La Ideología de Dios: el diseño genético humano es ser concebido varón o hembra

Por Xenia Attias

¿Qué idea tenía Dios en mente cuando decide crear al hombre y a la mujer?

Tuvo en mente un diseño genético binario con la irrevocable intención de la reproducción y multiplicidad de nuestra especie, la intensión de dar a ese diseño único una imagen y semejanza, una identidad propia inmutable, funciones específicas y definidas, un propósito humano, y un destino divino; estos principios son evidentes por sí solos.

En la Ideología de Dios, la diferenciación de habilidades está genéticamente programadas en cada género humano (hombre/mujer), y en cada especie creada; cuyas características distintas, desde el punto de vista biopsicosocial, son complementarias. Aportando estas, armonía, equilibrio y equidad en la ejecución de roles y/o funciones, aunque con igualdad de jerarquía.

Esta Ideología de Dios le imprime a su diseño varón/hembra, una identidad personal que los equipa individualmente para cumplir metas y propósitos en un destino compartido; transfiriéndole a su descendencia las riquezas de sus diferencias y de su complementariedad. Sin embargo, esta perfecta Ideología de Dios sobre su creación, está queriendo ser sustituida y mancillada por un nuevo orden mundial, y un nuevo movimiento ideológico humano llamado, Ideología de Género; la cual está cambiando los sanos modelos de convivencia humana, y el lenguaje natural y socioculturalmente aceptado, por uno arbitrario y ambiguo. Redefiniendo las evidencias antropológicas a través de cambios legislativos, anulando el natural diseño biológico humano como concepto referencial inequívoco de lo que somos; y, consecuentemente, desestructurando la familia, el matrimonio, la sexualidad, la salud reproductiva, la cultura, la fe cristiana, la educación y las leyes entre otros.

Actualmente la humanidad está experimentando tiempos difíciles, tiempos de ruptura de paradigmas en todos los órdenes, de ruptura de valores y principios universales y divinos, de confusión y barbarie a través de esta errática ideología; y es en estas condiciones actuales, que los conceptos antes mencionados, se están debilitando y desdibujando. Y, los sistemas de creencias universales, definidos y anclados sobre la base del sentido común, la coherencia lógica, y la salud emocional/psíquica de la creación humana, están bajo amenaza de quedar flotando en el aire o ser anuladas, por ideologías sin fundamento científico ni normatividad. Movimientos que se han erigido en protesta a todo lo convencional, funcional, sano y espiritual, con el objetivo de imponer sus gustos, sus costumbres, sus ideas, su modus vivendi; basado, en la defensa de derechos humanos e inclusión de la diversidad. Una diversidad estructurada conforme a sus pasiones y distorsiones de una realidad que grita a voces, el perfecto orden de la Ideología de Dios.

Esta Ideología de Género defensora de postulados como el de que las diferencias entre el hombre y la mujer, a pesar de las obvias diferencias anatómicas, no corresponden a una naturaleza fija, sino que se puede cambiar todas las veces que se desee durante todo el ciclo vital; está creando caos, incertidumbre y confusión. El “discurso de género” quiere imponer la idea de que, en el ser humano, la identidad sexual no depende de la biología, sino que se encuentra mediada por la libertad personal de sus sentimientos y la cultura. Sin embargo, gracias a la Ideología de Dios, la identidad genética es una realidad inexorable de la conformación de la propia identidad sexual y de género.

Lo que históricamente ha sido entendido, como una realidad natural, anatómica y biológica hombre/ mujer, puede ahora ser anulado gracias a la construcción del género (deconstruible y reconstruible), social e individualmente. Ahora cientos de hombres y mujeres ya adultos cambian cosméticamente su verdadera realidad anatómica, por la anatomía del sexo contrario, y se aparean indistintamente; viviendo una identidad fantasiosa promovida y sostenida por esta ideología.

En sentido general, se configura así la Ideología de género, entendida como una nueva forma de interpretar la realidad. Niega, en primer lugar, la naturalidad de la diversidad sexual binaria varón/mujer; y, en lugar de seguir aceptando la humanidad como parte de un natural orden universal heterosexual según la Ideología de Dios, se propone una multiplicación de géneros, social e individualmente construidos.

Bajo estos postulados, se llega a calificar como ultraje a la libertad, lo que no es más que caracteres recibidos de la biología. En la raíz de este planteamiento se encuentra una rebelión ideológica del hombre frente a la ideología divina.

La Ideología de Dios manifestada en su completa creación, ha funcionado desde el principio de acuerdo a su diseño. Y ese diseño ha sido funcional y fructífero en todas las generaciones, y en todas las culturas; y es el que ha permitido la evolución de la especie. Pero paradójicamente, este movimiento tratando de destruir todo referente biológico, social, educacional, familiar, sexual, cultural, espiritual y comportamental implícito en la Ideología de Dios; le da más fuerza a este diseño divino. Un ejemplo de esto es que el sector de la población mundial que conforma y representa al movimiento LGBTI, el cual va de la mano con el movimiento de Ideología de Género; en el desempeño de los roles sexuales en sus relaciones homosexuales, recrean el orden natural heterosexual de la Ideología de Dios, asumiendo siempre uno de los dos el papel del hombre y el otro el de la mujer. De la misma manera que lo recrean en los roles conyugales y parentales que asumen, cuando se unen en matrimonio y adoptan infantes.

Y es que, el sentido de realización personal humana se siente completo cuando somos capaces de estar y permanecer dentro de este diseño. De manera que, en la Ideología de Dios su diseño binario viene implícito en nuestro ADN, y todas las demás formas de emparejamiento o cambios anatómicos cosméticos serán solo una absurda manera de deconstruir y deshacer ese diseño funcional.