Fui creada con un propósito más grande – Kathryn Means

Kathryn MeansFui creada con un propósito más grande – Kathryn Means

Por muchas razones, no debería estar compartiendo mi historia contigo; la principal es que no era parte de los planes de mi vida. Gracias a que los planes de Dios son más grandes y altos que los míos.

Fui la primera hija de tres niños de padres cristianos maravillosos. Mi historia no es particularmente diferente de otros que han crecido en la iglesia. Estuve involucrada en la Escuela Dominical, AWANA, y el coro de niños. A la edad de 10 años camine por el pasillo, hice mi profesión de fe y fui bautizada. Sin embargo, algunas cosas cruciales estaban ausentes de aquellas demostraciones externas de fe, estas eran el arrepentimiento y la rendición total. Estas vendrían después.

Parecía que a la primera hija de mis padres se le había dado todas las inclinaciones dramáticas adjudicadas a las familias. La mayor parte del tiempo, como una cualquier niña pasaba jugando juegos imaginarios y cansando a mis padres con mis travesuras. La mayor parte de mis juegos de “imaginarios” involucraba jugar a la casita, y a través de este inocente pasatiempo infantil empecé a planear mi vida a muy temprana edad. Me casaría a los 21, tendría a mi primer hijo a los 25, y sería feliz para siempre.

Mis juegos imaginarios se extendieron hasta mis años de adolescencia como mentiras habituales, y mis padres les encontraba difícil creer cualquier cosa que yo dijera. Fue hasta después de una de mis mentiras más grandes, involucrando un reporte de notas falsificada en mi primer año de secundaria, fue que el Señor desde el cielo me alcanzó y me tomó como suya propia. El arrepentimiento y la rendición fueron parte de esta experiencia.

Ahora bien, la obediencia no era parte de esta pintura. Mis juegos imaginativos fueron hasta los años como joven adulta y viví una mentira tras otra, compensando por lo que pensaba que era una vida aburrida.

Tenía 22 años, soltera sin ningún prospecto en mi panorama, y mis planes se fueron derrumbando dentro de mí. Añade a esto el hecho de que fui a las bodas de 6 de mis amigos en un período de 14 meses, y el resultado fue una mujer joven muy deprimida que vivía su vida a través de otros. Entonces algo extraordinario sucedió… me enamoré. Y algo aún más extraordinario él se enamoró de mí. Mire como todos mis planes se estaban realizando, aun cuando más tarde de lo que yo había esperado. Sin embargo después de algún tiempo vi que mis planes se derrumbaron otra vez.

La relación termino por miles de razones que no tenían importancia en ese tiempo. No solo estaba devastada en ese tiempo sino también enojada. Estaba enojada con el por herirme, estaba enojada conmigo misma por haber sido completamente vulnerable con él, y estaba enojada con Dios por permitir que este hombre hubiera entrado en mi vida si solo iba a quebrantar mi corazón. El día después de nuestro rompimiento fui al parque a estar asolas con el Señor. Recuerdo haber visto al cielo, a la puesta del sol, y a través de mi enojo y amargura ore diciendo “Señor, sé que el propósito de mi vida es más grande que él y te demando que me muestres cuál es”. Una demanda bastante altanera de parte de alguien que se había sentido fuera del favor del Señor por un buen tiempo; pero de hecho no era con desafío que demandé de Él, fue un clamor de desesperanza. Esperaba cosas grandes de El porque, en mi mente, no tenía nada más que esperar.

Un vislumbre de la respuesta vino 4 meses más tarde cuando supe que un amigo muy cercano luchaba con atracciones hacia el mismo sexo. “¿Como pudo pasar esto? ¡El es cristiano! ¡El creció en la iglesia! Se cuanto él ama al Señor y quiere lo mejor de Dios para su vida” Tales declaraciones me plagaron por semanas. No podía reconciliar estas dos diferentes personalidades de este hombre en mi mente, así que fui en búsqueda de respuestas. ¿Pero donde podría ir? No podía a hablar con mis padres acerca de ello, y nuestros amigos en común estaban tan confundidos como yo. Entonces un precioso amigo me sugirió el sitio web de Enfoque en la Familia donde averiguaría de la conferencia “El amor lo gano”.

Nunca olvidaré ese día—17 de Abril del 2004. Vine vacilante a la Iglesia Huerto de los Olivos en Pensacola, Florida. Instintivamente supe que mi vida nunca sería la misma. Estaba asustada en mi mente. Esto no era parte de mis planes. Mientras pasaba el día el temor disminuyó a una molestia en mi espíritu y la molestia se transformo en paz y así termine la conferencia con una pequeña chispa de gozo en mis ojos. Nunca antes había oído tales testimonios de la grandeza del amor de Dios y su asombrosa gracia. Había estado en la iglesia la mayor parte de mi vida y nunca había oído un mensaje redentor de la homosexualidad.

Las historias que compartieron ese día cambiaron mi vida, no porque hubiera luchado con atracciones hacia el mismo sexo, sino porque vi a mi Dios por quién era realmente—lleno de mor y gracia y lleno de verdad. Lleno de gracia y amor por su pequeña niñita que necesitaba un poco de realidad acerca de su propia miseria. Lleno de verdad de que yo pertenecía a nadie más que a El y que El tenía grandes cosas planeadas para mí; pero primero tuve que hacer una pequeña limpieza. Tuve que quebrantar mi corazón y dejarlo que me sanara y tenía perdonar a alguien, aun cuando el perdón nunca fue solicitado después.

Fue el día después de la conferencia que le conté a mi mamá donde había ido y por qué. Nos sentamos en su cuarto y ella me escucho y lloré acerca de este hombre, mientras que le decía que sentía como que necesitaba hacer algo con la verdad que había aprendido. Tres semanas más tarde me inscribí en la escuela y finalice Sicología. Tal pasión nació en mí y me consumía mientras estudiaba y aprendía más y literalmente me saturaba de información. En mi ingenuidad asumí que una vez que explicara a otros lo que había aprendidos, ellos se emocionarían como yo lo estaba y me apoyarían al 100%. Esto fue hasta que el primer creyente me miro como si estuviera completamente loca. “¿Que quieres hacer qué?, me dijo. Una parte de mi quería gritar. “¿No puedes darte cuenta de lo importante que es esto?” Así fue como me di cuenta que si iba a continuar con este nuevo camino que el Señor tenia para mí lo iba a hacer sin importar el costo. Era como si el Señor dijera, “Aun si pierdes tus amigos, ¿me seguirás?” Si Te llamo fuera de todo lo que te es familiar ¿me seguirás? Aun si tienes que sacrificar el estilo de vida que tienes, a lo que estas acostumbrada, ¿me seguirás?

Cuando miro hacia atrás a los años pasados de mi vida y veo la soberanía de Dios en mi propio cambio. No podría hacer nada más que decir si. No fue una decisión difícil de hacer, porque no podría imaginar volver atrás a esa mujer apática, pasiva, sin educación que vivía en un mundo de fantasía.

Dios puso un propósito en mi corazón aun desde el vientre de mi madre. Lo sentí golpeando, tratando de explotar dentro de mí aquella fría noche de Noviembre, cuando le demandé a Dios que me lo mostrara. Una vez que El me llamó no había punto de regreso. No solo me mostro el propósito para mi vida, sino que también trajo propósito para mi dolor y lamento. El me mostro en los momentos de quietud desde aquella noche que El nunca desperdicia el dolor si le permito sanar las heridas.

Mantente contando tus historias… ellas cambian la vida de las personas

Así que ¿dónde me encuentro ahora? En la más grandiosa aventura que he tenido jamás, y la mejor arte es que no tengo que inventarla. Desde que seguí el llamado que Dios coloco en mi vida, he perdido amigos queridos que había planeado tener para siempre. También he sido alejada de todo lo que me era familiar, lo que nunca planee hacer. Me mudé de mi hogar a los 24 años para servir en la oficina de Éxodo Internacional en Orlando, Florida, y en cada paso Dios ha permanecido siempre fiel a Su niñita.

Una de las cosas más estupendas de lo que he podido presenciar a través de mi llamado y mi subsecuente mudanza es como el Señor ha trabajado en la vida de mis padres, especialmente en mi papá. Pienso que puedo decir qque estaba un poco desconcertado cuando supo cual era la nueva área de mi estudio. Cuando vio que esta nueva pasión mía permanecía. Comenzó a hacer preguntas y escuchaba mientras le compartía mi corazón. El entonces tomó un papel más activo invitando a algunos de los líderes de nuestra iglesia a la casa para cenar. El abrió la oportunidad para mí para poder compartir, bajo la autoridad de mi padre, el llamado que Dios me había dado— compartí las noticias asombrosas que la libertad de la homosexualidad es posible a través del poder de Jesucristo. Tener el apoyo de mis padres significa para mi más de lo que yo puedo expresar.

Para terminar, quiero dar gracias a cada uno de aquellos que han compartido la historia de su cambio. Sus historias dan propósito a tu dolor, y dan propósito al dolor de otros. Sigan contando sus historias. Ellas cambian el curso de la vida de otros. Lo sé, porque cambiaron el curso de la vida, y por eso estaré eternamente agradecida.

Kathryn Means se mudó recientemente de Columbus, Georgia a Orlando, Florida para unirse al equipo de Éxodos. Ella es la nueva asistente de Tim Sneed y Randy Thomas y se siente honrada de apoyarlos en sus ministerios.