Consejos para padres de hijos gay
Por Barbara Johnson
Probablemente sientes que eres un caso aislado, en vez de una gigantesca mayoría esparcida por todo el mundo. Si los padres pudieran recordar otros casos donde amistades suyas han escuchado confesiones similares de sus hijos, el golpe sería menos duro. El ser homosexual no niega el amor paternal, así como Dios no niega su amor hacia sus hijos cuando han caído en pecado. Todavía nos ama. Algunas personas, al contarles a sus padres sobre un involucramiento en la homosexualidad, han por lo menos podido exteriorizar su propia lucha interior.
Tu hijo o hija no es una tragedia. Sigue siendo tu hijo o hija. El saber que está involucrado en homosexualidad no borra toda la alegría y bendición que ha traído a tu vida, a lo largo de sus años de crecimiento. Sólo porque acabas de entererarte de su situación, ¿significa que no puedes seguir siendo la misma madre amante que fuiste hace unas pocas horas, antes de saber esto? ¿No era éste el mismo hijo, la misma hija por quien hubieras hecho cualquier cosa, incluso dar tu vida por la suya? ¿Dónde están el amor y la compasión que demostraste antes con tanta facilidad?
Cuando tu ser amado te revela una parte de su vida, esto puede ser una expresión de profunda confianza. El hacerte esta revelación probablemente representa una de las decisiones más importantes de su vida. Tu reacción será recordada durante mucho tiempo. Es una tremenda oportunidad para que todo padre, para que toda madre demuestre su lealtad y fidelidad a su hijo o hija, al darse cuenta que se encuentra en un dilema. El saber esto, ¿incapacita de alguna forma nuestra habilidad para demostrarle nuestra lealtad?
Trata de comunicarle que le quieres, no importa qué pase. Es este amor incondicional lo que debes comunicarle. Le amas, no así al pecado que daña su vida. Sin importar su condición, le amas. Si está atrapado en profundo pecado, si está dispuesto a cambiar o si no está dispuesto, incluso si se siente demasiado incómodo para conversarlo contigo, hazle saber que tu amor no depende de su comportamiento. Puedes amarle aun en medio de su lucha, no a pesar de ella.
Mantente cerca del Señor. A veces son situaciones como estas las que empujan a la gente hacia Dios. Si no estabas en comunión con Él antes de esto, puedes estarlo ahora. Alaba al Señor en medio de esta situación, sabiendo que Dios puede restaurar a tu hijo o hija, en Su tiempo, a una comunión completa. Mantente atento para darle la bienvenida a tu hijo con los brazos abiertos, sin hacer preguntas ni reproches.
Que tu actitud constante sea: “¡Alabaré al Señor bajo cualquier circunstancia!” Esta situación puede ser una oportunidad para que Dios obre en tu vida y la de tu familia, para una mayor y más profunda limpieza, para unir a tu familia, y aun para usarlos como sus instrumentos. Las pruebas sirven para fortalecer los lazos, haciéndolos fuerte como un cable. Permite que esta prueba fortalezca tu fe y que haga de ti un metal precioso para el uso del Maestro, dejando que el fuego quite las impurezas.
Sobre todo, envuelve a tu hijo o hija en tu amor, presentándole delante del Señor para que Él le restaure en su tiempo. Este compromiso con el Señor te impulsará a orar, y pedirle al Padre que el poder sanador del Espíritu Santo obre en la vida de tu hijo(a) y le libere.
Mantén siempre Romanos 8:28 en tu corazón. La promesa de que Dios “dispone todas las cosas para nuestro bien…” incluso cuando todo parece haberse venido abajo, debe tener prioridad en la lista de versículos sobre sufrimiento. Busca empaparte de la Palabra de Dios, de modo que si llegaras a despertarte en medio de la noche con síntomas de ansiedad, puedas oír la voz de Dios susurrando en tu oído: “Hijo mío, hija mía, todo esto será para el bien porque me amas y te he llamado a cumplir mis propósitos”. El empaparte de estos versículos poderosos, será parte de la sanidad que Dios desea obrar en ti.
Piensa en esto: En el servicio al amor, sólo los quebrantados pueden servir, porque sólo ellos pueden entender el lamento de un corazón en pena. Esta sensación de quebranto que estás experimentando algún día pasará, y en su lugar quedará un corazón lleno de amor que podrá ayudar a otras personas que Dios ponga en tu vida, porque has superado este cáliz de prueba y sufrimiento.
SOBRE LA AUTORA
Barbara Johnson es una madre que “vivió de todo”.
El descubrimiento de la homosexualidad de su hijo menor es uno de los acontecimientos que describe en su libro “Where Does A Mother Go To Resign?” (¿Dónde renuncia una madre?).
SPATULA MINISTRIES, P.O. Box 444, La Habra, CA 90631.