Psic. Emmanuel Muñoz

 

Una sociedad en transformación

De alguna manera, mientras como Iglesia realizábamos nuestras reuniones, asistíamos a nuestros retiros y hacíamos actividades de evangelismo; avanzaba un movimiento social que hoy pareciera ser una avalancha de cambios, reformas sociales y morales que nunca vimos o que nunca pensamos que llegaría a ser tan intensa. En términos legislativos, en Chile, se logró la ley antidiscriminación, el acuerdo de unión civil entre parejas del mismo sexo y actualmente se está legislando con respecto al matrimonio homosexual, la adopción homoparental y la ley de identidad de género, entre otras. En los medios de información masiva, en educación parvularia, escolar y universitaria; en el cine, las series de televisión, los dibujos animados, etc. podemos ver distintas temáticas relacionadas con la diversidad sexual, que han ido ganando terreno hacia una mayor aceptación, normalización y promoción de la misma; las iglesias no están excluidas.

Leo Chain

La Organización Mundial de la Salud define sexo como la condición orgánica que distingue a las mujeres de los hombres. El sexo biológico es la anatomía sexual junto con los cromosomas de cada persona. Biológicamente se nace hombre o se nace mujer[1].

Por Anne Paulk

Leer 1a Parte

Trauma Infantil

Tanto Chris como Latasha fueron testigos de diferentes formas de abuso contra sus madres. En consecuencia, ambas hicieron votos de no ser como sus madres, débiles y vulnerables. Las dos mujeres se moldearon a sí mismas como varones, rechazando sus propias cualidades femeninas e involucrándose en actividades predominantemente masculinas.

De acuerdo con la encuesta que llevé a cabo entre ex lesbianas, más del 60% fueron testigo de alguna forma de abuso contra un miembro de su familia. Sorprendentemente, un 90% experimentó alguna forma de abuso contra ellas mismas.

Manual de consulta sobre la sexualidad y las relaciones

Consejos sabios acerca de temas sexuales y de relación

Este Manual de consulta sobre la sexualidad y las relaciones brinda a pastores, consejeros y creyentes en general, la información que necesitan para poder ayudar a los miembros de sus iglesias, a sus aconsejados y a sus amigos sobre los problemas más íntimos tales como…

Por Frank Worthen

Una decisión difícil

No es fácil para la persona homosexual decidir que Dios ha hablado contra la homosexualidad y acceder a embarcarse en el largo y difícil camino al cambio.  Como hemos visto, la iglesia en general no está siendo de gran ayuda en guiar al ex-homosexual hacia un nuevo y diferente estilo de vida.  La iglesia y particularmente los seminarios están avanzando con la idea de que los mandatos bíblicos contra la homosexualidad fueron escritos para una cultura antigua y no ofrecen nada de valor para el mundo de hoy.

Por Leo Chain

Muy querido amigo:

Escribo esto ahora que todavía no parto, aunque no sé si llegarás a leerlo. Los momentos que pasamos juntos fueron muy gratos, y gracias a ellos pude darme cuenta que lo que busco no es sexo, sino algo más profundo: ser comprendido, aceptado, amado y por supuesto, sentirme pleno y satisfecho conmigo mismo.

En la búsqueda de ello no quiero dañar a nadie, mucho menos a ti. Gracias por tu sinceridad, por tu confianza y por darte desinteresadamente. Por desgracia, nunca podré amarte como lo deseas; ni siquiera sé si podré quererte como tú me quieres.

Por Denise Shick

Actualmente la cultura está sumergida en la confusión de género. En Estados Unidos, el famoso Bruce Jenner permitió que su transición a mujer fuera transmitida por televisión; la periodista Bárbara Walters ha aparecido como defensora de los niños en transición, al igual que otros como Oprah. Recientemente Jazz, un transexual adolescente, se convirtió en parte de una campaña de publicidad de productos cosméticos para adolescentes, que promoverá esta confusión entre ellos.

Por: Living Hope Ministries

Mi nombre es Kevin. Tengo 35 años de edad. El hombre que soy hoy en día no es el hombre que siempre he sido. Mi vida ha cambiado radicalmente. Pero voy a hacerte un poco de historia para que ubiques mi escenario: Cuando tenía tan sólo dos años, mis padres se divorciaron. Mi mamá siempre me ha amado y me ha apoyado en todo. Ella siempre ha sido mi mejor amiga y lo sigue siendo en la actualidad. Mi padre realmente nunca estuvo presente mientras yo crecía, pero cuando estaba, él era muy abusivo verbal y físicamente, y, a veces, sexualmente. Decía que era su manera de enseñarme a ser un hombre.

Por Leonor M.

Actualmente hay mucho desconocimiento de lo que es la homosexualidad, y más aún de cómo abordar a las personas que luchan con atracción por el mismo sexo (AMS), por ello en ocasiones sólo se trata de ignorar la situación o de lado contrario se utiliza hostilidad y agresividad que ocasionan el efecto contrario al buscado: aleja, aísla y resiente a la persona.

Si eres un pastor, líder, padre de familia, o simplemente una persona interesada en ayudar a alguien en esta situación, aquí te presentamos algunos consejos prácticos para abordarlo y generar un ambiente de confianza que facilite el poder brindarle una ayuda más efectiva.

  1. Infórmate sobre la homosexualidad

Conoce qué es la homosexualidad, sus causas, cuáles son las situaciones conflictivas que viven las personas que luchan con tendencias de AMS.

Tener claro que LA PERSONA ES HETEROSEXUAL, y que cuando solucione sus conflictos dicha heterosexualidad emergerá, aunque la finalidad de la restauración es que la persona asuma su identidad como hijo de Dios, y no que tenga atracción por personas del sexo opuesto o que se case.

  1. Respeta a la persona, hónrala.

No ofendas, evita comentarios y actitudes hirientes hacia la persona y en general de las personas que sufren de AMS, menos desde el púlpito.

Sigue la regla de oro: trátalo como quieres ser tratado (Mateo 7:12), y todos requerimos atención, aceptación y afecto.

En términos prácticos tratar a otros con respeto significa:

  • Afirmar las cualidades de los demás.
  • No burlarse de otras personas ni llamarles con apodos
  • No contar chistes gays.
  • No unirnos cuando nuestros amigos se burlan de otra persona (esto es difícil no hacerlo, pero es importante).
  • No hablar de otros a sus espaldas, decir mentiras sobre ellos ni decir sus secretos. Permitir que otras personas tengan diferentes creencias y tomen decisiones diferentes, en lugar de insistir en que creen y elijan las cosas que hacemos.
  • Escuchar cuidadosamente y hacer el mejor esfuerzo para entender lo que dice la otra persona. Cuando no entendemos algo, le pedimos amablemente para obtener una explicación. Por ejemplo, “no creo que haya entendido lo que acabas de decir. ¿Puedes explicarlo nuevo?” (en lugar de “¿qué quieres decir?! ¡No tiene ningún sentido en absoluto!”).
  • Tratar bien a todos.
  1. Sé incluyente. Intégralo en las actividades, no lo rehúyas ni excluyas.

Principalmente involúcralo en actividades propias de su sexo. Es una forma de que se identifiquen con su propio sexo, aprendiendo a comportarse de acuerdo a su género.

  1. Bríndale tu amistad sincera.

Debido a que una de las principales carencias que las personas con AMS han tenido es la FALTA DE IDENTIFICACION CON SU PROPIO SEXO. Es importante tener en mente que debido a sus problemas relacionales en ocasiones puede ser complicado llevar una amistad. Se paciente. Dale la oportunidad de tener compañerismo con sus pares.

  1. Mira a tu amigo como una persona, no te enfoques sólo en su sexualidad.

Ante todo, tu amigo es una persona, un ser humano con sentimientos, inteligencia, esperanzas y temores, habilidades, fortalezas y debilidades. No dejes que lo que sabes acerca de su sexualidad, anulen todas las otras cosas que sabes acerca de tu amigo. Aún tiene todas las cosas buenas (y malas) que tenía antes de que supieras esto.

  1. Fomenta un ambiente de confianza que permita el diálogo.

Toca el tema u otros similares en forma que expreses tu posición de comprensión y esperanza para él.

Si eres líder: Predica sobre el tema en forma constructiva, sin burla, mofa o condenación. No es el pecado imperdonable.

  • Puedes mencionar algo de las noticias o de un programa de televisión que tiene que ver con la homosexualidad.
  • Puedes comentar cómo te molesta cuando hablan mal de los gays y lesbianas.
  • Si te has dado cuenta de que algo es molesto a tu amigo, puedes decir algo como: “parece que eso te molesta ¿quieres hablar sobre el tema?” Si tu amigo dice que no, respeta su elección, pero comunícale que te encuentras disponible.
  • Podrías compartir algunas cosas personales de ti, para mover su amistad a un nivel más profundo donde tu amigo puede sentirse más cómodo hablando de cosas personales.
  • Le puedes preguntar directamente.

Lo que elijas, depende de varias cosas: ¿por cuánto tiempo se conocen entre sí? ¿Es tu amigo generalmente agradable y abierto, o él o ella no dice mucho acerca de cosas personales? ¿Qué dirías si tu amigo te preguntara por qué quieres saber? ¿Qué le dirías acerca de tu actitud hacia la atracción del mismo sexo?

  1. Escúchalo y comunícate abiertamente.

Escucha los sentimientos que están detrás de las palabras que utiliza tu amigo. ¿Se siente solo? ¿Enojado? ¿Deprimido? Si tu trabajo no es la consejería, de todos modos, puedes apoyarlo sólo por escuchar y reconocer sus sentimientos. No saltes a conclusiones: escucha cuidadosamente lo que dice tu amigo y presta atención a lo que hace él o ella, basa tus conclusiones en eso, no en rumores o historias que escuches sobre tu amigo. Pregúntale directamente aun cuando se trate de sus sentimientos por ti o por otra persona, puede decidir no responder, pero es de esperarse que se obtendrá algún tipo de respuesta que te dará una idea más precisa de lo que tu amigo piensa y siente en lugar de simplemente “llenar los espacios en blanco” tú mismo.

Si te confiesa que es gay, proporciona retroalimentación verbal, no asumas que tu amigo sabe cómo te sientes acerca de lo que se ha compartido -es probable que él o ella tenga miedo al rechazo y es importante decir lo que se piensa.

Dependiendo del caso, podrías decir:

  • “Me preguntaba si eras gay, por lo que no me sorprende que me lo digas. Eso no cambia cómo me siento acerca de ti; eres mi amigo, y eso es todo”.
  • “Bien, realmente no tenía idea, pero está bien. Somos amigos, ¿no?”
  • “Eso me desconcierta un poco. No tenía ni idea. Pero yo todavía quiero ser tu amigo, aunque necesito un poco de tiempo para acostumbrarme a la idea. ¿Está bien?
  • “Gracias por ser tan abierto. Me siento un poco incómodo con esto… ¿me ayudarías a entender más acerca de esto?”

Para animarlos a hablar puedes decir algo como: “Siento como que algo te preocupa, cuando desees hablar sobre eso, aquí estoy yo para escucharte”

Si alguien empieza a comentarte detalles más personales o íntimos que no te hacen sentir cómodo, puedes amablemente decir algo como: “Me alegra que confíes en mí tanto que podemos hablar de todas estas cosas. Pero estaba considerando que preferiría no escuchar todos los detalles acerca de ________ ¿te importaría omitirlos?

Si tienen diferentes puntos de vista sobre el tema, dialoga si él lo desea, pero no discutas. El dialogo no trata de forzar a la otra persona a estar de acuerdo contigo. Todos tienen el derecho de creer lo que deseen creer, aunque no haya ninguna evidencia que sostenga sus creencias, respetar a otro involucra el concederles ese derecho.

SI LA PERSONA TE CONFIESA TENER TENDENCIAS O COMPORTAMIENTO HOMOSEXUAL… TAMBIEN PUEDES:

  1. Apoyarlo para que busque ayuda o consejería basada en principios bíblicos

Reconociendo tus límites. Si la persona está luchando con sentimientos de AMS o ya con la conducta homosexual, pero DESEA CAMBIAR ESO, lo puedes ayudar. Si cree que está en lo correcto sólo te queda respetarlo, dejándole claro que lo aceptas como persona pero que no estás de acuerdo con esa forma de vida.

  1. Guarda siempre la confidencialidad.

No defraudes la confianza que depositó en ti. Si necesitas comentar con alguien maduro y discreto el asunto para que te oriente, no des nombres ni circunstancias que puedan identificarlo.

  1. Ora por tu amigo.

Si eres cristiano lo más valioso que puedes hacer es orar por esa persona para que Dios le hable, y le dé convicción de que ese estilo de vida no le agrada a Él, a fin de que tu amigo busque al Señor y de la restauración que Él Señor, sanado sus heridas internas, transformando su entorno y cambiando su conducta.

Recuerda siempre que con misericordia y verdad se corrige el pecado (Proverbios 16:6), y que es la BONDAD DE DIOS la que guía a una persona al arrepentimiento (Romanos 2:4).

Testimonio: Anne Paulk

Hay muchas razones por las que pienso que Dios tiene sentido del humor- su sentido de la ironía es una de ellas.

Por ejemplo, ¿quién hubiera imaginado cuando argumenté en la clase de inglés en mi universidad a favor del aborto y de la compatibilidad del cristianismo y la homosexualidad, que me iba a convertir en la mujer que soy hoy en día?

En aquellos días de la universidad, me destaqué en varias cosas, una de ellas era la Lógica, pero eso no significaba necesariamente que mi vida dio el fruto de mi mente lógica. De hecho, ese primer año en la universidad, mi vida estaba llena de confusión.

Yo había sabido durante mucho tiempo que tenía una fuerte atracción romántica por las chicas, aunque traté de ocultarlo saliendo con hombres. Pero fue durante ese dramático primer año que finalmente reconocí que era sin duda “gay”.

Fue una admisión emocionante el ser capaz de identificarme con mis largas luchas reprimidas. La pregunta ahora se convirtió en: ¿Sería capaz de encontrar a esa mujer perfecta para mí? Fue en ese tiempo que también descubrí que me sentía atraída hacia una estudiante en particular de tercer año. “¿Es ella la correcta?”, me pregunté. Cuando comencé a imaginar la vida con ella, también consideré qué pasaría si fuéramos separadas por la muerte, la tragedia o la traición. Yo acostumbraba adelantarme a los hechos, pero esta vez estaba yendo bastante lejos. En mi imaginación, me veía en algún momento de mi futuro sola, devastada y vacía. Entonces, una noche, mientras miraba hacia el cielo y consideraba la permanencia de las estrellas, que ellas existirán durante siglos innumerables, me pregunté,

“¿Hay algo más para mí en la vida?”

Esa pregunta fue respondida de forma inesperada en mi próximo año en la universidad, aunque no por mis clases. Debo decir que, como mujer joven abrazando la identidad “gay” y anhelando las relaciones futuras, veía la idea del Dios Cristiano más como una dificultad que como una ayuda, por lo que en la búsqueda de mi nueva identidad “gay”, me había quitado mi concepto vacilante y desinformado de Dios revelado en la Biblia. Pero entonces, en mi semestre de otoño, mientras estaba abrazando mi homosexualidad empecé a tener sueños controvertidos por la aparición de Jesús. Les confié estos sueños a mis amigos más cercanos quienes eran judíos, y ellos se rascaban la cabeza conmigo en cuanto a lo que podían significar los sueños.

Entonces, un día en una reunión gay en el campus, repentinamente penetró mi entendimiento

– “Tú no vas a encontrar aquí lo que estás buscando”.

¡¿Qué?! ¿No encontraría en la comunidad gay el amor que estaba buscando con una mujer con quien pasaría el resto de mis días? Pero increíblemente, esta “otra voz” me estaba diciendo la verdad y en mi corazón lo sabía. Fue como si una luz atravesara mi alma desde el cielo. Salí de esa reunión sollozando por el dolor de la verdad que me había encontrado. Pero esta nueva verdad no significaba que yo estaba dispuesta a abrazar el cristianismo. De hecho, a pesar de que estaba dispuesta a aceptar la verdad, yo no quería que fuera la verdad cristiana. Sabía lo suficiente de la lectura de la Biblia que el Dios Cristiano no aprobaba las relaciones homosexuales y que si me hacía cristiana, mi esperanza de una vida en pareja femenina se iría para siempre. Algo estaba pasando, pero yo no podía comprenderlo. Así que mi siguiente pregunta fue:

“Si realmente hay un Dios, entonces, ¿quién es el verdadero dios o dioses?”

Con el fin de encontrar la respuesta a esta pregunta, puse a Dios -quienquiera que fuese – a prueba. Pedí que el verdadero Dios se mostrara a mí al responder esta petición – que me conectara con una mujer que hubiera lidiado con la homosexualidad en su propia vida, que tuviera el pelo castaño y corto, fuera atlética y amable-. En pocas semanas se me había olvidado esta lista, pero mi petición fue respondida durante un curso superior en mi clase de contabilidad. Ella sobresalió delante de mí como una especie de chica punk – tenía el pelo castaño y corto y un cuerpo atlético -. Muy pronto nuestros caminos se cruzaron, inexplicablemente, una y otra vez, y finalmente terminamos estudiando juntas, conmigo enamorándome perdidamente de ella. Mientras tanto, ella me explicó que aunque entendía mi lucha personal, Jesús era su “marido”. Esto no tenía sentido para mí.

“Oh no, ¡Jesús otra vez!…”

me dije a mí misma.

Aun así, decidí preguntarles a todos mis amigos y compañeros de dormitorio lo que pensaban acerca de Jesús. Todos ellos tenían respuestas superficiales así que le pregunté a un ministro cristiano en el campus y pronto estaba inscrita en su clase “Entrenamiento Evangelístico”. Fingí encajar con esa gente, pero Dios no se dejó engañar. Una noche, mientras oramos, Dios se reveló a mí en una forma increíble como una Persona con gran autoridad y ternura, que se movió por la habitación mientras los estudiantes oraban. También fue muy claro para mí que donde yo estaba, había un espacio vacío sin esta persona increíble.

¿Existía Dios? Sí…pero no en mi vida. Él me estaba revelando ser el Dios cristiano -y sin embargo yo me seguía enfrentando con el “estira y afloje” entre mis propios deseos por el mismo sexo y esta nueva realidad. Después de eso hablé con el pastor del campus y le conté mi experiencia, entonces él me compartió cómo recibir a Cristo en mi vida y me explicó que, sí, era verdad, la homosexualidad y el cristianismo son incompatibles.

Mientras él me compartía las Escrituras, yo sabía que lo que estaba diciendo era verdad. Dios era real, y Él quería una relación conmigo y había provisto el camino a través de Jesús. Pronto supe que yo cambiaría todo, -incluso la esperanza de tener una pareja de vida femenina- para que este Dios estuviera en mi vida. Por esta razón, Mateo 13:44 ha sido una gran alegría para mí:

“El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre encuentra, y lo esconde de nuevo; y gozoso va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo”.

Mateo 13:44

Desde ese momento, mi vida se llenó de preciosas aventuras y relaciones fraternales sanas con otras mujeres. Sí, algunas luchas también- batallas diarias con mis propios deseos errantes, pero luego vino la victoria al entregar mis dolores, heridas y las percepciones equivocadas a Dios. Se convirtió en un proceso de intercambio de las mentiras que yo había creído por la verdad de lo que Dios dice.

También empecé a enfrentarme a los demonios de mi pasado: abuso sexual a la edad de cuatro años y la percepción resultante de que los hombres eran generalmente peligrosos y no confiables. Empecé a confiar en Dios para que sea mi defensa, lo que suavizó mi corazón y mi mente como una mujer. Con los años, he tenido la ayuda de ministerios cristianos que caminaron junto a mí y me animaron. Aprendí que la lucha homosexual a menudo se basa en las heridas del pasado. Al confrontar y orar acerca de estos rincones oscuros de mi vida, comencé a experimentar una mayor libertad de la fuente de dolor de mi corazón, y como resultado, las garras de la lucha homosexual perdieron fuerza. Encontré esperanza y libertad mientras me movía a lo largo de este camino, incluida la libertad de escoger cómo responder acertadamente a la tentación. Encontré la libertad para deleitarme y disfrutar el ser mujer. Encontré nuevas posibilidades que nunca había pensado me sucederían, la atracción romántica hacia un hombre, después el matrimonio y una familia. Encontré que Dios es capaz de terminar la obra que comenzó en mí, y que Él es capaz y desea alinearme con sus grandes planes que son grandes, correctos, y llenos de belleza no adulterada. También he encontrado en Él, al compañero íntimo que nunca me dejará ni me abandonará. Me he enfrentado a muchos desafíos en el camino, incluyendo la traición de mi marido y nuestro divorcio posterior. A través de todo, he sentido la cercanía, cuidado y deleite de Dios en mí. Desde que me embarqué en este viaje maravilloso, he podido compartir mi esperanza en Cristo Jesús con muchas personas lastimadas a quienes Dios ama. Debido a la bondad de Dios, soy capaz de prosperar a pesar de los altibajos de la vida y seguir compartiendo mi esperanza con los demás. Puedo decir que cambiar mis caminos por Sus caminos fue el mejor trato que he hecho en todos los sentidos.

“Yo soy de mi amado y mi amado es mío”

Cantar de los Cantares 6:3

Anne Paulk es la Directora Ejecutiva y miembro del Consejo de Restored Hope Network, madre de 3 hijos maravillosos, autora y oradora popular en temas homosexuales. Anne ha sido entrevistada en la televisión, radio y en revistas como Oprah Winfrey, Good Morning America, CBS Evening News, Club 700, Coral Ridge Ministerio de D. James Kennedy, Enfoque a la Familia, y la revista People. Ella es la autora de “Restauración de Identidad Sexual: Esperanza para mujeres que luchan con la atracción hacia el mismo sexo”.

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