Por Dan Hitz

“¿Nadie te ha condenado?” “Nadie, Señor”, dijo ella. “Entonces tampoco yo te condeno”, declaró Jesús. “Ve ahora y deja tu vida de pecado”. Juan 8:10b-11 NVI

La simple verdad de Juan 3:16 es que “…tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. Es a través de la gracia que somos “salvos por medio de la fe” y somos hechos “nuevas criaturas” (Efesios 2:8-9; 2 Corintios 5:17). No podemos hacer nada para ganar nuestra salvación. No podemos ser “suficientemente buenos” para calificar para el Cielo. Simplemente estamos llamados a entregar nuestras vidas a la autoridad de Jesucristo y recibir Su Espíritu dentro de nosotros. En realidad, esa es una gran entrega de nuestras vidas y un regalo aún mayor de Su salvación eterna.

Por Dan Hitz

“Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores. Este dicho es cierto, y se puede confiar en él. ¡Yo era el peor pecador de todos!”

Apóstol Pablo, 1 Timoteo 1:15 (Versión Inglesa Contemporánea)

Advertencia: Este artículo cubre un tema delicado que, en algunas personas, puede desencadenar ciertas emociones. No es la intención causar angustia en alguien. El propósito es el de mostrar que Jesucristo quien puede perdonar, redimir y transformar a cualquier persona, incluso a aquellas que muchos ven como los peores pecadores del mundo.

Ciertamente, hay muchas tormentas culturales en este momento. Cada tormenta tiene su cuota de opiniones. Algunas ruidosas. Algunas suaves. Algunas bíblicas. Algunas irracionales. Es fácil apartar nuestros ojos de Jesús y encontrar nuestros corazones arrastrados por el torbellino y la confusión. Durante este tiempo, es importante mantener nuestros ojos y corazones enfocados en Jesús y confiar en Él para que nos guíe a través de la tormenta.

Nunca pensé en el uso de la pornografía como un problema. Lo veía como algo que “no dañaba a nadie” y me sentía “a salvo”. En la secundaria era normal que los chicos hablaran de la pornografía, lo que hacía que pareciera que todos la consumían, como algo totalmente normal y natural. Lo que no sabía es que estaba usando la pornografía como una droga para disociarme de mis emociones y alejarme de Dios. A medida que pasaba el tiempo, me llevaba cada vez más a un mayor aislamiento y me hacía sentir más y más deprimido, alimentando un ciclo que no conocía ni entendía. Debido a que estaba tan involucrado en la negación y el aislamiento, tampoco pensaba en cómo afectaría esto a quienes estaban a mi alrededor, y nunca pensé en mi relación distante con Dios. Darme cuenta de que el uso de la pornografía era un problema, e incluso una adicción, fue como levantar una niebla pesada frente a mí, disipando las mentiras que aceptaba como verdad.

Por Rosaria Champagne Butterfield

La palabra Jesús se me atoraba en la garganta como un colmillo de elefante: por mucho que tosiera, no lograba expulsarla.  Los que profesaban ese nombre provocaban tanto mi piedad como mi ira. Como profesora universitaria, estaba cansada de los estudiantes que parecían creer que “conocer a Jesús” era sinónimo de no tener necesidad de conocer ninguna otra cosa. Los cristianos, en particular, eran malos lectores, siempre buscando la oportunidad de insertar un versículo bíblico en una conversación como si se tratara de un signo de puntuación: para terminarla en lugar de profundizarla.

Por Paige Taylor

Había sido adicta a las drogas y al alcohol durante casi una década.

Había abusado de casi todas las sustancias que se te ocurran. Intenté una y otra vez estar sobria. Fui a rehabilitación, fui a reuniones de 12 pasos, fui a terapia. Algunas de estas cosas me ayudaron a estar sobria por un tiempo, pero siempre recaía.

Hace cinco años, una amiga me invitó a su iglesia

Nunca había sido una persona afecta a asistir a la iglesia, y nunca había escuchado mucho acerca de Dios, aparte de algunas cosas en las reuniones de Alcohólicos Anónimos. Sin embargo, el grupo de adoración en la iglesia fue increíble, y de repente tuve una perspectiva completamente nueva sobre Dios y la iglesia.

Ese día, comencé a tener fe en Jesucristo y he estado sobria desde entonces. Recuperarme no ha sido fácil, pero mi fe en Jesucristo me ha ayudado de muchas maneras:

Por Fernando Garzón

Uno de los mayores problemas en la actualidad en temas de confusión de identidad sexual, está relacionado con la falta de entendimiento por parte de padres, maestros, sociedad, cultura, psicólogos y gobiernos, sobre la importancia de compartir y propiciar momentos significativos de intimidad, amistad, confianza entre padres e hijos como modelo e hilo conductor en la formación integral de seres humanos saludables, emocional y relacionalmente, capaces de amar y ser amados,  de dar y recibir amor sin temor a equivocarse. Es esta, además, una excelente manera de suplir las necesidades de amor, cariño y afirmación de nuestros hijos.

Claves y clavos en la relación de pareja.

Libro con un enfoque original y práctico que plantea la relación de pareja como un edificio a construir entre ambos cónyuges, siguiendo la parábola de Jesús sobre la casa edificada encima de la roca:

  • Edificando: “Un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”.
  • Superando: “Descendió lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos…”
  • Consolidando: “Y no cayó porque estaba fundada sobre la roca”.

Ser hombre

Como hombres vivimos tiempos complicados donde la autenticidad de nuestro cristianismo está siendo diluida entre la confusión de género y el virus de la pasividad. La imagen del hombre, su identidad y su propósito han sufrido un desgaste que partiendo desde Génesis llega hasta nuestros días. La pérdida de identidad, y por tanto de autoridad, ha sumido al hombre en una desorientación tal, que le ha incapacitado para cumplir con su misión convirtiéndole, a lo largo de todo un proceso que analizaremos, en una triste caricatura del modelo que Dios planeó.

En esta obra se analiza la crisis de la masculinidad desde los campos de la teología, la antropología, la historia y la cultura. El libro se divide en tres ejes fundamentales:

Cómo Dios quiere sanar las heridas dejadas por tu padre terrenal

¿Existe un vacío en tu corazón que tiene la figura de tu papá?

Toda hija sabe lo importante que es la palabra “papi”. Y cuando un padre nos decepciona, eso nos puede afectar por el resto de nuestras vidas. Ya sea que tu padre abusó de ti, te ignoró o te abandonó, el resultado es un vacío que desea llenarse.

Por: Norma Esquivel

Tanto la homosexualidad masculina como la femenina tienen varias causas. Elizabeth R. Moberly escribió su libro acerca de la identidad de género masculino. En este libro, “Homosexualidad, una nueva ética cristiana”(1983), menciona que las necesidades no suplidas de amor, dependencia e identificación con el padre del mismo sexo pueden producir incertidumbre e inseguridad, y que la persona al ser adulta tiende a llenar ese vacío a nivel inconsciente con otro hombre que le dé su apoyo y su amor.

Por otro lado, la relación del varón con su madre es su modelo para relacionarse con las demás mujeres. Si esto no se da así, porque de niño se identifica con ella en lugar de hacerlo con su padre, se va construyendo un modelaje más fuerte de identidad femenina. Cuando el padre no suple sus necesidades emocionales el niño se identifica más con su madre “copiando” más el modelo femenino que el masculino. Aquí se da una actitud defensiva, un distanciamiento de su padre, aceptando más el modelo femenino.

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