El primer paso: Una decisión radical

Por Frank Worthen

Una decisión difícil

No es fácil para la persona homosexual decidir que Dios ha hablado contra la homosexualidad y acceder a embarcarse en el largo y difícil camino al cambio.  Como hemos visto, la iglesia en general no está siendo de gran ayuda en guiar al ex-homosexual hacia un nuevo y diferente estilo de vida.  La iglesia y particularmente los seminarios están avanzando con la idea de que los mandatos bíblicos contra la homosexualidad fueron escritos para una cultura antigua y no ofrecen nada de valor para el mundo de hoy.

Gran número de personas que están luchando contra la homosexualidad están siendo aconsejadas por sus pastores para ajustarse a ese estilo de vida, sin embargo les han exhortado a “vivir tan respetablemente como sea posible para una persona homosexual”.

La Asociación Americana de Psiquiatría ya no considera la orientación homosexual un desorden sino ahora considera a aquellos que buscan salir de la homosexualidad como “desordenados”.  Aquí está una cita de su más reciente manual:

“Cuando el desorden (302:00 Homosexualidad egodistónica) está presente en un adulto, generalmente hay un fuerte deseo de ser capaz de tener hijos y una vida familiar”.

Algunos pastores, que se han empapado de psicología, ahora están asintiendo con el punto de vista de la Asociación Americana de Psiquiatría.  Aplican la etiqueta “desorden” al individuo que no está completamente satisfecho con el estilo de vida gay y busca una forma de salir.

Sólo tu decisión

La decisión que tú tomes seguramente será desafiada vez tras vez.  Solamente si ha sido tu decisión y tu sola voluntad soportará la prueba del tiempo.  Si tu decisión fue basada en agradar a otros, no será lo suficientemente fuerte para resistir las durezas y tiempos difíciles que vendrán.  Por más que deseemos agradar a nuestra madre, nuestro pastor, nuestros amigos, o aun a la sociedad, esta motivación será insuficiente y fracasará durante tiempos de prueba, nos encontraremos diciendo: “Sólo lo hice para agradar a mis padres (o a otros)”.

La iglesia silenciosa

Muchos gays activos que profesan ser cristianos han encontrado un hogar en la iglesia silenciosa, la iglesia que se rehúsa a reconocer que el problema de la homosexualidad existe.  Ahí llevan una doble vida, a menudo tomando papeles de liderazgo en la iglesia, sin embargo continúan involucrándose en todo tipo de comportamiento homosexual cuando no están en presencia de otros cristianos.  Cuando la iglesia se da cuenta del problema y decide amonestar y confrontar a aquellos que están activamente en la homosexualidad, calladamente se cambian a otra iglesia, donde pueden continuar en pecado sin interferencia.

Influencia satánica

Satanás hace presión sobre nosotros en tiempos de necesidad.  Nos golpea cuando estamos abajo.  Distorsiona y magnifica problemas, haciendo más grande la brecha entre un cristiano y el Señor.  Actúa sobre nosotros cuando estamos débiles y con problemas.  Conoce los anhelos de nuestro corazón y envía algo que nos hiera y destruya.  Tenemos profundas necesidades de contacto, de intimidad y de una persona que nos comprenda, pero él manda a un amante.  Nos dice que la oscuridad es luz, que actuar de acuerdo a nuestras fantasías nos traerá la llenura que hemos buscado.  A menos que busquemos diligentemente al Señor y abramos nuestras vidas para Su intervención, creeremos la mentira, porque parece menos dolorosa.  Sucumbiremos ante las armas del maligno y tomaremos lo que se nos ofrece.

Jesús puso Su rostro como un pedernal contra la tentación y así debemos hacer nosotros.  Para resistir los sutiles y llamativos mensajes del mundo, debemos obtener sabiduría y aprender a discernir las obras del enemigo.  Aceptar que la homosexualidad es el camino ancho y fácil que conduce a la destrucción.  Resistir la homosexualidad es el camino estrecho, algunas veces el camino desolado ya que pocos son los que toman este camino.  Pero este es el camino que conduce a la vida, la única vereda a la verdadera felicidad y satisfacción que hemos buscado mediante fantasías ilusorias.

Satanás es un mentiroso.  Cada encuentro sexual que tenemos solamente incrementa nuestro apetito por más.  Él permanece diciéndonos que será mejor la siguiente vez.  Esto no es verdad.  Mientras más experiencias tengas, más atrapado estarás.  Conforme pasan los años, los deseos crecen a una gran proporción, mientras que las posibilidades para una satisfacción decrecen.  Quedas con unos enormes deseos que nunca pueden encontrar paz o ser satisfechos.

El camino fácil para salir

La naturaleza humana siendo como es tiende a buscar la forma fácil, el camino de escape, el camino indoloro.  Con demasiada presión para continuar en el estilo de vida gay y llegar a ajustarse a ella, y la habilidad para ocultarse en la iglesia silenciosa, es verdaderamente un milagro cuando un individuo está dispuesto a someterse a los planes de Dios para la redención y regeneración.

Cómo puede ser hecha esa decisión

La persona que lucha debe ser un buscador de la Verdad.  La motivación para ese gran cambio es poco probable que venga de fuentes humanas sino solamente a través de recursos del Espíritu Santo.

“Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras”.  (Salmo 145:18)

Señor tengo un problema

Nadie puede encontrar la salida de un problema hasta que admite que el problema existe.  El primer paso en el programa de los Alcohólicos Anónimos es: “admitimos que somos impotentes sobre el alcohol – que nuestras vidas se han tornado ingobernables”. La persona homosexual debe admitir consigo mismo y con Dios, “tengo un problema Señor”.

Para la gente joven que está entrando en la vida homosexual, ésta puede parecer ser la solución a sus problemas.  Aquellos que son molestados en la escuela con mofas y burlas ven el estilo de vida como un lugar de afirmación y aceptación.  Con una increíble felicidad, encuentran compañeros, gente de su propia edad, que quieren tanto amistad como intimidad con ellos.  Muchos dicen, “si este es un problema, ¡denme más problemas!”  Parece que la aceptación encontrada en este estilo de vida es la olla de oro al final del arcoíris, la satisfacción de sus fantasías de toda la vida.

Sin embargo, cada nuevo encuentro refuerza el dominio de la homosexualidad.  Nuevas facetas de la vida homosexual se abren a lo que al principio pudiera haber parecido degradante, pero ahora es aceptado de buena gana como algo que promete la satisfacción inalcanzada desde hace tanto.  Mientras que los encuentros sexuales pueden haber estado satisfaciendo por el momento, la persona homosexual es dejada insatisfecha, aun buscando algún ingrediente vago que haga que la intimidad perdure.  La esperanza es que quizá a la vuelta de la próxima esquina esté la persona que han estado buscando, sin embargo, esto nunca sucede, la búsqueda incesante continúa.

Pocos pueden ser alcanzados mientras están buscando activamente hacer cada fantasía realidad.  Están buscando un sueño imposible.  Pastores, padres, amigos y algunas veces incluso esposas llaman al individuo para que vuelva a la realidad, pero el sueño está en control.  El yo está entronizado.  “Si te gusta, hazlo”.  “Si me parece correcto, debe ser correcto”.  Como ilustra Jueces 21:25, “…cada uno hacía lo que bien le parecía”.  Mientras que el fin no se logre y la persona no admita abiertamente que existe un problema, la persona no podrá ser ayudada.

Cerrando la opción

La ambivalencia es la barrera del cambio.  Mientras se conserve abierta la opción para regresar a la homosexualidad “si las cosas no funcionan”, el cambio no ocurrirá.  Los puentes deben ser quemados.  Una decisión crucial debe hacerse.  El Espíritu Santo trae convicción de pecado, y si la persona recibe esta convicción profundamente en su corazón, tendrá la única motivación perdurable para cerrar la opción para siempre.

“Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia”.  (Romanos 6:13).

La decisión es tuya

Nadie puede tomar la decisión por ti.  Sólo puede ser tu decisión.  Si decides dejar el estilo de vida para agradar a otra persona, no tendrás la motivación para ir a través del largo proceso de cambio.  Cuando las cosas se pongan difíciles, dirás: “solamente hago esto para agradar a mis padres (o a otros)”.

Se necesita atrevimiento y valentía para dejar atrás aquello que siempre ha sido presentado como la respuesta a los lugares vacíos en la vida.  Sin embargo el Espíritu Santo hace de los cobardes hombres valientes.  El usó a unos cuantos hombres para poner al mundo de cabeza, y lo puede hacer de nuevo.  Cuando Dios pide algo de nosotros y nosotros respondemos con obediencia sincera, Él siempre proporciona el poder para hacerlo.

“… os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”.  (Deuteronomio 30:19b)

Adaptado del libro “Ayudando a gente a salir de la homosexualidad” de Frank Worthen. Frank fue uno de los fundadores del movimiento de Exodus.

Frank Worthen fue uno de los fundadores y pioneros del  movimiento de Exodus a nivel mundial.  Colaboró activamente en el establecimiento de diversos ministerios en los Estados Unidos, en Filipinas, y dictando conferencias en diversos países.  Fue autor de varios libros y manuales que han sido traducidos a distintos idiomas: “Ayudando a gente a salir de la homosexualidad”, “Cómo establecer grupos de apoyo”, “Liderazgo”, entre otros. Frank junto con su esposa Anita fueron parte de la junta directiva de Restored Hope Network, una red de ministerios que ayudan a personas con quebrantamiento sexual en los Estados Unidos.

Para adquirir el libro “Ayudando a gente a salir de la homosexualidad”, por favor comuníquese a ventas@exodusla.org o al teléfono +52(777)317-84-24, de Cuernavaca, México.