Por Leo Chain

El padre es el primer modelo de masculinidad que tiene un niño; si hay una vinculación adecuada, es más probable que el niño o niña desarrollen una sana masculinidad o femineidad, lo cual le ayudará a establecer mejores relaciones interpersonales conforme vaya creciendo.

Un buen padre contribuye de forma significativa a la autoestima en los niños, les ayuda a pulir sus habilidades y a sentirse más fuertes, más competentes y capaces. Cuando un padre interviene en la crianza de los hijos, les ayuda a fomentar mejores actitudes ante la resolución de conflictos y problemas cotidianos, lo cual los lleva a tener un mayor auto control y ajustarse de forma adecuada a las normas sociales, por lo que es menos probable que abusen de otros o que usen drogas o alcohol en la adolescencia.

Por Arline de Westmeier

Discernir la voz de Dios y entender su voluntad es como aterrizar nuestro avión durante la noche sin poder ver la pista hacia la cual nos dirigimos.

Dios nos ha dado luces de aterrizaje que al estar prendidas y alineadas pueden asegurarnos que hemos oído su voz y que en ese lugar que Él nos indica encontraremos la pista, aunque no la veamos sino hasta el momento en que ya estemos aterrizando.