a tu ser querido por su Espíritu. Dios desea librarlo del pecado y de la decepción. Recuerda que El ama a tu ser querido aún más que tú.
  7. ORA, AYUNA Y ESPERA. Tú puedes orar, puedes ayunar. La oración en combinación con el ayuno es un arma espiritual poderosa. Aunque te guste o no, se va a necesitar mucha oración y ayuno, pero por amor del amigo o del ser querido. ¿No vale la pena el sacrificio? Jesús sabía que la oración y el ayuno producen resultados. El los practicó y también sus discípulos. A través de la Biblia, cuando hombres y mujeres se enfrentaban a circunstancias difíciles, ellos oraban y ayunaban. Dios frecuentemente responde de manera milagrosa. Lee y estudia el capítulo 58 de Isaías, que trata sobre el propósito y el poder del ayuno.

Aunque Dios contesta nuestras oraciones. El raramente las contesta cuando y como nosotros queremos. Nosotros deseamos ver libre a nuestro ser querido ahora. Pero el tiempo de Dios es perfecto. Sus métodos son perfectos. De modo que además de todo lo otro, espera en El que opera en la vida de tu ser querido. Usa de ese tiempo de espera como una oportunidad para fortalecer tu fe y confianza en el Señor. Él te oye. Él te ayudará.

FINALMENTE…

  • Si estás teniendo dificultad en aceptar el hecho de que alguna persona allegada a ti es homosexual, entonces tú necesitas detenerte y mirar tu actitud, y ver que sea la correcta. Tener escrúpulos acerca de la homosexualidad es una cosa, pero tener una reacción de aversión, hostilidad o violencia hacia la persona homosexual es pecado. Esto se denomina “homofobia”, un miedo y hostilidad irracional hacia los homosexuales. La homofobia es una reacción defensiva que frecuentemente encubre la inseguridad y temores acerca de la propia identidad sexual de uno. Demás está decir que la homofobia impide la efectividad de nuestro testimonio. Afortunadamente, el Señor puede liberarte de esa actitud pecaminosa, y también puede librarte de tus temores e inseguridades.
  • Si tú sospechas que un ser querido está envuelto en la homosexualidad (o en cualquier otra forma de inmoralidad), trata de no sentir pánico ni de perder tu genio; por el contrario, con amor firme y honestidad, confronta a la persona con tus sospechas. No la acuses. Ve preparado para oír mentiras y encubrimiento, una desafiante admisión que todo es verdad, o una contrita confesión de culpa. Recuerda también que la persona puede ser realmente inocente de cualquier maldad. Cuando la situación llegue a ese punto, o se encamine en esa dirección, busca consejo en un Cristo-céntrico para ti, y si es posible, para tu ser querido. Recuerda ver a Cristo como tu esperanza, sabiendo que “todas las cosas obran para bien” en aquellos que aman a Dios, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” Romanos 8:28.

ESCRITURAS.

CONDUCTA HOMOSEXUAL: Levítico 12:22, 20:13; Romanos 1:20-32; 1 Corintios 6:9-11; 1 Timoteo 1:9-10.

INMORALIDAD SEXUAL: 1 Corintios 6:13-20; Romanos 6:12-13; Gálatas 5:19-21; Colosenses 3:5-6; 1 Tesalonicenses 4:3-8.

ESCRITURAS ESTIMULANTES: Romanos 7:14-24, 8:1-3; 1 Corintios 6:9-11; 2 Corintios 5:17; Efesios 2:1-10; Hebreos 12:5-17; 2 Pedro 1:3-11; 1 Juan 1:9; 2 Timoteo 4:18 y Judas 17-25.


Traducido del inglés por Rafael Ángel Maldonado