¿Es navidad y estás deprimido?

Por Leonor M.

Luces de colores, comidas deliciosas, regalos, risas y tintineantes villancicos navideños inundan el ambiente, sonrisas y buenos deseos a tu alrededor, pero… en tu interior se instala la oscuridad: tristeza, desesperanza y un fuerte sentimiento de soledad parecen inundar tu corazón y nublar tu visión de tal manera que parece imposible disfrutar esta festiva temporada, antes bien, deseas meterte en cama y dormir hasta que llegue enero…

¿Te identificas con esta descripción?

Para tu alivio, no estás solo, esta es una condición más común de lo que creemos, se suele llamar depresión navideña, e incluso psicológicamente –bajo ciertas peculiaridades- se ha catalogado como trastorno afectivo estacional (TAE)[1], caracterizado por la presencia de episodios depresivos, con somnolencia excesiva y aumento en la ingesta de alimentos, que acontecen de manera recurrente al llegar el otoño-invierno.

Ahora bien, comúnmente la época navideña y el fin de año (en invierno en México), se asocian con la evaluación de lo realizado durante el año: si se cumplieron las metas fijadas,  se obtuvieron logros (lo cual se traduce en felicidad o realización); o en su defecto,  si se experimentaron fracasos (ruptura amorosa o de alguna amistad, pérdida de empleo, falla académica, dificultad económica, etc.), si no se logró algún avance significativo en el proyecto de vida, o simplemente no se obtuvo la satisfacción de los deseos; de resultar el balance negativo, llega la nostalgia, un sentimiento de vacío,  y … depresión.

Otros en esta época recuerdan episodios de tristeza, escasez o desilusiones vividas en tiempos pasados, que pueden ser desde no haber recibido el regalo anhelado, hasta haber perdido a algún ser querido; por lo que al llegar estas fechas vuelven a sentir el dolor emocional asociado a esos eventos.

Algunas personas, para aliviar estos sentimientos, se sumergen en el alcohol o las drogas, lo cual agrava los síntomas depresivos, que pueden incluso llevarlos a la ideación suicida e incluso a intentarlo en el peor de los casos.

Entre las personas que llevan una vida homosexual, es común que muchos busquen pareja en este periodo del año únicamente para mitigar un poco el dolor de la soledad y los vacíos emocionales.

Por ello, para las personas con antecedentes de quebranto relacional y sexual, ésta puede ser una época en que se presenten fuertes sentimientos de soledad, que los hacen vulnerables a una caída moral, por lo que deben estar conscientes de ello y tomar medidas preventivas.

Algunos indicativos de estar presentándose esta forma de depresión, y a los cuales hay que estar alerta, son los siguientes:

  • Tristeza la mayor parte del tiempo y llorar sin razón aparente.
  • Sentimientos de vacío.
  • Ansiedad.
  • Desgano la mayor parte del tiempo.
  • Irritabilidad, desasosiego.
  • Cansancio y disminución de energía.
  • Falta de atención y disminución de la concentración, dificultad para recordar detalles y tomar decisiones.
  • Pensamientos y sentimientos de desesperanza y/o pesimismo.
  • Sentimientos de culpa, inutilidad o impotencia.
  • Disminución de actividad física/fatiga.
  • Pérdida o aumento del apetito (particular apetencia por hidratos de carbono).
  • Aumento de peso.
  • Pérdida o aumento de sueño. Somnolencia diurna.
  • Desánimo para el aseo personal diario.
  • Aislamiento social. Pérdida de interés en comunicarse con los demás.
  • Pérdida de interés en actividades que antes solía disfrutar.
  • Dificultades interpersonales/laborales.
  • No desea hablar ni que le hablen de Navidad ni algo relacionado.
  • Pensamientos de muerte/suicidio e intención suicida.

Si bien desde el año 400 a.C., Hipócrates describió la importancia de los cambios de estación en el origen de algunas enfermedades, así como los grandes cambios corporales inducidos por el frío o el calor; no eres una víctima indefensa de tu entorno, ni de tu pasado.

No estás solo en medio de tus luchas, precisamente ese fue uno de los motivos del arribo a este mundo de Jesús envuelto en humanidad: identificarse contigo en tu debilidad, soledad, rechazo, heridas y tentaciones. Tenemos en Él, a un sumo sacerdote que puede compadecerse de nosotros en nuestras flaquezas, porque fue tentado en todo pero sin pecado (Hebreos 4:15), y  quien puede librarnos, sanarnos y salvarnos.

He ahí el motivo por el que los ángeles cantaron en nochebuena, anunciando a los pastores la noticia de gran ALEGRÍA:

…No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo,

que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David,

un Salvador, que es CRISTO el Señor.

Lucas 2:10-11

Ahora a nosotros nos corresponde hacer lo posible: apropiarnos por fe de Su salvación y provisión, realizar ajustes en nuestro pensamiento, y aplicar algunas medidas prácticas que reflejen nuestro acuerdo con Él, como pudieran ser las siguientes.

  1. ¿Te sientes solo/a? ¡Busca compañía! Pero no de aquellos que sabes te conducirán al pecado, sino de amigos piadosos o familiares, tal vez gente de la iglesia con la que puedas pasar momentos de compañerismo edificante y sana diversión. Rodéate de gente comprensiva, que te acepte y apoye.
  2. Cuida tu alimentación y el descanso, evita situaciones altamente estresantes. Dios nos ha hecho espíritu, alma y cuerpo, y es necesario que atendamos estos tres aspectos indisolublemente ligados por lo que se afectan recíprocamente, pero que requieren cuidados especiales cada uno. El cuidado del cuerpo es tan importante como el del espíritu y del alma, tan es así que el Señor se ocupó de ordenar el reposo físico y proporcionó instrucciones en cuanto a la alimentación; el ejercer dominio propio sobre el apetito por la comida es un inicio para aprender a ejercerlo sobre apetitos sensuales, y una buena práctica para ello es el ayuno como disciplina espiritual, también instruida en la Palabra de Dios.

Sin embargo, es necesario discernir lo que nos pasa…si estás cansado y hambriento, estarás más vulnerable emocional y espiritualmente, a veces lo más espiritual que podemos hacer es ¡descansar!

3. Evita sitios, situaciones y personas que te traigan recuerdos desagradables que afecten para mal tu estado de ánimo, y procura visitar lugares y realizar actividades que te generen bienestar, las opciones son tan variadas como lo son las preferencias personales. Recuerda: 

A su alma hace bien el hombre misericordioso; Mas el cruel se atormenta a sí mismo.

Proverbios 11:17

La práctica de un deporte o simplemente una caminata es también altamente recomendable. Evita el alcohol o las drogas (exceptuando tratamientos médicos), ten presente que sólo proporcionan un olvido temporal, y que no resuelve tus problemas, más bien casi siempre los agrava.

  1. Permanece alerta a tus pensamientos, ¡piensa en lo que estás pensando! Observa si su contenido no armoniza con la Palabra de Dios (la mayor evidencia de ello es precisamente si te llevan al desánimo y derrota) y deséchalos, reemplazándolos con todo lo bueno, lo verdadero, lo puro, como instruye el Señor en Filipenses 4:8, pero sobre todas las cosas oblígate a creer que Dios quiere siempre tu bien:

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,

pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Jeremías 29:11

  1. Analiza y advierte las conductas que se derivan de los pensamientos erróneos y las emociones dañinas, y busca alternativas de cambio. Es necesario que trates de comportarte de la forma contraria a cómo te sentirías tentado a hacerlo. Hacer el esfuerzo puede representar todo un reto, pero será de enorme beneficio.

Un buen ejemplo es que derivado de los pensamientos negativos y de desaliento, te sientas tentado a pasar el día llorando y aislado, rumiando tus desgracias; sin embargo, tienes la opción de hacer lo que reiteradamente hacía el salmista (Salmos 42 y 43), cuando hablaba a su propia alma y se obligaba a alabar al Señor… y después de hacerlo, recobraba el ánimo y la esperanza:

¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Así que… alaba y adora a Dios aún en contra de tus emociones… ¡sacrifica alabanza! seguramente antes de darte cuenta estarás en deleite y gozo en Su Presencia.

¿Has probado reírte por fe? Esto es algo más que puedes hacer oponiéndote a las emociones negativas, es ampliamente conocido el beneficio terapéutico de la risa, incluso como coadyuvante para mejorar la salud física. Tal vez a esto se refería Pablo en la denominada epístola del gozo, estando en prisión el apóstol a través de ella ordenó a los Filipenses:

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo ¡Regocijaos!

Filipenses 4:4

  1. Otra actividad particularmente importante para un cambio de actitud y superar la etapa depresiva es hacer una lista de aquellas cosas por las cuales estás agradecido… ¡cuenta tus bendiciones! Escribirlas te ayudará a enfocarte en lo que tienes y no en aquello que te falta, al empezar a hacerla te sorprenderás. El darte cuenta de que tienes una familia, algún amigo, salud, trabajo, donde vivir, ropa para vestirte, etcétera, es muy benéfico para salir de los pozos oscuros, literalmente la gratitud y la auto conmiseración se excluyen.

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

1 Tesalonicenses 5:18

  1. Si los síntomas de la depresión estacional son severos, y te están generando problemas serios, es importante que busques ayuda de un consejero o psicólogo calificado, que pueda ayudarte a resolver los conflictos que la generaron y a apropiarte de la sanidad emocional a que tienes derecho como hijo de Dios, después de todo nadie puede salir adelante solo en todas las áreas de su vida, Dios nos diseñó como seres sociales e interdependientes, y si hoy es el tiempo de apoyarte en otros … ¡hazlo!, el día de mañana probablemente te tocará a ti dar una mano a otros también.

Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.

Proverbios 11:14

En suma, en estas fechas conviene recordar que, Jesucristo -gracias a Su gloriosa presencia y obra redentora en este mundo-,  ha provisto todo lo necesario para combatir toda aflicción y tristeza, y para cambiarla por gloria, gozo y alegría en tu vida:

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado…

…a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza,

óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado

Isaías 61:1,3a

Él ha hecho lo imposible: llevó en nuestro lugar el castigo por nuestros pecados, venció al enemigo de nuestras almas, acabó con el poder del pecado sobre la naturaleza pecaminosa, proveyó lo necesario para sanar nuestras heridas (físicas y emocionales) y derrotó a la misma muerte… ¡esas sí son nuevas que motivan GRAN GOZO!

Un día para mi sorpresa, Jesús me dijo: “¡Yo no asisto a tus fiestas de auto lástima! ¿Quieres poner ungüento en mis heridas? ¡Créeme y gózate en mí!”

¡Así que te invito a unirnos al cántico celestial, y a darle honor y gloria con nuestra alegría!

FUENTES CONSULTADAS:

Las citas bíblicas: versión Reina- Valera 1960

Depresión Navideña. Dr. Elmer A. Masís Olivas. Director Procoape. Consultado en http://www.psicologoescolar.com/ARTICULOS/PAGINAS_DE_ARTICULOS/costa_rica_elmer_masis_olivas_depresion_navidena.htm, el 15 de diciembre de 2014

Trastorno afectivo estacional. D. Fresnoa, C. Pedrejónb, A. Benabarrec, J. Vallea, A. Arrauxob y E. consultado en https://www.koriosbook.com/read-file/trastorno-afectivo-estacional-jano-es-pdf-4729449/ el 15 de diciembre de 2014

[1] Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, cuarta edición (DSMIV) y la Clasificación Internacional de Enfermedades, décima revisión (CIE-10).