Por Anne Paulk

Tomado del libro “Restaurando la Identidad Sexual”

Cuando daba clases de bachillerato, conocí a Natalie, una estudiante joven y atractiva de grandes ojos cafés y cabello castaño. Me buscaba mucho, me felicitaba constantemente por mi maquillaje, comía su almuerzo cerca del comedor de profesores y prefería mi compañía sobre la de sus compañeros.

Mis conversaciones con Natalie comenzaron por un artículo que yo estaba escribiendo para enseñar en una clase de la universidad. Se suponía que debía de entrevistar a un par de estudiantes sobre sus intereses y sobre lo que deseaban seguir estudiando como carrera. Le pregunté a Natalie si quería ser una de mis entrevistadas y ella accedió.